The certificates

81 14 3
                                    

La tarde ya se empezaba a formar, Juan, Mayichi, Robleis y Génesis ya había tomado camino a casa mientras Mariana y Spreen comenzaban a ver cada uno de los certificados.

—Recuerdeme patrón—hablo el de lentes mirándolo detenidamente—. ¿Que son estos?

—Estos papeles son de información de casa persona de aquí, desde los de la isla naranja como la verde, es informacion muy importante y la he tenido desde que Carola se hizo mi amigo.

—¿Carola le dio esto?—

—Si, oro por informacion, recuerde Mariana, el comienzo es duro pero necesitas estrategia para llegar a lo grande de verdad—dijo Spreen mientras se levanta de su silla sonriedole al chico—

Al acabar de decir aquello reviso en uno de sus muchos archiveros sacando más certificados, en este caso los de la isla naranja, bueno, solo algunos de ellos, solo faltantes.

El otro chico tan solo miro cada movimiento de su jefe sin decir nada, luego de un rato el mismo le entregó un bolígrafo y algunos certificados de ambas islas.

—Lo que debemos hacer es buscar alguna incongruencia en cada papel, preparate para no dormir esta noche Mariana—le dijo—

Mariana asintió preparándose para trabajar, a veces le gusta pasar tiempo con su jefe pero no en el tema romántico sino algo como hermanos o amigos de toda la vida, claro que nunca lo diría en voz alta, a fin de cuenta el sabe que no ha conocido todas las facetas de su jefe como este las de el.

Cada cierto tiempo los dos se tomaban un descanso, ya sea tomando un café o tan solo quedándose sentados si decir palabra alguna, no era incómodo pero no era la zona de confort de ninguno de los dos, otra veces Mariana miraba de reojo a Spreen y este tan solo se concentraba en su trabajo o miraba a pelusa sin darle importancia al de lentes.

—Patrón...—por primera vez  en ya cinco de sus descansos Mariana le dirijio la palabra al pelinegro—. Alguna vez...¿usted se ha pregunta en qué animal le gustaría reencarnar?

Spreen miró a su compañero confundido, a veces no entendía el pensar del chico, pero, le agradaba le recordaba a su madre con sus ocurrencia que sacaban de quicio a su padre y el moría de risa.

—Un murciélago—dijo sin pensar mucho sorprendiendo al de lentes, quien penso nunca recibir una contestación—. Ahora, vuelve al trabajo.

Un asentimiento por su parte le dio la señal al pelinegro de seguir en lo que estaban, hasta ahora no tenían muchos sospechosos, Abril tenía una que otra incongruencia pero algo pasable, Betra tenía un poco más de alerta por lo cual en algún momento hablarían con el ya sea a la buena o a la mala, Cristinini tenía algunos faltantes, algo sospechoso, Reborn también dio alerta en la cabeza de Spreen, no dudaría en llevarlo a la polleria, poco a poco salían más sospechosos, sospechosos que deben ser molestados por Spreen y ahora también por Mariana, un trabajo en equipo para conocer lo mejor de ellos...

Y lo peor.

Welcome to the dead end gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora