Welcome to the dead end game

Double spy

La puerta antes tocada fue abierta de nuevo solo que esta vez no era Mariana.

Spreen se mantenía con la mirada sería mientras el pelicastaño sonreía, un movimiento logró que Juan diera un pequeño salto, se notaban los nervios desde lejos.

—¿A que venís?—pregunto el oso sin rodeos—

—Yo...quiero hacer un trato—sintió la mirada curiosa del oso mientras decía esto—. Se...sabemos que Auron no esta muy contento con lo que Tanizen le dio a conocer, también sabemos que todo esto puede acabar muy mal y sabemos que esto no se va a lograr sin una ayuda desde adentro.

—Al punto gafas, tengo vida ocupada—

—Dejame ser tu contacto, vigilante, espía, informante, lo que sea de todo lo que pase con Auron, a cambio, comeré pollo gratis por un año—dijo orgulloso—

Pero aquel orgullo se fue al escuchar una burla de la boca de su contrario.

—A ver gafas—dejó de reír—. ¿Tu quieres ser mi informante, por una estupidez como el pollo gratis?

Un asentimiento de parte del de bandana le hizo pensar que este era más estúpido de lo que pensaban, de cualquier cosa que le puede llegar a pedir, le pide ¿pollo gratis?, es que la gente hoy en día va de mal en peor.

—Dime, mago de pacotilla, ¿porque debería creerte?—

—Ahh, porque te cuesta tanto confiar, Spreen...—hablo el hechicero levantándose de la silla y dándole la vuelta al escritorio terminando detrás de la silla del oso—. Yo solo quiero pollo gratis...pero, si me quieres dar algo más no me molesta.

Spreen pretendía dar una vuelta para mirar pero las manos puestas en su hombro lo detuvieron, dichas manos comenzaron a dar un masaje por toda la parte de su abdomen.

—Dejate llevar spreen—pronunció lentamente el hechicero—

—Tocame una vez más y el bolígrafo terminara en tu ojo, hechicero de pacotilla—

—Ya, entendí, no te gustan mis masajes, oso tonto—dijo sentándose arriba del escritorio—. Entonces, ¿tenemos un trato?

El pelinegro miro al de bandana, no confiaba en el pero tampoco desconfiaba por completo.

—Lo que digas, pero, que te quedé claro, si me traicionas por completo, juro...no, mejor, te prometo buscarte en cada rincón hasta encontrarte para después matarte y dejarte tirado en el agua para que los putos peces coman hasta la ultima molécula que te pertenezca—

El de lentes trago duro para después asentir, lo que menos quería es morir de esa manera tan escalofriante, en su lista por cosas que hacer, ser comido por peces no estaba escrito allí, por lo tanto, debía tener mucho cuidado al mover alguna pieza en el tablero de ajedrez llamado vida.

—Usted está loco patrón—hablo Mariana molesto mientras limpiaba el mostrador—

Mayichi no decía mucho pero también mostraba cierto descontento al escuchar las palabras del pelinegro.

—Recuerda que puedo despedirte y te quedas sin vida—

—Haga lo que quiera patrón despidame, mateme pero jamás confiare en el mago ese todo pendejo—

—¿Que sea un doble agente no pone en riesgo nuestro trabajo, patrón?—se unió a la conversación génesis—

Un suspiro seco salió de Spreen, sabía cual eran los pros y los contras, no es tan iluso como para dejar que Juan entre y salga cuando quiera, si algo pasaba sin duda cumpliría lo que dijo, el es un hombre de palabra, como su padre.

—Pero, es que son tontos, por supuesto que se lo que esto conlleva pero no duden que el tampoco sabe lo que puede llegar a pasar si me falla, véanlo como uno más de ustedes, si algo sale mal, mueren, lo mismo es con el—

—Aun así, joven Spreen, el temerle no está de más—dijo Mayichi después de mucho tiempo de analizar—

—En eso Mayichi tiene razón patrón, temerle no vendría mal—pronuncio génesis mirándolo fijamente—

—No tengo porque temerle, a fin de cuentas, el es una pieza más del tablero que en cualquier momento se puede derrumbar y romper—dijo el oso sentándose en un gabinete cercano—

Después de eso la plática paso a cosas triviales como el porque Mayichi odia el rojo en su ropa, las estupideces que presencia génesis al estar afuera y demás, era como una plática familiar, una extraña plática familiar.

La noche cayó en Tortilla y con eso el negocio de pollo feliz cerró, Mayichi fue la primera en irse, después génesis quedando al final Spreen y Mariana.

—Patrón, ¿usted está muy seguro de que quiere hacer y hasta donde quiere llegar?—

—Desde que llegue a este lugar he pensado lo mucho que se puede lograr aquí y una de las opciones que más me interesó fue la que escogí—

El antes explorador asintió, mientras hablaban caminaron a la casa del de lentes, por fin estaba terminada por cortesía de su jefe, pronto también consiguió un lindo mono capuchino, timo decidió llamarlo, tal vez Mariana no había logrado todo lo que se había propuesto pero encontró lo más preciado que buscaba, un mono capuchino, trabajo y hogar, ya no podía pedir nada más que eso.