Capítulo veintisiete

1.2K 204 35
                                    

Volví mi atención a Yeji un segundo para de inmediato hacerlo de nuevo con Sunghoon, el cual se hallaba sentado en una pequeña mecedora, con lo que parecía un álbum de fotos en las manos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Volví mi atención a Yeji un segundo para de inmediato hacerlo de nuevo con Sunghoon, el cual se hallaba sentado en una pequeña mecedora, con lo que parecía un álbum de fotos en las manos. Sungkang se encontraba en la cama, con una expresión que ya le conocía muy bien a esas alturas.

Obviamente yo seguía sin caerle bien al mayor de los hermanos.

──Hola, Yeji──saludé, volviéndome hacia mi prometida.

──Hola──Replicó ella sin demasiados ánimos, haciéndose a un lado y yendo a mirar por la ventana.

Entré a la habitación por completo y cerré la puerta detrás de mí, aunque a diferencia de ella, no eché la llave. De todas formas, no era probable que permaneciera ahí mucho tiempo. No con la evidente hostilidad de Sungkang y Yeji dirigida hacia mí, aunque una tímida sonrisa por parte de Sunghoon me confirmó que a él no le molestaba mi presencia.

──¿Están todos bien?──Inquirí, pensando en ir directo al grano.

Los tres me contemplaron al momento. Al hacerlo comprobé que, en efecto, lo que Sunghoon parecía mirar era un álbum de fotos. De cuando eran niños, supuse.

──¿De qué hablas?──Fue Kang el primero en hablar.

──Anoche... Sé que pasó algo con su padre.

──Ese no es tu asunto──Esta vez fue Yeji quien lo dijo, ganándose al momento una mirada por parte de Sunghoon, una que fácilmente podría querer reñirla.

Que eso me hiciera feliz solamente servía para confundirme todavía más.

──Tal vez──Asentí──, aun así me gustaría saber. Si puedo ayudarles en algo...

──Eso lo dudo, Heeseung──Volvió a gruñir ella ya sin mirarme.

──¿Por qué no pueden decirme la verdad?

Mis palabras fueron suficientes para hacerlos volver el rostro e intercambiar miradas entre ellos. Sabían que había una verdad que debían decirme, pero no parecían deseosos de hacerlo.

Yo tampoco me sentía del todo preparado para confesar que ya lo sabía.

──Escucha, Heeseung, sobre anoche...──Empezó Sungkang, tras aquel largo y enigmático intercambio de miradas, pero fue interrumpido cuando la puerta detrás de mí se abrió, dando paso a la señora Park.

──¡Querubines! ¿Están todos aquí?──Y entonces sus ojos se fijaron en mí.

La observé a mi vez. La madre de los chicos tenía unos ojos muy parecidos a los de los gemelos; sin embargo, los de ella se veían algo turbios, como si carecieran de brillo y sinceridad.

──Heeseung, cariño, te dije que no vinieras a cansar a Yeji.

──Él no me molesta──se apresuró a replicar mi prometida, dándose la vuelta para enfrentar a su madre──¿Qué quieres?

gemelos | heehoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora