Capítulo quince

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Miré el atardecer por la ventana del comedor

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Miré el atardecer por la ventana del comedor. Estaba vaciándose lentamente mientras mis amigos y los invitados de los Park seguían a los dueños de casa a dar un tour por los alrededores. 

Yo había declinado la oferta, pero Beomgyu había ido con ellos muy emocionado con mi cámara colgando de su cuello.

Parecía que su idea de hacer un álbum antes de mi boda seguía en pie.

Sonreí, pero no dejé de mirar por la ventana hasta quedarme solo, pensando en Yeji y en lo que me había dicho.

Jay y Sungkang.

No podía evitar pensar en lo que EunBin me dijo sobre los Park. Pero el que Sungkang estuviese "acariciándose" con Jay no lo hacía gay, ¿verdad?

Qué ingenuo, pensé entonces. Como si fuese tan común que dos hombres que acababan de conocerse se metieran mano.

Era obvia la verdad. Sungkang tenía algún tipo de "desviación". ¿Y Jay? Nunca había escuchado nada parecido antes, pero no era algo que, siendo sincero, me extrañara. Él tenía fama de lanzarse sobre todo lo que se moviera frente a él, y si bien yo creía que solamente con chicas, ya veía que no.

Decidí ir a mi habitación a descansar un momento. Incluso tal vez a tomar un baño, sin dejar de pensar en Yeji. Su pregunta sobre si yo la querría si fuese un chico me había parecido extraña, pero supuse que tenía que ver con el hecho de descubrir que su hermano lo que fuera. Decidí no meterme en ese asunto, de todas formas una vez me hubiese casado con ella nos iríamos de ahí y no tendríamos que ver a su familia si ella no quería.

Vi a Sungkang bajar por las escaleras, pero no pareció haberme visto. Tenía la mirada fija en el suelo para después perderse en una de las muchas salas con las que contaba la casa. ¿Vendría de ver a Yeji?

Lo cierto era que más que un baño o algo de descanso quería verla, aunque no terminaba de animarme a ir a su habitación.

Siendo solo prometidos aún me parecía incorrecto.

Pero entonces la vi bajar a ella también, una sonrisa apareció automáticamente en mi rostro e iba a llamarla, hacerme notar, cuando vi que alguien venía detrás de ella.

Jake.

Su profesor de piano.

Apreté los dientes. ¿Por qué venía detrás de ella?

La horrible idea de que él hubiese estado en su habitación se hizo presente en mi cabeza. ¿Por qué él? ¿Con qué derecho...?

Entonces Yeji tropezó con la alfombra. No supe ni siquiera cómo lo hizo. Pese a no quitarle los ojos de encima, no supe cómo terminó ingeniándoselas para caer de rodillas y derribar un florero alto de porcelana que descansaba sobre un pequeño taburete.

Se rompió en mil pedazos, apenas tocó la misma alfombra que había hecho tropezar a mi prometida.

La risa de Jake fue lo primero en escucharse.

gemelos | heehoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora