Capítulo dos

1.7K 231 89
                                    

No me sentía capaz de expresar mi emoción con palabras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me sentía capaz de expresar mi emoción con palabras.

Por fin, luego de esperar tanto tiempo, iba a conocerla, a tenerla frente a mí, y apenas cinco días después sería mi esposa.

Mi familia y amigos consideraban que era algo apresurado, pero yo creía lo contrario. Había estado enamorado de Park Yeji desde hace años, no era un capricho pasajero como todos lo creían.

Miré de nueva cuenta por la ventanilla del auto, estando impaciente. ¿Cuánto faltaba para llegar? Ya llevábamos dos horas en el camino. ¿No tendría que verse ya la casona? Me refiero a aquella que había pertenecido por generaciones a la familia de Yeji.

El conductor tarareaba una canción, lo cual no hacía sino ponerme más nervioso. Yo iba en aquel auto tan solo con el chofer; mamá y papá venían en el de atrás.

Saqué mi pequeño espejo de bolsillo y consideré mi buen aspecto, preguntándome entonces si Yeji me recordaría. Había pasado el tiempo, por supuesto, pero desde esa primera (y única) vez no fui capaz de olvidarla o de sacarla de mi cabeza, ni de mi corazón.

──Mire, joven Heeseung, ya se ve la casa.

Entonces observé por la ventanilla conteniendo la respiración.

Era en verdad un lugar impresionante, no había duda de la opulencia en que la familia Park vivía.

¿Podría estar la pequeña fortuna que la abuela me había dejado a la altura de ellos? Esperaba que sí; y si no ya me encargaría yo de hacerla crecer. No quería que a Yeji le faltara nada.

Apenas nos acercamos un poco más, el chofer fue reduciendo la velocidad, y pude ver a algunas personas de pie en el jardín, esperando nuestra llegada. Sonreí. Ese cálido gesto me gustaba.

En cuanto el chofer se hubo estacionado abrí la portezuela y bajé del auto. Ahí estaban los señores Park, a quienes ya conocía, por supuesto.

──Heeseung, querido, ¡qué alegría verte!──Me saludó la señora Park con una amplia sonrisa.

Yeji era su vivo retrato.

──Buen día, señora Lee. La alegría es mía──Hice una ligera reverencia antes de volverme hacia su esposo.

──¿Cómo estuvo el viaje?──Quiso saber él.

──Fue gratificante. Posee tierras muy bonitas.

──Gracias.

Él no parecía demasiado interesado en hablar de su propiedad, supuse que era algo incómodo.

──Mis padres vienen en el auto de atrás──Dije entonces y pasé vista por la gente reunida ahí, al parecer se trataba del personal doméstico──¿Dónde está Yeji?

Los padres de mi prometida se miraron y fue la madre quién respondió.

──Está adentro con Sungkang.

gemelos | heehoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora