Salvando una vida

Capitulo 2

Jungkook

Miro al padre de Spencer. El tipo parece un desastre, comprensiblemente, su hijo casi se ahoga. Su oscuro cabello castaño está cayendo sobre su frente y su mandíbula está cubierta con rastrojos de unos pocos días. Tiene unos labios carnosos y una nariz recta. Sus ojos están escondidos tras gafas de sol de aviador, pero aún puedo decir que es un tipo muy guapo. Lo cual es totalmente inapropiado en este momento.

—Mierda —el tipo maldice y se pasa una mano arenosa por el cabello, apartándolo de la frente solo para que se le caiga de nuevo—. Tengo que ir a buscar nuestras cosas antes de que llegue la ambulancia. ¿Te parece bien? —pregunta.

—Absolutamente, Spencer está bien aquí conmigo —le aseguro él.

—Bueno. Vuelvo enseguida, Spence —murmura y le da un apretón en el brazo a su hijo.

Observo cómo se pone de pie y rápidamente se da la vuelta para ir a buscar sus cosas. El tipo está muy bien construido, como un atleta. Hombros anchos, pecho definido, y abdominales de tabla de lavar; no hay nada mejor que eso. De nuevo, inapropiado. Contrólate, Jungkook.

El padre de Spencer regresa justo cuando llegan los médicos. Él ahora tiene puesta una camiseta y una mochila sobre su hombro. Los médicos pusieron a Spencer en una tabla, hablando con él y haciéndole preguntas sobre la marcha. Me paro y retrocedo para dejarles hacer su trabajo.

—Soy Seokjin, por cierto —me dice el papá de Spencer—. Muchas gracias. No tienes idea de lo agradecido que estoy por que hayas salvado la vida de mi hijo —dice sinceramente y me estrecha la mano.

—De nada, Seokjin. La mejor de las suertes para ambos —respondo con una sonrisa.

Seokjin me da un asentimiento antes de seguir a los médicos hasta su camioneta. Desde aquí, los llevarán a la ambulancia, que es muy probable que los esté esperando en la calle. Creo que Spencer quedó atrapado en una corriente. En realidad, lo estaba viendo saltar y montar olas, y cuando noté que se alejaba más y más, solté un silbido para llamarlo, pero poco después me di cuenta de que estaba teniendo problemas para volver.

Spencer muy probablemente se fatigó y no pudo mantenerse a flote. Lo alcancé justo cuando él se hundía; no estuvo fuera por mucho tiempo, así que dudo que tenga algún daño cerebral. Estoy seguro de que él estará bien.

Seokjin

—Lo está haciendo bien, mamá. Sólo lo están manteniendo por la noche para observación... sí, dijeron que puedo quedarme con él. Está bien, le diré. También te quiero, adiós —le digo y cuelgo el teléfono.

Miro a Spencer, que está acostado en la cama del hospital, mirando televisión.

—La abuela te manda saludos y te quiere —le digo.

Spencer sonríe, mirándome. —Bueno.

—¿Cómo te sientes, Bud? —pregunto, moviéndome para sentarme en la cama junto a él.

—Me siento bien —responde Spencer.

—Bien, bien.

Spencer silencia el televisor y se gira para mirarme. —Lo siento si te he asustado.

Sacudo mi cabeza y envuelvo un brazo alrededor de sus hombros, acercándolo a él.

—Me asustaste mucho, pero ahora estás bien, y eso es todo lo que importa —murmuro suavemente y planto un beso en su sien—. ¿Puedes decirme lo que pasó ahí fuera?

—Creo que me quedé atrapado en una corriente porque seguí intentando nadar y no estaba llegando a ninguna parte. Mis piernas se cansaron de intentar mantenerme por encima del agua y llegué al punto en que ya no podía hacerlo más, sin importar cuanto lo deseara.

Asiento y soplo un suspiro. —Te tengo.

Espero sonar indiferente porque no quiero alterarlo, ¡pero joder! No puedo imaginarme lo asustado que debe haber estado ahí afuera, porque con sólo escucharlo hablar de ello ahora hace que mi corazón se acelere.

Le doy un abrazo a mi hijo. El pobre chico ha pasado por mucho el año pasado con su madre falleciendo, nosotros mudándonos a una casa diferente, y ahora esto. Y luego está el hecho de que Spencer me dijo hace unos meses que es gay. Mientras me siento aquí con mi hijo, recuerdo la conversación:

Puse un plato de panqueques frente a Spencer, quien me sonrió tímidamente y susurró: —Gracias.

—¿Todo bien, Spence? —le pregunto, sabiendo por sus modales que algo le está molestando.

—Yo... necesito hablar contigo sobre algo, pero no sé cómo te vas a sentir al respecto —dice Spencer vacilante.

Apago la estufa y dejo la espátula antes de ir y sentarme frente a mi chico en la mesa. —Tú puedes decirme cualquier cosa, Bud, lo sabes.

Spencer asiente. —Sí, lo sé, pero esto es serio.

—Está bien, bueno, cuéntamelo y luego pasaremos de allí.

Observo mientras él lucha internamente, probablemente intentando encontrar las palabras adecuadas para decir lo que tiene que decir. Su cabello castaño oscuro es un desastre porque no lo ha cepillado todavía. Él es alto y delgado para su edad, pero ha estado yendo al gimnasio conmigo para tratar de aumentar un poco su peso, para no ser tan delgado. Yo estaba construido de la misma manera cuando tenía su edad, así que lo entiendo completamente. También tiene mis ojos azul claro que chocan y se destacan de nuestro cabello oscuro y tez color oliva.

—He estado... me veo buscando chicos atractivos en lugar de chicas —dice Spencer, tropezando con sus palabras.

Parpadeo hacia él. Está bien, no es lo que esperaba escuchar, pero puedo manejar esto.

—Entonces, ¿crees que eres gay? —pregunto de modo alentador. Todo tipo de emociones brotan de las profundidades a las que las había desterrado. Me recuerda tanto a mí mismo a su edad ahora mismo, que me está revolviendo el estómago.

Spencer asiente, manteniendo los ojos bajos.

—Hey, Spence, mírame —le digo con firmeza.

Spencer levanta su mirada vidriosa para encontrarse con la mía. Le doy una sonrisa suave y comprensiva.

—No hay nada de malo en eso. No puedes evitar a quien te atrae. ¿Será más difícil para ti? Sí. Pero eso no significa que esté mal. Y la sociedad se está volviendo cada vez más tolerante, pero siempre habrá gente que no te aceptará. Te amo de cualquier manera, y tu madre también lo habría hecho.

Spencer deja escapar un medio grito, medio risa antes de levantarse de la mesa y lanzarse a mis brazos. Trato de tragar más allá del nudo en mi garganta e intento una vez más enterrar esos sentimientos que nunca pude ocultar del todo.

Hemos hablado de esto un par de veces desde entonces, e incluso me he burlado un poco de quién creía que era mono en el mundo de las celebridades. Voy a buscar a alguien que pueda ayudarlo a desarrollar su confianza en sí mismo, y demostrarle que está bien ser quien es sin importarle lo que otros piensen de él. Tal vez un grupo de apoyo o algo así. Dios sabe que no soy la mejor persona para ayudarlo con eso. Ni siquiera puedo ayudarme a mí mismo. Necesito investigar para ver si hay lugares en el área a los que puedo llevar a Spencer para presentarle a otros adolescentes gays.

Me preocuparé por eso más tarde. Ahora mismo, tenemos que pasar la noche y salir del hospital. Mi lema es tomar todo un día a la vez. No sirve de nada preocuparse por lo que sucederá en el futuro porque el futuro es incierto. Vive para hoy como si no existiera el mañana. Así es exactamente como planeo vivir el resto de mi vida... tan pronto como pueda recoger las piezas que están destrozadas por todo el suelo.