Capitulo 15

345 62 11
                                        

Seokjin

Esa tarde, Jungkook me acompaña a recoger a Spencer a casa de mis padres. Cuando entramos, encuentro a Spencer sentado solo en el sofá de la sala de estar con aspecto hosco. Frunzo el ceño preocupado, sin tener ni idea de por qué se ve así. Por lo general, se divierte en casa de mis padres.

—Hey, Spence. ¿Todo bien? —pregunto.

La cabeza de Spencer se levanta y una mirada de alivio lava su cara. Se levanta de un salto y corre hacia mí, lanzándose a mis brazos. Lo envuelvo y lo sostengo cerca.

—Hey ¿qué pasa? —pegunto gentilmente.

—Te diré lo que está mal —dice la voz de mi padre, mientras sale de la cocina—. ¡Tu hijo es un maldito maricón!

El agarre de Spencer sobre mí se aprieta, y entierra su cara contra mi pecho mientras un suave sollozo se le escapa. Mi peor miedo se ha manifestado, pero no soy yo el que está siendo condenado; es mi hijo, por su propio abuelo. Mi corazón se rompe en un millón de pedazos, por los dos.

Mi madre sale de la cocina, con los ojos tristes sobre Spencer. —Por favor, Ray. Es solo un niño, no entiende lo que dice. 

Sorprendido. Miro a mis padres con total incredulidad. Ni siquiera sé qué decir.

—Myra, tiene catorce años, creo que sabe perfectamente bien lo que está diciendo —argumenta mi papá.

—¿Lo sabías, Seokjin? —me pregunta mi mamá.

—¿Saber qué? ¿Qué es gay? ¡Por supuesto! ¡Es mi hijo! —me quiebro cuando la ira comienza a acumularse.

—Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto? —pregunta mi padre con severidad.

Tiro de mi barbilla hacia atrás y parpadeo en estado de shock. —¡¿Qué?! —pregunto con incredulidad—. ¡¿Qué quieres decir con 'qué voy a hacer'?!

Muevo mi cabeza para mirar a Jungkook, cuya cara está completamente cerrada e ilegible. Creo que nunca lo había visto así antes. La tensión y la ira se irradian de él, y estoy seguro de que esto le trae a la memoria todo tipo de recuerdos horribles. Empujo a Spencer a sus brazos.

—¿Puedes llevarlo afuera, por favor?

Jungkook me da un breve asentimiento, envuelve a Spencer con sus brazos y lo saca por la puerta principal. Después de que la puerta se cierra detrás de ellos, respiro hondo y me vuelvo para mirar a mis padres.

—¿Quién era ese? —pregunta mi mamá con el ceño fruncido.

Ahora sería la oportunidad perfecta para sincerarme, pero me temo que solo empeoraría la situación. 

—Mi amigo, Jungkook.

Mi papá viene a pararse frente a mí. —Deberías enviarlo a rehabilitación —afirma.

Lo miro boquiabierto... —¿Rehabilitación? —Me ahogo con absoluta repugnancia—. ¡Él no es un jodido drogadicto! —ladro furiosamente—. ¡Cómo te atreves siquiera a sugerir eso! El es tu nieto ¡No hay nada malo con él! Es la misma persona que siempre ha sido. No importa que sea gay. ¡Todavía es Spencer!

Mi madre parece horrorizada por mi arrebato. Su mano esta presionada contra la base de su garganta, y ella me mira como si tuviera dos cabezas. Mi papá por otro lado, está parado allí estoicamente, su cara nunca cambia.

—¿Eso es lo que me habrías hecho si te hubiera dicho que soy gay? ¿Me habrías enviado a rehabilitación con la esperanza de que me arreglara? —Me burlo.

Salgo hacia la puerta sin esperar respuesta. Sé que, si me quedo, empezaré a decir cosas que no podre retirar. Cuando abro la puerta, mi madre me llama.

Salvando una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora