Jungkook
Mi mente está tan nublada ahora mismo. ¿Y por qué mi cuerpo es tan pesado? Trato de abrir mis párpados, pero no se están moviendo. Abro la boca para hablar, pero no puedo sacar nada. ¿Dónde estoy y qué demonios está pasando?
—No te preocupes, cariño, todo está bien —dice una voz femenina desde algún lugar de mi lado derecho.
Giro mi cabeza hacia ella y vuelvo a intentar abrir los ojos. Se abren. ¡Sí! Mi visión es demasiado borrosa para ver algo más que colores. Hay un montón de manchas blancas y azules que se mueven alrededor.
Intento hablar de nuevo, pero no sale nada cuando muevo mis labios. Me duele la garganta por alguna razón. Estoy realmente confundido en cuanto a lo que está pasando y dónde estoy. El sueño me arrastra otra vez, y no me resisto.
La próxima vez que abro los ojos, puedo ver mucho más claro. Respiro profundamente y me estiro un poco. Me duele todo el cuerpo, especialmente la pierna izquierda. Maldición, ¿qué diablos pasó?
—¿Jungkook?
Giro mi cabeza hacia el lado de donde viene la voz y veo la linda cara de Spencer. Está sentado en el borde de la silla al lado de la cama en la que estoy. De repente, todo vuelve corriendo hacia mí: la aleta, el tiburón, el terror. Jadeo y me siento derecho.
—¡Spencer! —grito, tratando de alcanzarlo.
Se levanta y se lanza a mis brazos. —¡Oh, Jesús! ¡Oh, mi Dios! ¡¿Estás bien?! —me ahogo, pasando una mano temblorosa sobre su cabeza.
—Estoy bien —solloza, su voz amortiguada porque está metida en el hueco de mi cuello.
Agarro sus hombros y lo arrastro hacia atrás para poder mirarlo. —No te atrapó ¿verdad?
Sacude la cabeza mientras limpia las lágrimas que corren por su rostro.
—Bien. Ahora que sé que estás bien, tengo que preguntar, ¡¿qué diablos está mal contigo?! ¿Qué estabas pensando al volver por mí? ¡Podrías haber muerto! —le grito, sacudiéndolo por el agarre que tengo sobre sus hombros.
—¡No iba a dejar que te comiera un tiburón! —me grita, sus cejas fruncidas con ira.
Antes de poder seguir discutiendo, la cortina que bloquea la puerta es lanzada hacia el costado, revelando a Seokjin, que se ve completamente despeinado. Su cabello es un desastre y tiene círculos oscuros bajo los ojos.
—Jungkook, gracias a Dios —dice con tanto alivio que me rompe el corazón. Se acerca al lado de la cama opuesto al de Spencer, y se inclina para darme un tierno beso antes de dejar caer su frente sobre la mía.
—Pensé que te había perdido —susurra.
Alzo la mano y agarro la parte de atrás de su cuello, sosteniéndolo hacia mí. —Nunca, cariño —murmuro, dándole otro beso.
Se endereza y entrelaza sus dedos en los míos. —¿Por qué estabas gritándole a Spencer?
—Este pequeño idiota decidió que era una buena idea meterse en una pelea a puñetazos con un tiburón —gruño.
Seokjin parpadea y puedo ver los engranajes girando en su cabeza mientras trata de entender lo que acabo de decir. —¿Qué?
—No iba a dejar que Jungkook fuera devorado por un tiburón, así que cuando lo vi hundirse, fui tras él. Recordé haber visto algo en un programa una vez que, si golpeas a un tiburón en su ojo, te dejará ir. Así que eso es lo que hice. —me mira fijamente—. Y funcionó.
—Podría haberte agarrado después —le dije.
—Bueno, no fue así —Spencer resopla arrogantemente y cruza los brazos sobre su pecho—. Lo haría de nuevo en un abrir y cerrar de ojos.
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Salvando una vida
RandomPor favor recuerden que este es un trabajo de ficción, es una simple adaptación. Contiene versatilidad. Todos los créditos a su autora original. Pareja Principal: Jin y Jungkook ¿Cómo salvas la vida de alguien? Existe la forma obvia de salvarlos fí...