Capitulo 13

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Seokjin

¿Eso acaba de pasar? ¿Jungkook me acaba de ver besando a una mujer? ¿Y parecía tan furioso como creo que parecía? Mierda. No sé lo que significa, pero no me gusta la manera conflictiva en que me siento ahora. La necesidad de ir tras él es casi demasiado fuerte para negarlo, pero no puedo deshacerme de Julie sin que haga preguntas que no quiero responder.

—¿Está todo bien? —pregunta Julie, su mano serpenteando por mi muslo.

—Oh, uh, sí... bien —murmuro, dejando caer mi mano sobre la de ella para detener su progresión.

—¿A quién estabas mirando? —pregunta con curiosidad.

—Yo... uh... pensé que vi a uno de mis amigos, eso es todo.

—Oh, está bien —dice ella—. Eres un muy buen besador.

—Gracias —digo con firmeza.

No voy a decirle que me imaginé que era Jungkook todo el tiempo que nos besamos. Era un poco difícil de hacer porque sus labios eran mucho más suaves y ella era más tímida que la forma en que Jungkook se besaba. Esta cita tiene que terminar para que pueda ir a hablar con él. 

Después de un par de copas, finjo que mi teléfono vibra en mi bolsillo. Cuando lo reviso, le digo que debo irme porque tengo una llamada de emergencia que debo atender. Ella acepta sin discutir y la llevo a casa. La acompaña a su puerta, donde intenta besarme otra vez, pero me desvío y le doy un beso en la mejilla antes de volver prácticamente corriendo a mi coche. Mientras me alejo, puedo verla de pie en la puerta, frunciendo el ceño, pero estoy demasiado preocupado pensando en Jungkook como para que me importe una mierda.

Conduzco hasta su casa, aparco en su camino de entrada y camino hacia su puerta. Llamo y espero a que responda. Pasan un par de minutos antes de que la puerta se abra, y él está allí de pie, mirando enojado.

—¿Qué? —muerde.

—¿Podemos hablar?

—¿Sobre qué? ¿Tu chupándote la cara con una chica en un bar? —responde amargamente.

—¿Cuál es tu maldito problema? ¡Tú eres el que quería que saliera con mujeres! —resoplo airadamente.

Jungkook suspira pesadamente y se mete las manos en el pelo. —¡Ya lo sé! No pensé que te encontraría besando a una chica y luciendo como si realmente estuvieras disfrutándolo.

Levanto los brazos con exasperación mientras me doy la vuelta y paso a unos pasos de distancia en su pequeño porche. Vuelvo a la carga, metiéndome en su cara. —Nadie dijo que lo estaba disfrutando —digo ferozmente, señalándome a mí mismo. Luego lo golpeo en el pecho con mi dedo índice, fuerte—. Y si tu no me hubiera alejado a mí, sería a ti a quien habría besado, no a ella.

Jungkook se desinfla un poco.

—Tienes razón. Lo siento. —frunce el ceño.

—¿Qué demonios fue eso de todos modos? No te consideraba un tipo celoso.

—No lo sé. Acabo de verte besando a alguien más y... —él se detiene, probablemente no quiera admitir estar celoso.

Espero, mirándolo astutamente, con las manos en mis caderas. Maldita sea, se ve sexy esta noche, con su camisa blanca abotonada con las mangas arremangadas hasta los codos y los vaqueros gastados. Su cara está bien afeitada y su cabello tiene la partidura a un lado, peinado por encima y atrás.

—¿Y qué? —digo.

Suspira pesadamente de nuevo. —Simplemente me pareció mal. No te quiero besando a nadie más que a mí.

Salvando una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora