Capitulo 16

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Jungkook

¿Es posible que la semana pase rápido y lento al mismo tiempo? Parece que el viernes tardó una eternidad en llegar, pero luego siento que la semana pasó volando. He estado en casa de Seokjin un par de veces esta semana, pero no ha habido nada más que un par de besos robados porque Spencer siempre estaba cerca. Spencer está mejor. No está tan deprimido como cuando pasó todo con sus abuelos. Sin embargo, tengo muchas ganas de ver a Seokjin, y necesito tenerlo a solas lo antes posible.

Mi estómago revolotea nerviosamente cuando me detengo frente a la casa de mi hermano. No puedo creer que esto realmente esté pasando; que esté aquí y a punto de ver a mi familia por primera vez en tres años. Apago el coche y salgo. Con manos temblorosas, meto las llaves en el bolsillo mientras subo los escalones de la hermosa casa nueva. Froto mis manos sudorosas en mis jeans y luego toco el timbre. Mi corazón late con fuerza en mi pecho mientras espero a que alguien abra la puerta.

La puerta finalmente se abre para revelar a Miles. Él sonríe alegremente y da un paso al costado, abriendo la puerta más ampliamente. —Hey, Jungkook, entra —dice.

Trago fuerte y obligo a mis piernas a moverse. Entro a la casa y espero mientras Miles cierre la puerta trás de mí. Luego hace algo que no esperaba; me abraza Me pongo rígido por el reflejo, e inmediatamente me deja ir.

—Lo siento, no quise hacer... —comienza a disculparse, pero lo interrumpo tirando de él en un abrazo.

—Me cogiste con la guardia baja, eso es todo —le explico antes de dejarlo ir.

Él me da una sonrisa vacilante. —Es bueno verte. Te ves genial.

—Gracias. Tú también.

—Gracias. Todo el mundo ya está aquí. Están todos en la cocina.

Miles se dirige hacia lo que supongo que es la cocina. Puedo oír las voces cada vez más fuertes a medida que nos acercamos. La voz grave de Casey dice algo y luego escucho la carcajada de Amelia, ambos sonidos que recuerdo bien. Joder, estoy tan nervioso. Desearía haber traído a Seokjin conmigo como apoyo.

Mi hermano entra a la cocina primero conmigo justo detrás de él. Toda la conversación se detiene y cinco pares de ojos se vuelven a mirarme. Veo a mi hermano Casey primero. Se ve igual a como lo recuerdo con su cabello rubio oscuro corto, que es del mismo color que el mío, y sus ojos grises que son un tono más oscuro que los míos. De todos mis hermanos, Casey y yo somos los más parecidos.

Luego veo a Amelia, y puedo ver que sus ojos azules están llorando. Su cabello es más largo que hace tres años y lo ha teñido rubio cuando solía ser marrón medio. Ella coloca el vaso que tiene en su mano sobre el mostrador antes de acercarse rápidamente a mí, lanzándose a mis brazos cuando está lo suficientemente cerca. Suelta un sollozo y se aferra a mí más fuerte.

—Jungkook! ¡Oh Dios mío! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! —llora.

Intento reprimir las lágrimas que amenazan con caer, pero es inútil. Otro par de brazos nos envuelve por detrás de mí y sé que es Miles de su altura. Él es el más alto de todos, y el mayor, también. Amelia es la segunda mayor, luego Casey y luego yo. Yo soy el bebe.

Casey se une a nosotros, entrando de mi lado. Él apoya su frente contra mi sien y suspira pesadamente.

—Lo siento, también, Jungkook. Debí haber estado ahí para ti, pero era demasiado capullo para enfrentarme a mamá y papá.

—Todos lo éramos. —resopla Amelia.

Las lágrimas caen por mi cara y no estoy seguro si esto es solo un sueño o si realmente está sucediendo. Rezo para que sea real porque no sé si podría manejar esto si no lo fuera.

Salvando una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora