Second Chances - Jinkook / Kookjin

Capítulo 22

No estaba seguro de por qué estaba temblando.

Si era por el frío de la noche o por el hecho de haber estado besando a un tipo desconocido hace menos de quince minutos.

Seokjin apretó los ojos y apoyó su frente en la puerta de entrada del apartamento que compartía con Jimin.

Sus manos temblaban y no le dejaban introducir la llave para ingresar y simplemente olvidarse de lo que acababa de hacer.

No podía creerlo.

No podía creer que había sido capaz de besar a otro hombre.

Se sentía incorrecto y extraño. Y aún podía sentir las manos del tipo apretando su cintura, podía sentir piel rasposa en su mejilla y el fantasma de besos húmedos en su cuello.

Pero a la vez...

Parecía como un mundo completamente nuevo. Por un momento, sintió que nadie podría encontrarlo jamás.

Cuando estaba siendo presionado contra la pared del baño por él, había sentido que podía ser asfixiado por el peso, que podía olvidarse de ser descubierto, que si moría en ese preciso momento, nadie sabría porqué fue.

Miró sus manos aún temblando, simplemente se rindió.

Apoyó su espalda en la pared del pasadizo, se dejó resbalar hasta el suelo y ahí esperó sentado hasta que Jimin llegue y pueda ayudarlo a abrir la puerta.

Mientras tanto, sentía los latidos martillar en su pecho, lágrimas mojar sus mejillas y las voces de Sohye gritando en su cabeza.

Seokjin respiró hondo.

Había vivido cosas peores, estaba seguro de eso.

Pero por algún motivo, lo que hizo esta noche se sentía como un paso gigante en su vida.

Abrazó sus piernas y apoyó su cabeza en sus rodillas. Todo estaría bien.

¿Por qué no iba a estarlo? Él era un adulto ya.

Nadie podría decirle que lo que hizo estuvo mal o incorrecto.

Seokjin lo sabía, quería convencerse de ello.

Pero también pensó en todas las conversaciones que tuvo que escuchar entre Sohye y su padre, en todos los insultos dirigidos hacía Jungkook que nunca llegaron a los oídos del menor, porque Seokjin jamás sería capaz de contarle todo lo que en su familia dijeron sobre él y sus decisiones.

Pensó en su niñez, en una familia unida, en cenas juntos los domingos, en regalos de cumpleaños. Pensó en el qué dirán, en las amigas de su madre, en el empleo de su padre. Pensó en los años conviviendo con Sohye, en deseos ocultos, en gustos prohibidos.

Solían decirle que nunca contaba nada sobre su vida, quizás era porque ni siquiera él se conocía lo suficiente como para contarlo. Quizás no ha sido completamente sincero consigo mismo durante todos estos años.

Quizás hay algo más profundo detrás de besar a un completo desconocido.

Pero no estaba seguro de estar listo para poder descubrirlo.

No sabía cuanto tiempo había pasado, pero una mano sacudió su hombro y lo sacó de la ensoñación.

Cuando levantó la mirada, vio los ojos preocupados de Jimin y una mano estirándose frente a su rostro.

— ¿Te quedaste dormido afuera? — dijo observándolo de arriba a abajo — Ya no luces tan ebrio, hyung.

No lo estaba.