𓆩♡𓆪 || ❛ Sana, quien desde que cumplió 18 años se dedica a vender su cuerpo es fichada por Jihyo, una hija solitaria de padres ricos. Ambas tienen sus problemas pero parecen encontrar la paz estando juntas. ¿Qué pasará si hay varios factores, o pe...
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La coreana comenzó a toser con fuerza ante lo sugerido, la discusión en la mesa, de ahora en adelante iba a cambiar su vida drásticamente, y pensarlo le había hecho atragantarse en su kimchi.
— ¿Cariño estás bien?— Su madre preguntó preocupada.
— ¿C-Casarme con Tzuyu?— Jihyo preguntó con una notoria expresión de confusión en la cara.
— Si, yo pienso que es buena idea, sobretodo para el futuro de la empresa.— El hombre volvió a hablar con tranquilidad, como si acabara de sugerir lo más normal del mundo.
— Con todo el respeto señor.— Jihyo sonreía nerviosa y se limpiaba los labios con una servilleta.— Pero apenas conozco a su hija.—
— ¿Pasamos la noche juntas, no es asi?— La suave voz de la taiwanesa interrumpió a la coreana. — Además te visité en tu oficina, hablamos mucho en la fiesta de la empresa y hasta me quedé en tu casa. Hemos hecho muchas cosas juntas para que apenas me conozcas, ¿no crees Jihyo?— La taiwanesa sonrió suavemente.
La azabache se quedó muda ante la respuesta de la castaña, si era verdad que habían pasado bastante tiempo juntas, pero eso no significaba que realmente se conocían.
— No significa que porque pasemos tiempo juntas que nos conozcamos.— Jihyo respondió.
— A mi me parece buena idea, no se pierde el vínculo familiar, hay conexión con paises externos y dos mujeres ambiciosas como jefas en la empresa...— el padre de Jihyo fue interrumpida por su hija.
— ¿Como que dos jefas?— Jihyo miró confusa a los presentes en la mesa. — Mamá, podemos hablar un momento porfavor... — La azabache preguntó mirando a la mayor. — A solas.—
La madre la coreana se levantó y sonrió suavemente. — Disculpen.—
Ambas mujeres ahora de dirigían a la sala apartada donde aún permanecía el rico olor de la comida que estaba presentada en la mesa.
— ¿Que significa todo esto?— Jihyo preguntó levantando las cejas y cruzando los brazos.
— Nada cariño, solo nos queremos asegurar de un buen futuro para ti.— La mujer sonrió con cariño.
— Mamá, ¿enserio vas a dejar que te tomen así del pelo? ¿No ves que el señor Zhou está intentando robar nuestra empresa?— la azabache habló frustrada y entre dientes.
— No es así cariño, él quiere que te cases con su hija nada más...—
— ¡Con su hija para que ella también sea CEO de MI empresa!— la azabache recalcó y se pasó las manos por la cara para acto seguido suspirar con fuerza.
— Mira cariño, ella nos ha contado que estás... recayendo por el estrés.— la mujer habló algo incomoda.
— ¿Recayendo? ¿A qué te refieres?— la azabache frunció el ceño ahora seria, recaer solo significaba algo con su pasado adicción.
