𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟕

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Los calurosos rayos de sol atravesían las cortinas blancas de una tela fina, despertando con suavidad a la rubia

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Los calurosos rayos de sol atravesían las cortinas blancas de una tela fina, despertando con suavidad a la rubia.

La japonesa abrió los ojos, parpadeaba algunas veces y las frotaba.

Era un viernes por la mañana, pero este viernes era diferente que todos los otros.

Normalmente los viernes desde buena mañana estaba haciendo comida para meter en tapers para que la pequeña japonesa podría cenar, llamaba a la chica de confianza que siempre cuidaba de Sakura y lavaba sus conjuntos de lencería para su noche en el club junto a Momo.

Pero Sana tomó una decisión, desde que Momo se murió, no podía si quiera pensar en cómo seguiría su vida de ahora en adelante, sabía que si seguiría trabajando en el club, iba ser complicado, más de lo que ya lo era porque debía hacer más horas ahora para ganar más dinero.

Así que decidió retirarse.

Igualmente, no quería que Mina supiera la verdad sobre cómo había sobrevivido estos años. Tenía miedo de ser juzgada por ella, a pesar de que vino a Corea solo a buscarla, tenía un cierto sentimiento de que estaba algo influenciada por sus padres de todas formas.

La japonesa miró a su lado y frunció el ceño.

Jihyo no estaba en la cama con ella.

Era muy raro, siempre solía quedarse en la cama con ella...

La rubia decidió bajar a desayunar a la sala.

En cuanto llegó al sitio, su mirada se puso en los cabellos castaños de su hermana y unas coletitas con unos lazos azules. Escuchaba a Sakura reírse suavemente.

— Buenos días Sana.— Mina habló con la voz suave.

— Hey... ¿qué haces aquí?— la rubia rascó su nuca y se acercó a las chicas.

— Anoche, antes de irme, Jihyo me preguntó si quería quedarme aquí durante mi estadía en el país, los hoteles eran muy caros y me dijo que con que le cuidara la casa y miraba por Sakura, le bastaba y no debía pagarle.— Mina la miró atenta. — A menos de que a ti te incomode que esté aquí.—

Sana tardó un poco en procesar todo lo que su hermana le estaba contando y reaccionó algo desubicada. — No, no te preocupes.— La rubia se rascó la nuca y se sentó junto a las chicas.

— Mira tia! ¡Estoy inventando animales con tía Mina!— Sakura rió divertida. — A este le llamo garinocelefante! Mira porque tiene patas de gallina, orejas de elefante pero su cuerpo es de rinoceronte!!

— Cuánta imaginación pequeña.— Sana le acariciaba la cabezita con una sonrisa orgullosa. — Oye, ¿y Jihyo?— La rubia miró a su hermana algo confusa.

— No tengo ni idea, me dijo que debía salir hoy pero no me dijo ni a dónde ni para qué, simplemente me dijo que llevara a Sakura al colegio y que cuidara de ti.— Mina aclaraba.

My Sweet Strawberry || SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora