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La mujer de cabello azabache se acurruco en pecho de la rubia, disfrutando el olor tan familiar y especial que desprendía su acompañante. Alzo la mirada, Sana aun dormía plácidamente, la coreana admiro su belleza mientras sus ojos se humedecían sutilmente, ¿cómo debía contarle a la hermosa mujer que rodeaba su cintura entre sus brazos, que debía casarse con otra mujer?
No lo sabía.
— Hyo... — murmuro la nipona somnolienta
— Aquí estoy, Sana~ssi — Contesto JiHyo limpiando sus ojos llorosos, mientras sonreía por la adorable escena
— Buenos días mi fresita hermosa, ¿cómo dormiste? — Sana dijo depositando un suave y cariñoso beso en sus labios, haciendo que JiHyo se estremeciera de amor y tristeza al mismo tiempo.
— Buenos días, mi amor — respondió la azabache con voz entrecortada, tratando de ocultar su angustia. — Dormí bien — agregó, forzando una sonrisa en su rostro. A pesar de las lágrimas que amenazaban con caer, no quería arruinar ese momento de intimidad con Sana.
Sin embargo, la nipona notó el brillo de tristeza en los ojos de JiHyo y se apartó ligeramente para mirarla a los ojos. — ¿Qué sucede, Hyo? Pareces preocupada. — preguntó con voz suave, acariciando su mejilla con ternura.
JiHyo inhaló profundamente, buscando alguna excusa para evadir la pregunta de Sana, no quería compartir sus sentimientos, nunca había sido buena para ello; mucho menos queria hablar sobre su compromiso forzado con TzuYu. — Sólo tengo hambre, anoche no comimos por andar jugando ese estúpido monopoly. — Dijo haciendo un puchero con los labios.
Sana sabía que JiHyo estaba ocultando algo, podía ver a través de su fachada de tranquilidad forzada. No obstante, decidió no presionarla en ese momento y, en cambio, le ofreció una sonrisa comprensiva.
— Está bien, mi amor. Entonces vamos a preparar un delicioso desayuno juntas. — respondió la rubia, acariciando suavemente el rostro de JiHyo. Aunque no entendía completamente lo que estaba sucediendo, sabía que era importante respetar el espacio de la coreana.
Ambas mujeres se levantaron de la cama, Sana abrazo a JiHyo por detrás mientras besaba suavemente su cuello. La azabache sonrió, se colocó algo de ropa de nipona, y ambas se dirigieron a la cocina tomadas de las manos, donde comenzaron a preparar un desayuno improvisado.
El ambiente estaba cargado de tensión y silencio incómodo.
JiHyo estaba perdida en sus pensamientos, cortaba algo de fruta mientras la rubia preparaba panqueques. Sana se había convertido en tanto para la coreana, estaba enamorándose de ella como nunca lo había hecho, estaba siendo feliz, pero, tenia una responsabilidad como la CEO de la empresa, debía ver por el bien de la empresa y seguir los consejos de sus socios.
¿Valía la pena tirar por la borda todo lo precioso que había y que haría con Sana por la empresa?
— ¡Mierda JiHyo! ¿¡Qué has hecho!? — La voz de Sana la saco de su cabeza.
La nipona se acerco a ella con rapidez y preocupación. JiHyo no entendía que pasaba, hasta que bajo la mirada, notando su mano teñida de un rojo carmesí, el cuchillo aun estaba sobre su mano. Se absorbió tanto en su mierda que no sintió que se estaba cortando la mano.
— Llamare a una ambulancia, tranquila. No muevas el cuchillo por favor JiHyo. — Sana le indico mientras corría a su habitación por su teléfono.
—JiHyo, eres una idiota. — Se dijo asi misma mientras bajaba la mirada.
No le dolía haberse hecho daño.
Le dolía que Sana se preocupara tanto por ella.
La castaña bajo de su auto lo más rápido que pudo, entro al hospital donde pregunto por la coreana de cabello azabache.
Después de recibir la información que necesitaba por parte de la recepcionista, TzuYu se abrió paso a la habitación 228. Su mano se coloco sobre el picaporte de la puerta e inhalo suavemente al girar la perilla.
Su rostro cambio abruptamente, su preocupación se transformó en molestia.
JiHyo se encontraba dormida, muy probablemente por la anestesia, su mano estaba vendada dejando las puntas de sus dedos expuestos con manicura en tonos pastel, sin embargo, ese no era el problema. Una rubia acariciaba el rostro de SU prometida, su ropa era barata y poco femenina, era obvio que no estaba a su altura. ¿Por qué mierda tocaba a JiHyo alguien como ella?
Sana ciertamente no había notado la presencia de la extranjera en la habitación, estaba concentrada en JiHyo, la cual, a pesar de estar en los brazos de Morfeo, sonreía entre sus sueños mientras la nipona le susurraba que la amaba y que pronto estaría bien.
TzuYu sintió su sangre hervir, no podía comprender cómo alguien más se atrevía a acercarse de esa manera a JiHyo, su JiHyo.
La rubia levantó la mirada y finalmente notó la presencia de TzuYu en la habitación. Sus ojos se encontraron y en ese instante, Sana supo que algo estaba mal, ¿esa era TzuYu?, ¿la mujer por la que JiHyo la cambio la primera vez? El aire se volvió denso de inmediato y un silencio incómodo se instaló en la habitación.
— ¿Porqué estas aquí? — Habló la taiwanesa al notar que la rubia era aquella puta con la que la coreana no dejaba de fantasear. No iba a permitir que le quitaran el puesto que había obligado a JiHyo a darle por el compromiso — ¿Qué JiHyo no te dejo en claro que eres cosa de una sola noche o ser pobre también implica ser estúpida? — TzuYu rio sarcástica.
Sana tenia la misma duda en su cabeza, ¿qué carajos hacia esa zorra ahí?
Hackaeada.
La cinamonhyo estuvo aqui, besis.
Así es, pedí ayuda a mi querida cinamonhyo para que me ayudara por culpa de mi agenda apretada 😅
Vayan a darle apoyo y a leer sus fics si quieren leer más cosas como estas, ella realmente es una artista, muchas gracias linda por este increíble capítulo 🩷
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My Sweet Strawberry || SAHYO
Fanfic𓆩♡𓆪 || ❛ Sana, quien desde que cumplió 18 años se dedica a vender su cuerpo es fichada por Jihyo, una hija solitaria de padres ricos. Ambas tienen sus problemas pero parecen encontrar la paz estando juntas. ¿Qué pasará si hay varios factores, o pe...