Capítulo I

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Un año más se venía, los profesores de Hogwarts estaban de vacaciones. El castillo fue reconstruido, después de la guerra, Albus estaba vivo; habían puesto a una persona en su lugar con poción multijugos que deseaba morir pronto. Fue un plan muy bien ideado entre Severus y Albus para fingir la muerte del Director.

Severus sobrevivió a la mordida de Nagini y no murió ningún profesor en la Batalla de Hogwarts, pero quedaron todos en shock con lo acontecido, por lo tanto, Albus los mandó a todos de vacaciones, pero como siempre, había que llegar un mes antes para preparaciones escolares y también porque el Director necesitaba saber como chisme que habían hecho en sus tiempos de relajo, ya que sacaba buenas ideas de todo ello.

Todos estaban fuera del castillo, menos una: Sybil Trewlaney, quien entre humo del tabaco, tetera con un té traído por uno de sus alumnos como regalo para ella, humo de incienso y velas de muchos colores, consultaba su bola de cristal, más sus cartas españolas, para ver que sucedería este año.

Todo lo anotaba en una especie de diario o journal, lo cual lo más importante se lo daba a conocer a Albus, lo demás quedaba como anotaciones para ella.

Barajaba su mazo con mucho ahínco. Primero consultó por economía, salia como primera carta el as de oros, eso significaba que este año ella conservaría su pega. Albus le tenía mucho cariño y no la consideraba chanta, sólo un poco excéntrica... pero ¡vamos!, ¿Qué adivina no lo es?, por lo tanto, eso no era ni para despedirla, ni para desterrarla como alguna vez intentó hacerlo Umbridge.

Sybil sabía que Albus la quería como una hija, por esa parte podría estar tranquila.

Juntó las cartas y las volvió a revolver, esta vez preguntaría por salud, dividió en tres montones, primero vio su salud energética: todo bien, salió como primera carta el as de bastos, después como segunda carta el diez de bastos y como tercera carta el dos de bastos, al final todo estará en orden. Después consultó por su salud física: salió rey de oros inverso, reina de espadas y rey de espadas, eso significaba problemas con el jerez debido a penas emocionales.

¡Espera!, ¿Penas Emocionales?, si no había nadie que llamara su atención..., siguió sacando cartas, salió: sota de copas, seis de copas.... esta segunda carta llamaba su atención, conocía a la persona, ocho de oros....era del trabajo... esto la dejó mas desconcertada.

Volvió a barajar para tener más certeza, volvió a encender una vara de incienso, aroma a camelias para  poderse concentrar...preguntó de manera clara por el amor...volvió a salir lo mismo: sota de copas, dos de copas, ocho de oros... hombre que conocía y era del trabajo...siguió sacando cartas.

Descríbeme al hombre-le dijo Sybil a sus cartas- Rey de espadas, esto significaba un hombre serio de duro carácter, caballo de copas inverso, esto significaba que no demostrará que hay interés sino que lo ignorará, ocho de copas, esto simbolizaba que él huirá de esto, cinco de oros, simbolizaba que de primera ella no le gustaba, nueve de oros y nueve de copas, significaba que conociéndola mas allá de los que sus ojos muestren, se interesará; cinco de bastos y cinco de espadas, significaba que los comienzos al principio se verán difíciles, pero a fin de año, el amor llegaba, cosa que lo indicaban las siguientes cartas:  dos de copas, as de copas y as de oros.

¿Hombre serio? ¿De duro carácter?. Albus no era, tampoco Hagrid, Remus estaba casado con Tonks. Habían dos opciones: o era Filch el celador o Severus. Preguntó de lleno por Filch, barajando de nuevo todas las cartas y sirviéndose una copa de jerez. Esto la dejó con ataque, sacó tres cartas preguntando por Filch y salió: tres de espadas, seis de espadas y diez de espadas. Definitivamente NO.

Volvió a barajar, preguntando por Severus, rogaba que fuera un no... salieron las cartas de as de oros, as de copas y as de bastos....de la impresión junto todo y volvió a barajar y volvió a preguntar: as de copas, as de bastos y as de oros, Sybil estaba nerviosa, no lo podía creer.

¡¡Díganme la verdad, por favor!!- les gritó a sus cartas, volvió a barajar y volvió a sacar al azar las cartas: as de bastos, as de copas y as de oros.... ¡¡las mismas tres cartas!!.

Sin poder convencerse, le preguntó a su bola de cristal, ella nunca le fallaba... muéstrame bola de cristal, ¿habrá alguien para mi este año?. La bola comenzó a develar una figura que la delineó primero de abajo hacia arriba, hasta que lo vio.

Severus Snape.-

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora