Capítulo 2

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Su ropa cara y su rostro angelical, no pudieron cubrir su estado destruido.

Parecía tan brillante como su cabello, y tan completo con sus prendas de diseñador, su piel sin imperfecciones y sus labios humectados, pero para mí, solo era una gran fachada.

Y aún así, nunca me atreví a indagar en su vida.

Mi mejor amigo siempre ha sido tan importante para mí, como quererme a mí mismo.

Pero había una línea que nunca había cruzado, porque a lo que dedica su vida, parece ser la única manera en que él realmente sobrevive. Nunca se quejó, ni mostró algún malestar por ello, y es la única razón por la que no me atreví a hablar del tema.

En los últimos meses sin embargo, había visto un cambio significativo en su aura. Ya no es más ese JiMin que solía disfrutar del sexo sin compromiso que compartía con hombres de la alta sociedad.

Al principio cuando descubrió que él tenía algo que le gustaba a hombres de mucho poder, se emocionó y llegó de inmediato a contarme como había conseguido una suma significativa por realizarle una felación a un pez gordo del gobierno.

Esos hombres disfrutan de jóvenes dispuestos a sexo sin compromiso y no les importa pagar grandes sumas, con tal de cumplir fantasías sexuales; que JiMin estuvo dispuesto a cumplir.

Aunque al inicio fue un desastre, porque muchas veces se aprovechaban de su poder e intentaban abusar de mi amigo. Por lo que terminamos entre él y yo, escribiendo un contrato donde habían varias claúsulas que daban cierto respeto por él.

Esto consiguió que se moviera en un solo nivel de estatus. Y cuando se dió su lugar, encontró en ello un trabajo en donde se dio el lujo de escoger.

Ahora creo que tiene suficiente dinero para vivir sin trabajar de nuevo, pero él siempre dice que estar de vago nunca fue de su gusto.

Hay tantas cosas que contar de JiMin, mi mente está llena de información sobre él. Mis últimos años de vida han girado en torno a él, y aunque es un gran amigo, también hay un vacío allí.

Le he dedicado tanto que siento no tener una vida propia. Y es la razón por la que ahora, intentaré darle su espacio, incluso si eso significa tener que huir de mi propio departamento.

No recuerdo la última vez que tuve algún encuentro sexual con alguien, mi apetito sexual se redujo a cero hace muchos años. Hace un año cumplí treinta y no me considero realmente viejo, pero al parecer mi cuerpo está atrofiado.

Supongo que JiMin se lleva el récord de sexo por ambos.

Sentí que al alejarme un poco de esta manera, conseguiría que él también vea las cosas de una manera diferente.

Fuimos solo los dos durante demasiado tiempo y siento que mi realidad se distorsiona.

Mis horas laborales son bastante extensas y ajetreadas, por lo que siempre termino exhausto y deseoso de llegar a casa.

Pero hoy debía hacer la excepción.

Una compañera que había sido trasladada hace un mes, había mostrado cierto interés en que nos vieramos, y anteriormente me negué porque aun no había llegado a la conclusión de qué hacer con mi vida. Pero ahora descubrí que ella puede ser mi manera de salirme de mi rutina.

Me decidí a dejar de lado tanto pensamiento y a la hora del almuerzo, la invité a cenar esa misma noche. Ella no dudó en aceptar y se mostró bastante interesada en nuestra salida.

Sentí una nueva emoción atravesarme, al saber que esta noche sería diferente. No tenía pensado llegar tan lejos por ahora, pero quería simplemente conocer a la chica y saber que tan compatibles podemos ser. Ella parece agradable y bastante educada.

Al estar haciendo el corte del día, junto a mis otros compañeros, recibí un mensaje de JiMin.

"HoSeok, hoy estoy libre en la noche... ¿te parece 8:30?"

Sentí un golpe pesado sobre mi estómago.

Mi corazón se partió entre las dos opciones que tenía. Sin entender a que se debía ese miedo a negarle algo por primera vez.

Lo imaginé incluso alistando su ropa, para que cuando fuera la hora, él estuviera sentado en la mesa del restaurante que acordaríamos por mensaje. Y de esa manera nunca me había hecho esperar, incluso si sabía que él, Park JiMin, es el ser humano más impuntual incluso con los hombres que le pagan.

Nuestra amistad siempre se trató de privilegios.

Demasiados privilegios.

Suspiré y levanté mi mirada, allí estaba la chica, sonriendo junto a los otros compañeros de trabajo.

—Has esto por tí mismo, HoSeok.— me alenté, antes de enviar la respuesta.

•••

Como pueden notar es una historia de capítulos cortos, tampoco será super extensa

Fear.

Like Crazy | HopeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora