De los veinte clientes fijos que había mantenido y que la cifra continuó bajando, ahora se encontraba en 8.Muchos solo me buscan una vez al mes y otros cada dos semanas. Y algún privilegiado que me busca cada semana, pero ese solo es el caso del señor Kim.
Cancelé contrato tras contrato cuando me encontré viendo una de las fotos instantáneas de HoSeok en mi repisa. Esa foto donde sale sonriente como nunca y la toma fue hecha por mi. En la foto está apoyado en el respaldo de su cama, con su torso desnudo y el resto de su cuerpo cubierto por una sábana blanca.
Su cabello desordenado y su rostro hinchado después de dormir son tiernos. Éramos demasiado jóvenes en ese entonces y el momento fue tomado a la ligera, y por esa razón decidimos tomar una foto de recuerdo.
No indagué más, ni tampoco pensé en que mi foto no está conmigo. Una donde salgo al lado de HoSeok, y esta vez fue tomada por él, al estirar su largo brazo y capturar el momento.
Cada mañana de las siguientes semanas que regresé al departamento y lo encontré solo, esa foto de HoSeok fue mi consuelo.
Y también cada momento antes de salir del lugar, rumbo a un nuevo trabajo, fuera de día o de noche.
Esa noche, 4 semanas después de la discusión con HoSeok, uno de los 3 privilegiados llamó una madrugada.
Luego de una fiesta que tuvo aparentemente después de una reunión, su pobre secretaria llamó con voz cansada, contándome sobre la solicitud de esas horas. El señor quería un poco de diversión excitante y entonces, tomé una ducha para llevar a cabo toda mi limpieza tanto externa como interna, y fue una suerte no haber comida tanto antes de dormir.
Esto de realizar una lavativa, también era cansador. Tantos años haciendo lo mismo, preparándome para estar limpio y evitar infecciones internas, y que sólo realza la calidad de mi trabajo.
Tomé el traje que iba con este cliente. Este hombre no es uno de los mejores con los que he tratado, pero sus privilegios hacen que deba tratarlo muy bien.
Luego de tomar un taxi y volver a quejarme de nunca aprender a conducir, entré al lugar que me indicaron.
Subí por el ascensor y la señorita estaba esperándome en el último piso. Hizo una reverencia y con una sonrisa se disculpó —Se que la hora está un poco fuera de lugar, pero el señor Lee se puso un poco irritante pidiendo por usted.—
—No se preocupe, solo hacemos nuestro trabajo... Y el señor Lee, ¿Se encuentra borracho?—
—Un poco, si.—
Fruncí el ceño y caminé al lugar, tomando valor, porque esto no olía muy bien.
Al entrar, encontré al cliente sentado en un sofá, en una pose relajada con las piernas abiertas y mostrando su dureza a través del pantalón de vestir. Su cinturón suelto, a la espera de que yo continuara con el resto. Pero lastimosamente se iba a aguantar esa erección hasta que alguien más quiera hacerle el favor.
Porque ya no estaba soportando más de este cliente. Suficiente tuve en los años pasados y en cierto modo, las palabras de HoSeok siempre calan hondo.
Su mirada se iluminó al verme, y sonrió con excitación —Ven, JiMin... se una buena putita y siéntate sobre mi, ya estoy duro de solo esperarte.— palmeó sobre su miembro y lo sostuvo en su mano.
Sonreí amable, pero me mantuve en el mismo lugar —Señor Lee, está demasiado borracho y sabe lo que dice mi contrato.—
Bufó, y se revolvió el cabello, que ya estaba lo suficiente desordenado y horrible a decir verdad —A la mierda el contrato... pago una fortuna por tu maldito tiempo, y te regalé un auto que rechazaste, al menos muestra un poco de lealtad a tu cliente y compláceme.— señaló con un dedo, una línea desde mi lugar hasta el asiento vacío a su lado.
—Será mejor que me vaya.— al darme cuenta que esto continuaría sin sentido, porque pelear con un borracho es exhausto; me giré y tomé el pomo.
—¡JiMin!— gritó fuerte en tono de advertencia y volvió a hablar —Tengo hombres de seguridad que no van a dejarte salir, no lo intentes y hagámoslo fácil.— la amenaza salió fácil para él.
Abrí la puerta de todos modos y el hombre de nuevo gritó —¡Park JiMin!— y de pronto un hombre se colocó frente a la puerta que abrí.
Me giré sin mostrar el temor que empecé a sentir, pero no es la primera vez que un cliente hace esto —¡Señor Lee!— grité en su mismo tono de advertencia, frunciendo el ceño y mostrándome a mí mismo que no le paso por encima al estúpido contrato, que hizo el estúpido Jung HoSeok. Saqué mi teléfono —¡Un solo click en mi teléfono y su contrato se termina! Y no quiere saber de qué manera termina... la prensa estará contenta de escuchar todo lo que sé de usted.—
Se levantó y sonrió con burla, prepotente, me señaló como si yo fuera la basura en este cuarto —¿Crees que puedes amenazarme? No eres más que un insignificante puto asqueroso, que se gana la vida haciendo mamadas y dejándose follar... pero tu belleza se acaba, JiMin, entonces nadie va a quererte.—
—Gracias por el consejo, señor Lee.— hice una reverencia lenta y al ponerme derecho, continué con una sonrisa —Supongo que su experiencia lo ha llevado a saber eso... ahora que solo con dinero puede conseguir un poco de sexo.—
Gritó con mucho enojo y se giró a la mesita de licores, tomó una de las botellas de licor y la lanzó en mi dirección, me cubrí con las manos y sentí donde la misma me pegó con fuerza, luego escuché el estruendo del vidrio romperse en el suelo.
Salpicando el caro licor y pedazos de vidrio.
Apreté la pantalla del teléfono y cancelé ahí mismo el contrato.
—Espero que le guste mi regalo.— di media vuelta y salí por la puerta, donde estaba todavía el guarda, lo miré cuando intentó detenerme —Suerte tratando con el señor Lee cuando sepa sobre la sorpresa, será mejor que entre.—
El hombre frunció el ceño y me iba a detener, hasta que escuchó el grito del señor Lee.
Sonreí ante el disfrute y caminé por el pasillo, liberado una vez más. Siete. Solo quedan siete clientes, ¿Eventualmente llegaré a cero?
Me sentí satisfecho por mi osadía de enfrentar a un hombre tan poderoso y que me había hecho mucho daño, hasta que sentí mi rostro mojado y un palpitante dolor despertando en mi brazo.
•••
Fear.
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Like Crazy | Hopemin
Romance"HoSeok, hoy estoy libre en la noche... ¿te parece 8:30?" Un corto mensaje de texto, entendible para nuestra rutina. "Lo siento, cena del trabajo." Su respuesta tardó como nunca había sucedido, pero fue igual de corta. Y así, comenzó esto. •💕Hopemi...