Capítulo 21

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(Tn)___________ se sentó encima en el borde de la cama. 

Su hermano roncaba como de costumbre y Lucy dormía como si eso fuera lo más normal del mundo. Nuevamente estaba en el cuarto de la pareja, durmiendo entre ellos, como lo hacía desde la semana desde que Julian se fue. 

En esa última semana salió con sus amigos la mayoría del tiempo, siempre a tomar un café o perderse entre las calles de la ciudad; ese día iría a visitar a los chicos con Cecile. Por lo que sabía, ellos alojaron a Ryan en el pent-house, el mismo día que su novio tomó el vuelo a NY.

-No te preocupes.- Le decía Natan.- Los dos sabemos que Julian volverá.

¿O quizás no?

No lo había llamado, en ningún momento. Ni una llamada, ni un mensaje, ni un e-mail. Ni una señal de que estaba vivo y la seguía amando. ¿No podía enviarle aunque sea una rata muerta por correo?

Se recostó en la cama, en el mínimo espacio que le daban los dos para descansar, es decir, un pequeño y acolchonado espacio entre la pareja donde podía sentir los olores y sonidos de su hermano al dormir. 

La primera noche lo pudo soportar pero conforme pasaban los días, ella estaba harta de no poder tocar ni con la punta del pie su dormitorio. ¿Es que tanto miedo le daba estar sola?

¿Tanto temor le causaba la partida de Julian como para alejarse de la soledad? 

Julian la había cambiado en cuerpo y alma, en su personalidad, su forma de pensar, en todo. Fue un ángel salvador que la sacó de una vida que la podría llevar a una catástrofe. Ahora, la había dejado para sobrevivir sola. Por un momento debía de estarlo ¿No?

Dormir esas pocas horas hasta la mañana la recompusieron en algo. 

Se levantó con el ánimo algo recompuesto y se vistió con algo casual como son una camiseta roja y jeans; Lucy la esperaba con una taza de café abajo en la cocina. Faltaba una hora para que Cecile llegara.

-Te noto mejor.- Le dijo Lucy cuando se acercó a la mesa.- Tu cara ya no parece la de un muerto.

-Ja, ja, qué risa.- Respondió ella con sarcasmo.

-Sigues con tus pulgas.

-Soy un perro pulgoso sin hogar.

-Lo dice la nena que hace poco era una zorra.- Dicho esto, le sacó la lengua, arrancando una sonrisa involuntaria de los labios de la chica.- ¿Ves? 

-Tienes razón.- Tómo un sorbo del amargo líquido y miró a su amiga, su cuerpo aún no estaba cambiado del todo como era obvio ya que tenía recién unas pocas semanas o mejor dicho, días. Se imaginaba en la forma en que cambiaría al empezar del todo la maternidad. Su panza crecería y su humor satírico y rebelde podría acrecentarse o, a lo mejor, decaer pero llevándola a convertirse en una bola llena de lágrimas y mocos. Ninguno de los dos extremos le agradaría.

-Julian qué estará haciendo...- Dijo sorpresivamente Lucy apoyando su antebrazo en la mesa.- Creo que se estará muriendo de pena por no verte.

-O quizás pasándoselo bomba con un montón de putas baratas en algún bar neoyorquino.- Replicó (Tn)_________ algo disgustada. La sola idea de verlo con otra chica la volvía... celosa, celosa al cien por ciento, cosa que no lo había sentido antes quizás por la carencia de sentimientos que tenía antes, antes de conocer a Julian y pasársela de chico en chico.

-No digas eso. ¿Crees que si te amara lo haría?

(Tn)________ no dijo nada. Se limitó a volver a tomar el café y dejar la tasa en el lavaplatos. 

Why Do You Want Him?!?!? (Secuela de "Tan Ruda como Yo")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora