Capítulo 80

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Thiago: ¡Dejame de joder, Jazmín! —gritaba enojado, caminando por una habitación— Sos insoportable, siempre rompiéndome la cabeza con el mismo tema.

El cuarto era grande. Tenía una gran cama en el medio; a un lado de esta, una cuna; y enfrente de ambos muebles, un placard.

Jaz: ¿Por qué será? —respondió irónica. Mientras Thiago iba de un lado a otro, la Gitana lo perseguía— Estás haciendo cualquiera, Thiago.
Thiago: Y si quiero hacer cualquiera, ¿qué?
Jazmín: ¿En serio me preguntás? Ya no sos vos solo, ¡ahora tenés una hija!

Por los gritos de la discusión, una bebé de menos de un año que se encontraba durmiendo en su cuna despertó y comenzó a llorar. Apenas la escuchó, Jazmín fue hacia ella.

Jaz: Ya está, Alai, ya está —intentaba calmarla—. ¿Sabés qué? Hace lo que quieras, pero después atenete a las consecuencias.

Enojada, Jazmín salió hacia otra parte de la casa, dejando a Thiago solo en la habitación. Este dudó entre ir con ellas o quedarse, pero se decidió rápidamente por la segunda opción. Se dirigió al ropero, se cambió de ropa, y se preparó para irse.

Llegó al boliche y no tardó en llenarse de personas, bebidas, y una falsa idea de diversión. Cuando la noche estaba terminando, se subió a su auto y volvió a la casa, donde su novia lo esperaba.

Jaz: Son las 5 de la mañana, ¿sabías?
Thiago: Se me parte la cabeza, no empieces —respondió, a la vez que trataba de acercarse a la escalera para ir a su habitación a descansar.
Jaz: Yo no empiezo nada, ¡sos vos el que llega borracho todos los días!
Thiago: Mañana hablamos, Jazmín.
Jaz: No, vamos a hablar AHORA.

Lo agarró de un brazo y lo llevó a la cocina.

Thiago: ¿Qué querés?
Jaz: ¿Qué mierda tenés en la cabeza? ¿Como cambiaste tanto en tan poco tiempo? Te miro y no te reconozco.
Thiago: No quiero hablar ahora, ya te dije.

Está vez, Jazmín dejó que se alejara. Sin embargo, cuando estaba por salir de la cocina, dijo:
Jaz: Te lo advertí, Thiago.
Thiago: ¿Qué? —exclamó desconcertado, frenando su paso.
Jaz: Nos vamos.
Thiago: ¿Quiénes se van? —Se dio vuelta— No te entiendo.
Jaz: Alai y yo.

Thiago se quedó paralizado por unos segundos, tiempo que la rubia aprovechó para pasar a su lado y volver al living.
Thiago: No, no se pueden ir... —Recién es ese momento notó los bolsos que se encontraban junto a la puerta.— No te la podes llevar, es mi hija también.
Jaz: Que bueno que lo recordaste, pero ya es tarde.
Thiago: Jaz, por favor...
Jaz: No, basta. Te di tiempo, traté de ayudarte, pero hasta acá llegué. Todo tiene un límite.
Thiago: Sé que no estuve haciendo las cosas bien, últimamente, pero...
Jaz: Ni te gastes —lo interrumpió—. ¿Cuántas veces me prometiste lo mismo, ya? "Voy a cambiar", "Dame otra oportunidad, no les voy a fallar".
Thiago: Pero esta vez es en serio.
Jaz: A esta altura, no te puedo creer.

Después de unos cuantos minutos más de discusión, Jazmín subió, agarró a Alai y se encaminó a la puerta de salida, seguida por el padre de su hija.

Thiago: Jazmín, por favor... —pidió llorando, mientras ella abrigaba a la beba.
Jaz: Basta. —En ese momento, sonó su teléfono. Lo agarró, leyó el mensaje y dijo:— Nos vamos a ir a la mansión, Nico nos vino a buscar, ya está afuera.

A la vez que Thiago seguía insistiendo, la Gitana agarró los bolsos y salió a la calle, dónde la esperaba Nico. Este la ayudó a subir al Jeep y miró decepcionado a Thiago, aunque no dijo nada. Finalmente, se marcharon.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2023 ⏰

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