Capítulo 55

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En la cocina:
Vale estaba sentada en la mesa mientras que esperaba a Simón, hasta que entró Rama. Él se dirigió a la heladera y se sirvió un vaso de agua fresca
Vale: tronco, ¿Podemos hablar?
Rama: no, Vale. Hace tiempo que nosotros dos terminamos, no tenemos nada de que hablar
Vale: si tenemos. Yo quiero volver. Nos separamos por una pavada, pero vos no me dejas ni que me acerque
Rama: no fue una pavada. Yo te corté porque me mentiste, no puedo confiar en vos
Vale: no seas exagerado, eso ya lo habíamos hablado. Estábamos bien, y después me cortaste. Nunca entendí por qué. ¿Vos me amas?
Rama: si. ¿Y vos me amas?
Vale: obvio que si
Rama: No lo siento
Vale: ¿Eh?
Rama: si era por mi, te hubiera perdonado hace un montón
Vale: ¿Y por qué no lo haces?
Rama: porque no me amas
Vale: ¿Cómo no te voy a amar? Rama, por favor. Estuve semanas tratando de remarla para que me perdones, ¿Cómo podés decir que no te amo?
Rama: ahí tenés razón, puede ser que todavía me ames. Pero te gusta Simón ¿O no?
Vale: otra vez con lo mismo... No me gusta Simón, nada que ver
Rama: veo como lo mirás, te estás empezando a enamorar de él
Vale: te estás yendo al pasto. Yo nada más quiero estar con vos -Vale se acercó a Rama, en cualquier momento se iban a besar. Pero justo entró Simón

Simón: Ya estoy listo Vale, ¿Vamos? -dijo el payasito entrando a la cocina, sin darse cuenta de que Rama también estaba ahí. Al escuchar su voz, ellos se separaron
Rama: ¿Ves? Andá con él, mejor
Vale: no, tron...
Rama: chau -no la dejó terminar la frase y se fue, dejando a Vale un poco enojada

Vale: ¡No lo puedo creer! -gritó
Simón: ¿Qué pasó?
Vale: traté de que Rama me perdone, pero es muy difícil. Encima, recién nos estábamos por besar, pero entraste vos
Simón: uy, perdón. No sabía -le respondió culpable
Vale: está bien, no fue tu culpa.
Simón: ¿Pasó algo más con Rama?
Vale: si, esta loco ¿Sabés que piensa? Que lo deje de amar porque me gustas vos, osea, cualquiera. Nosotros somos amigos ¿O no?
Simón: si -dijo un poco triste, aunque Vale no lo notó
Vale: para mí que a él le gusta otra, y por eso no quiere volver. Y claro, usa como excusa que yo no lo amo... Pero ya está, hablemos de otra cosa -después de descargarse:- ¿Qué te pasa vos?
Simón: ¿A mí?
Vale: si
Simón: nada
Vale: te conozco, Simón, estás de capa caída
Simón: bueno, tenés razón... Corté con Melody, lo nuestro no daba para más
Vale: uy, que bajón
Simón: igual, después, cuando hagan ronda de amigas, seguro que ella te cuenta todo.
Vale: ¿Y por qué terminaron?
Simón: porque ella tiene razón, la descuide, no le di atención... Mel me preguntó si la dejé porque me pasan cosas con alguien más
Vale: ¿Y fue por eso?
Simon: ese fue uno de los motivos, pero por favor no digas nada, es un secreto
Vale: yo no pienso decir nada, quédate tranquilo
Simón: Yo... estoy enamorando de otra chica
Vale: ¿Qué? ¿Y se lo dijiste a la jirafa?
Simon: no, ya la lastime mucho. Si le decía esto me iba a odiar -Vale lo abrazó entendiendo la situación
Simón: bueno, ya está. Gracias -mientras se separaban
Vale: de nada
Simón: ¿Vamos?
Vale: ¿A dónde?
Simón: a mi casa. ¿Te acordás que me dijiste que me ibas a acompañar a cuidar a Valentín mientras mis papás llevaban a Sole al médico?
Vale: ah, cierto. ¿Te molesta si me quedo? No tengo mucho humor como para ir
Simón: ¿Segura? Por ahí, si venís te distraes
Vale: no, en serio. No tengo ganas
Simón: okey
Vale: ¿No te enojas?
Simón: no, está todo bien. Bueno, me voy porque sino no llego
Vale: okey jaja
Simón: chau -Simón le quiso dar un beso en el cachete, pero sin querer se lo dió muy cerca de la boca- Uy, perdón
Vale: no pasa nada -Simon se fue, y Vale se quedó en la cocina. Se sentó en una silla y, recordando su pelea con Rama, se fue a buscar un poco de helado a la heladera. Cuando se sentó a comer, entraron Tefy y Mel. Las dos lloraban. Cada una busco una cuchara y se pusieron a comer helado con Vale, ya que ella les había convidado. A los segundos llegó Mar, luego Cari, y más tarde Jaz. Las tres hicieron lo mismo que el tero y la jirafa, y se quedaron las 6 en silencio comiendo helado.

Casi Ángeles: ¿Todo igual o diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora