Amantes Heartrender [Fivan]

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Corazones encontrándose
💘

   Zoya, Alina, Genya, David... Fedyor estaba feliz de volver a verlos luego de todo el caos que se había desatado en Ravka contra los Grisha cuando se les sentenció a muerte debido a que creían que todos servían al General Kirigan, quien al fin había mostrado su verdadero rostro. Aquello era más que mentira, muchos de sus compañeros (al igual que él) se negaron a seguirlo luego de revelar sus planes para hacerse con Ravka en un levantamiento que tenía como cubierta el "salvar y mantener seguros" a los Grishas. Fedyor no estaba en contra de proteger a sus camaradas, estaba en contra del método a usarse. Él nunca fue admirador de los enfrentamientos, las guerras, los debates por lo correcto o no. Encontraba que había formas más pacíficas (diplomáticas) para resolver las cosas. Sin embargo, eran pocos quienes creían así.

Fedyor y los demás Grishas que le habían acompañado para "rescatar" a Nina (quien no necesitaba ser rescatada, aparentemente) cruzaron el Redil hasta Ravaka Oriental de regreso al Pequeño Palacio, encontrando que las cosas se habían volteado en su contra, siendo perseguidos por los soldados del primer ejercicio bajo la orden del Rey. Logró escapar junto a otros pocos, encontrando que había un lugar seguro al cual ir.

—¿¡Fedyor!? —Zoya se sorprendió cuando lo vió, siendo detenido por los guardias que obviamente no confiaban en ellos.

—Zoya. —sintió alivio al verla. Nunca fue cercano a ella, era más amiga de Iván que de él, pero era agradable ver un rostro familiar entre todo ese caos. No le importó los guardias, les pasó con facilidad hasta llegar a la Squaller para atraparla en un abrazo que no negó. —Estoy feliz de ver qué estás bien. —dice aún sosteniendola entre sus brazos. —¿Cómo... ¿Quién más está aquí?

La respuesta llegó sola, con Alina, Genya y David apareciendo. Inmediatamente fue a abrazarlos, incluso a David, quien tampoco se negó al gesto. Luego fue interrogado.

Les contó, el como había estado fuera en Ravka Occidental sin saber nada de lo que estaba pasando, enfrentando la realidad de la situación cuando cruzó el Redil y fueron atacados por el primer ejército. Mantuvieron un perfil bajo, viajando hasta que escucharon sobre el lugar seguro donde estaban ahora. Ninguno tenía el deseo de presentarse al General Kirigan, quien aunque los recibiría, sólo los utilizaría para sus planes. Ellos no querían eso.

—Es bueno saber que están de nuestro lado. —Alina, que había cambiado mucho desde la última vez que la vió, le regaló una sonrisa aliviada. La entendía, en esa guerra de todos contra todos, tener amigos de tu lado era la mayor de las ventajas.

—Zoya. —luego de la pequeña plática feliz por volverse a encontrar, Fedyor se acerca a la chica que se había mantenido apartada. Cuando ve que se acerca, su corazón golpea un latido con fuerza.

Zoya sabía lo que Fedyor preguntaría.

—Tú... —el Heartrender no tiene una buena sensación ante el latido del corazón de Zoya, además de su mirada severa. Ella sabía lo que iba a preguntar, y aparentemente la respuesta no le iba a gustar. —¿Dónde está Iván?

Zoya llena sus pulmones de aire antes de contarle como ella e Iván habían salido en una misión con Kirigan, relatando lo que ocurrió en el esquife de arena. Dudando unos segundos antes de decirle como vió a Iván caer y perderse entre las sombras.

—Entiendo. —Fedyor le regala un asentimiento de cabeza antes de salir del salón donde estaban, recibiendo varias miradas. Camina por los pasillos hasta que encuentra una habitación aparentemente desocupada, cerrando la puerta detrás de él. Se toma un segundo hasta sentarse en el piso, la espalda contra la madera, las rodillas contra su pecho para rodearlas con sus brazos y ocultar su rostro. Él lo entendía, en serio, eran soldados, la muerte siempre estaba detrás de ellos. Sin embargo, no significaba que no doliera.