(11) Ojalá olvidar

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"Pónganse al lado de un vaso, tienen 10 minutos para elegir uno y tomarlo, pueden verlos cuantas veces quieran, está prohibido tocarlos antes de tiempo, sino será Game Over para el que lo toque."

- Cuidado con este vaso, seguro es el envenenado.

El chico me miró un poco confundido y con miedo pero supongo que confió en mí porque cuando terminó el tiempo agarró otro vaso y al tomarlo no pasó nada, vimos como el que le dije que era distinto lo tomó un señor y se murió al instante.

En las otras rondas hice lo mismo y pasó lo mismo que la anterior, quedábamos sólo el niño y yo.

Nos quedamos viendo los vasos mientras trataba de tener una respiración pesada y ojos llorosos.

Con la voz entrecortada le dije:

- No tomes este vaso, está envenenado.

Me lo quedé mirando como si tratara de decirle que me prometiera que no lo tomaría.

Terminó el tiempo y el niño me hizo caso y eligió otro vaso.

Antes de tomarlo lo miré a los ojos y esbocé una pequeña sonrisa mientras mi cara iba cambiando poco a poco hasta decirle:
- Gracias

"El juego terminó, Congratulations"

Ya estaba acostumbrada a que soñara esto, ya no me afectaba pero sí me sorprendió que haya matado a un niño por mi supervivencia.

Viendo las circunstancias creo que lo haría pero como no lo experimenté no puedo estar 100% segura.

Lo escribí en mi libreta y cada vez se completaban más cosas. Parecía una historia, y en esta mi hermana también moría...

- Sabes que no te librarás de mí...

Esa voz...no entendía cómo era que estaba escuchando una voz, y más esa.

Más bien, cómo era que ella me estaba hablando y yo la escuchaba, no es posible.

Me di la media vuelta lentamente y al verla quedé petrificada.

Era Hanako otra vez.

Es una ilusión

Es una ilusión

No es real

No es real

No puedo escucharla

No puede hablarme

No es verdad

Es todo una ilusión

Vi como se iba acercando poco a poco y al estar casi que tocando mi nariz mostró una sonrisa de oreja a oreja, los ojos estaban muy abiertos y las pupilas se le achicaron.

De la nada sus lágrimas empezaron a caer como cataratas.

No entendía cómo era que no escuchaba excepto a ella, escuchaba su respiración, cómo lloraba, pequeños sonidos que hacía, sus pasos, todo.

- Dijiste que volveríamos a casa cuando termináramos los juegos, me lo prometiste. ¿Acaso cumpliste con tu promesa? - dijo alejándose de mí y poniendo su dedo índice en su pera y sus ojos miraban hacia arriba como si estuviera pensando. - Mmmmm...no, no lo hiciste. Me mataste para sobrevivir, es todo tu culpa.

No podía emitir sonido alguno, estaba congelada y mi respiración se iba acelerando cada vez más.

Es tu culpa

Es tu culpa

Ella podría vivir si tu estuvieras muerta

Deberías morir

COMO UN DÉJÀ VU; Chishiya X T/nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora