Luego de los acontecimientos de Alice in Borderland, T/n tratará de volver a su vida normal. Sin embargo, será difícil para la chica ya que el tener alucinaciones de su hermana fallecida y tener sueños extraños hará que no sea fácil para ella.
...
- Entonces taxes son impuestos en inglés - dije dudando un poco.
- ¡Exacto! - respondió Hina con emoción.
- ¿Entonces decir I'm a taxes evader está bien?
- En realidad no dices taxes evader sino tax evader - contestó ella. - Obviamente evadir los impuestos también está mal pero no tiene importancia hablar de esto ahora.
Mostró una pequeña risa cómica al decir esa oración, para ser mayor que yo era un poco inmadura.
Antes de poder seguir noté como Hina miró hacia la puerta con confusión, supuse que sonó el timbre.
- ¿Me das un segundo? - preguntó la chica levantándose y acercándose a la entrada.
Al ver de reojo noté una figura alta y un poco musculosa pero no veía bien su cara.
Aún así pude ver que Hina se notaba muy feliz, hasta sorprendida por la llegada del hombre.
Sin mucho más el señor entró a la casa con una enorme sonrisa.
Tenía la piel bronceada, un poco de barba y pelo negro.
Llevaba una remera y pantalones ajustados negros que hacía que se notara más su musculatura.
Su pelo era corto y un poco levantado hacia arriba, su mandíbula estaba muy marcada, parecía extranjero.
Al ver que se estaba acercando me levanté y lo saludé con una reverencia.
- T/n, él es mi padre - dijo la chica mientras lo abrazaba con felicidad.
- Un gusto conocerla - respondió el hombre
- El gusto es mío - respondí aunque me incomodaba conocer a alguien de esta forma.
- Estábamos estudiando inglés - mencionó Hina
- ¿Las interrumpí? Mil disculpas, si quieren me voy del...
- Nonono, quédate por favor. Ya estábamos por terminar. Hace mucho no te veo
Al decir eso se sentaron enfrente mío sin sacar sus sonrisas de sus rostros.
- ¿Querés algo de tomar? - le preguntó Hina
- Si por favor.
De mis peores pesadillas, tengo que estar a solas con un desconocido. Ojalá Hina venga rápido.
- Perdón por venir así de repente, es que volví de un viaje de trabajo y tenía que ver a mi hija luego de tanto tiempo.
Sólo asentí incómoda evitando verlo o los ojos.
- Me pone muy feliz que tenga una amiga, muchas personas se alejan de ella por su personalidad sin filtros. - continuó. - Me contó mucho de ti y de lo buena personas que eres.
Seguí callada, mostré una pequeña sonrisa pero bastante forzada. Nunca creí que conocería a un padre que amara tanto a su hija.
Sentí que no merecía ese halago.
Por suerte Hina volvió y empezaron a hablar de otros temas que no me interesaban.
Quería irme pero no sabía si era el momento.
Estaba en lo mío hasta que vi como Hina empezó a llorar, no estaba entendiendo la situación porque no estaba prestando atención.
- Te extrañé mucho papá - dijo Hina en llantos
- Yo también pequeña - contestó el padre abrazándola con dulzura
De alguna forma mi boca se abrió ligeramente y sentí un vacío en el pecho que no podía explicar, me quedé congelada mirando la escena.
Mi cara se suavizó y sentí un gran nudo en la garganta.
No podía seguir acá, me tenía que ir.
Agarré mis cosas y me fui en silencio, sentía una gran tristeza en mi interior.
No quería volver a mi apartamento así que me fui a una cafetería cerca.
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