Luego de los acontecimientos de Alice in Borderland, T/n tratará de volver a su vida normal. Sin embargo, será difícil para la chica ya que el tener alucinaciones de su hermana fallecida y tener sueños extraños hará que no sea fácil para ella.
...
Me quedé leyendo un libro en el sofá, pasó una hora y media y Chishiya aún no llegaba.
Era poco probable que volviera a su casa ya que aún seguían sus llaves y celular en mi apartamento así que supongo que no tardará mucho en volver, aunque no sé porqué se fue en primer lugar.
Antes de poder seguir leyendo vi de reojo como alguien se acercaba a mí. Al voltear vi que era Chishiya con una bolsa del supermercado.
"No tenías mucha cosa en la heladera así que traje cosas para cocinar el almuerzo."
"No tenías que molestarte, ¿cuánto te debo?" pregunté mientras me paraba para buscar mi billetera.
Él se acercó a mí para que lo viera y así poder contestarme.
"No me debes nada."
Enseguida se acercó a la cocina para sacar las compras y empezar a cocinar.
Vi como se iba a hacer una cola de caballo pero no tenía una colita para atarse el pelo.
Rápidamente agarré una que tenía en mi mesa de luz y se la di.
"Podrías dejártela en la muñeca para no perderla."
Él sólo me miró y enseguida sacó su mirada mientras se formaba una pequeña sonrisa de lado en su rostro.
Cada vez que lo veía era más atractivo que antes.
"¿Precisas ayuda?" pregunté, no quería que él haga todo. A fin de cuentas de alguna forma era mi invitado.
"No."
"Te voy a ayudar de todas formas." dije atándome el pelo en una cola baja y poniéndome un delantal para no ensuciarme. "¿Qué vamos a cocinar?"
"Takoyaki." dijo con seguridad
"Es la primera vez que hago ese platillo." contesté para luego agarrar mi celular y buscar la receta.
Chishiya sacó el aparato de mis manos y enseguida respondió: "Te enseño."
Asentí con la cabeza y me empezó a decir lo que se precisaba para hacer un buen Takoyaki.
"Andá cortando el repollo y la cebolla en pequeños trozos, yo cortaré el pulpo y el benishōga."
Me llama la atención que recuerde a la perfección como se hace esta comida en específico, seguro lo hizo muchas veces por varios años.
Al terminar con el repollo me quedé mirando la cebolla por unos segundos, no tenía nada para poder cubrirme los ojos.
No quería que Chishiya me vea con los ojos llorosos pero no había de otra.
Antes de empezar vi como él me entregaba unos lentes que eran específicamente para cuando tengas que cortar cebolla, le agradecí y empecé a picar mucho más calmada.
Estuvimos media hora haciendo todo, no hablábamos mucho, Chishiya a veces me decía lo que tenía que hacer a continuación pero no mucho más.
Dejamos los buñuelos en el horno y nos sentamos en la mesa uno al lado del otro mientras esperábamos a que se haga la comida.
"Veo que tienes experiencia haciendo Takoyaki." mencioné mirándolo directamente a los ojos.
"Mi madre los hacía cuando era pequeño, me la quedaba viendo hasta que supe todo el proceso de memoria." contestó mientras miraba para otro lado recordando sus días de juventud.
"Nunca me contaste sobre tus padres." respondí curiosa.
"No es muy importante." contestó evitando la mención a su familia.
"Para mí sí." dije. "Quiero conocerte más."
Chishiya hizo un pequeño suspiro para continuar: "Mis padres se casaron por conveniencia para poder asegurar la posición del hospital en el que trabajaba mi padre. Nunca hubo amor entre ellos. Él pasaba horas en una computadora con un montón de libros de medicina así que nunca hablaba con él. Aún así seguí sus pasos y estudié medicina."
"¿Por qué estudiaste esa carrera?" pregunté curiosa, tenía que aprovechar esta oportunidad en la que Chishiya se estaba abriendo. No es algo muy común que pase.
"Para ver si genuinamente me importaba la vida, quería saber si salvando vidas me iba a ayudar a encontrar un interés en la vida." siguió. "Fue en vano."
Mi cuerpo se acercó un poco más hasta que mi pecho tocaba la mesa, mi mirada estaba atenta a cada detalle que Chishiya mencionaba.
"¿Por qué lo fue?"
Se quedó en silencio un momento, como si sintiera arrepentimiento por lo que estaba a punto de contarme, o eso es lo que podía adivinar de su inexpresiva cara.
"En secreto tiré a la basura el testamento de un paciente fallecido que confiaba en mí."
Me quedé en shock por la confesión y por lo grave del asunto.
Nunca pensé que él haría algo así.
Con razón fue en vano todo su esfuerzo, seguía siendo una persona indiferente.
"¿Te arrepientes?"
"Sí."
Me sentí aliviada cuando respondió, puede que haya cometido algo muy malo pero por lo menos se arrepintió, eso es lo importante.
"¿Crees que sigues siendo la misma persona que cuando tiraste el testamento."
"No."
"¿Cuándo crees que cambiaste?"
"Luego del accidente cambié ligeramente, pero casi nada. Alguien más hizo que ese pequeño cambio sea mayor."
"¿Quién?
Se tomó un tiempo en responder, miró por la ventana que tenía en frente por unos segundos.
El sol entraba directo desde ahí y poniéndose en la cara de Chishiya, haciendo que resplandeciera con un brillo cálido.
Sus ojos brillaban mientras él los entrecerraba un poco por la luz.
Enseguida movió su cabeza para verme, no dijo nada, se quedó mirándome con un rostro suave, creo que hasta se le dilataron las pupilas.
Ahí entendí, con una mirada me dijo todo.
Se me formó una ligera sonrisa cálida para luego acariciar su cabeza con dulzura.
Antes de poder hacer algo más Chishiya se levantó y con un guante sacó los Takoyakis.
Me quedé unos segundos viendo cómo traía la comida.
Se veían deliciosos y no podía esperar para probarlos.
"Gracias por la comida." dijimos al mismo tiempo antes de comer.
Al probar el primer bocado mis ojos resplandecieron de lo rico que estaba, me estaba muriendo de la emoción aunque no se notara.
Sentía como un montón de flores sakura aparecían alrededor mío.
La comida me ponía muy feliz y más si lo cocinas con alguien que aprecias.
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