ʟᴜᴄɪᴅ ᴅʀᴇᴀᴍ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ

VII

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Lucid Dream

❝Real❞

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Cuando las luces se atenuaron nuevamente, la multitud se dispersó, dejando el lugar vacío de a poco. Pero Chaeyoung no podía moverse de donde estaba. Parecía tener los pies fijos en el suelo y la mirada en la japonesa, aunque esta ya había desaparecido del escenario.

El lugar estaba casi completamente vacío, cuando Mina salió de aquel intimidante escenario, lista para irse del lugar. Estaba medianamente oscuro, pero al sentir una mirada seguirla, se tensó ligeramente.

Sus miradas nuevamente se encontraron, esta vez en la oscuridad. Chaeyoung estaba emocionada, quería saltar y abrazarla, hablarle de muchas cosas, incluso felicitarla por su presentación, pero el miedo la invadió ¿Qué tal si ella no era la misma? ¿Y si solamente era una coincidencia? Tragó salvia y abrió la boca en un intento de hablar, pero nada parecía salir. La japonesa también seguía en trance, parada mirandola a ella. La más baja deseaba con todas sus fuerzas saber qué estaba pasando ahora por su mente, si la había reconocido, si estaba tan muerta de miedo como ella, pero ninguna se podía mover.

─¡Mina, apúrate! ─La llamó una voz desde fuera, sacándolas de aquel trance.─ ¡Vamos a ir a celebrar! ─La japonesa movió su cabeza en dirección a aquella voz.

─Voy... ─Dijo suavemente, volviendo a mirar a la pequeña que la miraba fijamente. Chaeyoung sintió un pequeño escalofrío al escuchar aquella voz que coincidía con la que escuchó en sueños. Mina le dió una ultima mirada y salió del lugar.

Chaeyoung se quedó unos minutos más, hasta que decidió poner sus piernas en marcha y salir de allí también. Tenía la esperanza de que Mina siguiera allí afuera, ya que quizas le daba un brote de valentía y se animaba a hablarle, pero no fue así. No quedaba nadie allí fuera, por lo que, con un sentimiento raro en el pecho y en el estómago, decidió volver a su casa.

...

Intentó hacer algunos deberes de la universidad, pero no podía pensar en nada más que en aquel encuentro. Decidió dejar todo de lado y tumbarse en la cama, quizás a escuchar algo de música mientras intentaba pensar en otras cosas, pero, sin darse cuenta, cayó dormida.

Su sueño parecía volver a como era días atrás. Silencioso, bajo su control completo y bastante solitario. No le gustaba eso, ya que le estaba haciendo sentir un ligero temor. Tenia miedo de que, después de esto, Mina no fuera a aparecer nunca más.

Comenzó a sentir una ola de emociones negativas golpearla, lo cual estaba mal, ya que emociones así pueden volver sus sueños más inestables. Todo comenzaba a distorsionarse, las figuras dejaban de tener sentido y empezaba a ver como si una tormenta estuviera deshaciendo cada parte del mundo que había creado.

El viento se llevaba violentamente pedazos de todo lo que la rodeaba. Ya no quería estar dormida, quería despertar. Esto la estaba haciendo pasar un mal rato.

─Despierta, Chaeyoung. Despierta. ─Se repetía a sí misma mientras se daba palmadas en la cara, en un intento de que alguna de esas la despertara. No estaba funcionando.

Todo se detuvo de repente, como si alguien le hubiera puesto pausa a todo. Chaeyoung miró a su alrededor y no comprendía lo que pasaba. El viento se detuvo y también todo lo que este se estaba llevando.

─¿Por qué no te acercaste a hablarme? ─Esa voz. Los ojos de Chaeyoung buscaban de manera desesperada a la dueña de esa voz, a la cual conocía bien. Al encontrarla, su corazón se detuvo. Se veía preocupada. Sus finas cejas estaban ligeramente fruncidas y sus ojos, oscuros como la noche, la miraban buscando una respuesta.─ ¿Por qué no me dijiste "Hola Mina, soy yo"? Dime por favor que esa eras tú.

Su voz sonaba como si fuera a partirse en mil pedazos. Chaeyoung tragó seco y dio unos pasos hacia ella.

─Tenia miedo.─ Confesó. Mina la miró con confusión.─ Tenía miedo de que no hayas sido tú y que todo este tiempo mi cabeza me haya estado jugando una broma de mal gusto.

─Chaeyoung, sí era yo ¿Entonces, sí eras tú? ─Sus ojos negros mostraron un destello de esperanza que movió el suelo de la coreana, quien asintió suavemente con una pequeña sonrisa.

Mina corrió hacia ella y la envolvió en un abrazo. Chaeyoung se sorprendió, pero la envolvió en sus brazos instantáneamente. Era el abrazo más real que pudo haber sentido en sueños.