❝Cada vez que Chaeyoung se va a dormir, sueña con un mundo que puede controlar a su antojo. Creyó estar sola en ese lugar, hasta que se encontró con una chica que se la pasaba vagando por los alrededores.
[...]
─Este lugar me hace sentir menos enoja...
El tiempo había pasado. Chaeyoung le pidió a Mina que hicieran muchas cosas juntas, sin preocuparse por la condición de la menor. Quería que sean felices juntas sin preocupaciones.
A Mina le había costado aceptar del todo el hecho de que, en algún momento, tendría que ver a la persona a quien mas amaba partir de este mundo. De vez en cuando lo recordaba al verla sonreír, haciendo que un nudo se forme en su garganta. La sonrisa de la menor, la cual siempre venía decorada con un pequeño hoyuelo, era bellísima. Saber que algún día dejaría de verla, estrujaba el alma de la japonesa, por lo que se prometió hacerla sonreír todo lo que pueda.
Una vez Chaeng le dijo que jamás se había subido a una montaña rusa. Es más, jamás había ido a un parque de diversiones ¿Cómo puede ser? Mina no podía permitir eso, así que ¿Qué mejor que sorprenderla llevándola a uno?
─Yaaaa, Minaaa. ─Se quejaba la coreana, la cual tenía los ojos vendados. Mina rió y tomó su mano.─ Dime a dónde vamos~
Ambas estaban en un taxi, dirigiéndose al nuevo parque que había abierto en la ciudad. Todo el camino Chaeng intentó adivinar el destino de ese viaje, pero todas las veces se había equivocado.
─Ya casi llegamos, aguanta. ─Respondió Mina entre risas, acercándose para dejar un beso en sus labios, los cuáles estaban formando un puchero.─ Te va a gustar, lo prometo.
El taxi se detuvo y la japonesa le pagó al chofer, para luego ayudar a su novia a bajar del vehículo. Dieron unos pasos hasta que Chaeyoung escuchó la voz de de su novia junto a su oído, erizándole los vellos de la nuca.
─Ya puedes ver, Chaengie ─La menor obedeció, quitándose la venda. Al ver lo que había frente a ella, su mandíbula cayó y se quedó observando por unos minutos, sin creer lo que veía.
─Mina, u-un parque...─ Una sonrisa se formó en sus labios y saltó a abrazar a su novia, quien la sujetó por la cintura y giró con ella en brazos, haciendola soltar una risa inocente, casi infantil.─ ¡Me trajiste a un parque! ¡Un parque, Mina!
Corrieron tomadas de las manos hacia los juegos. Chaeyoung señalaba alguno al grito de "¡Mina, subamos a ese!" y la japonesa, totalmente enamorada de la alegría su novia, obedecía. Así hicieron con todos los juegos que pudieron. También se acercaron a un puesto de peluches, donde te los ganabas si le dabas a diez patitos de goma con una pistola de balines. Mina intentó, y falló de una manera impresionante, causando que su novia se burlara de ella.
─Déjame que intente yo. ─La coreana de baja estatura tomó la pistola y el dueño del puesto la miró retador, levantando una ceja. Chaeyoung sonrió de lado y, uno por uno, tumbó a todos los patitos y le sobraron dos tiros, dejando a todos los que estaban alrededor impresionados. Chaeng tomó la pistola y simuló que soplaba el cañón de esta, victoriosa.─ Estas son cosas que aprende uno cuando tiene hermanos.
Todos rieron y Chaeyoung eligió su premio: Un enorme tigre de peluche, el cual llevó por todo el parque ¡Incluso lo subió al carrusel!
Luego, para finalizar aquella linda tarde, Mina decidió que debían subir a la montaña rusa. Era lo que siempre había querido Chaeyoung, por lo que ambas estaban en la fila, emocionadas. Cuando llegaron al frente, casi que no dejaron pasar a la menor por su estatura, pero ella se quejó tanto, chillando repetidas veces "¡Pero mire! ¡Sí paso la flechita! ¡Sí llego, señor!", haciendo que el encargado, aún no muy convencido, la dejara subir.
─Estoy nerviosa, Minari. ─Habló Chaeyoung riendo, sujetandose bien fuerte de la barra que la mantendría en su lugar. Mina le sonrió y tomó su mano.
─Estoy aquí, Chaengie. No temas, igual no va tan rA-...─ No pudo terminar de hablar porque la atracción comenzó a avanzar rápidamente. Ambas cerraron los ojos por unos segundos, para luego abrirlos y estallar en risas nerviosas, mientras el carrito subía hasta el punto más alto.─ ¡Levanta los brazos! ¡Así es más divertido, Chaengie!
La menor la miró con una sonrisa y obedeció. En el instante que sus manos subieron, siendo acariciadas por la brisa, el vagón bajó por la empinada pista, haciendo que todos los que estaban allí griten -algunos de miedo, otros de emoción-. Chaeyoung nunca se había sentido tan eufórica, parecía que se le iba a salir el alma por la nariz y que su corazón iba a-...
─Augh...─ Se quejó de manera casi inaudible -puesto que habia mucho ruido en el lugar-, llevándose una mano al pecho y aplicando presión en la zona. La respiración parecía comenzar a faltarle y Mina notó esto. Al verla, la miró alarmada y comenzó a gritar que detengan el juego, pero no parecían escucharla por la cantidad de ruido. Siguió por unos minutos, asegurandose cada dos segundos que Chaeyoung esté -medianamente- bien. Cuando el carrito se detuvo, Mina prácticamente saltó del asiento, quitándose todos los medios de seguridad, para luego liberar a su novia y cargarla.
─Necesita una ambulancia. ─Dijo alarmada a uno de los encargados, quien tecleó rápido el número de emergencias en su celular.─ ¡Qué sea rápido!
...
⚪ chaeyo.0 :
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chaeyo.0 having fun! 🎢 . . . pd.: gracias por la foto, extraña de la feria @momo
