VIII

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Lucid Dream

❝Especial❞

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─Me quedé congelada, Chaeng.─ Confesó Mina, mientras ambas chicas se encontraban recostadas en el suelo mirando el cielo, disfrutando de este encuentro onírico. Chaeyoung rodeaba a Mina con su brazo, manteniéndola cerca de ella.─ Vi tus ojos marrones y eran exactamente a lo que había soñado... literalmente.

Ambas rieron levemente. Chaeyoung comprendía. Ella también se quedó paralizada al ver a la japonesa, quien se veía súper intimidante e intocable cuando estaba bailando, quedó anonadada.

─Tenemos que volver a vernos pronto, Mina. Quiero hablar así contigo en persona, prometo estar segura de que eres real esta vez. ─Intentó bromear la menor de las dos, pero la japonesa le dió una pequeña sonrisa triste.

─Sobre eso...─ Mina tragó seco antes de pronunciar palabra alguna. Chaeyoung la miraba con interés, observando como la japonesa parecia estar ordenando las palabras en su cabeza antes de hablar.─ Mañana me tengo que ir a Japón, tomaré el primer avión que salga a la mañana. Pasaré un tiempo allí con mi familia...

─Pero volverás ¿Verdad?─ Mina le dió una mirada dolida a la más pequeña. Al ver esto, Chaeyoung sintió su corazón caer al suelo.

─N-No lo sé, Chaeng...─ Habló apoyando su cabeza en el hombro de Chaeyoung.─ Espero hacerlo pronto, sí. Pero el futuro no es muy prometedor.

─¿Por qué?

Chaeyoung se irguió, sentándose para mirar a Mina. Ella hizo lo mismo. La coreana la miraba con confusión, tenia el ceño fruncido y la miraba buscando una respuesta en la oscuridad de los ojos de la chica de sus sueños, los cuales por el momento no parecían encontrar una respuesta que la tranquilizara.

─Mis padres están mal económicamente y... Ellos son los que pagan la mayoria de mis cosas aquí... Ya sabes, mi departamento, mis clases, casi todo...─ Se lamentó la japonesa, mientras intentaba calmar sus nervios dando palmaditas en sus propias piernas con sus manos. Chaeyoung notó esto y decidió apoyar su mano sobre una de las de Mina.─ Por eso queria verte. Sólo eso quería antes de irme hasta quién sabe cuándo.

─Y yo no fui capaz de acercarme siquiera... ─Se culpó, apretando suavemente la mano de su amiga de sueños.

...

Ni bien despertó, Chaeyoung se dirigió directamente al aeropuerto. No estaba usando nada en especial, no iba peinada de una manera en específico, ni siquiera llevaba calcetines pares. No se arregló, se fue directamente al aeropuerto.

Sus ojos escaneaban todo el lugar en busca de aquella japonesa. No tenía ninguna pista de cómo iba vestida, de qué color era su equipaje, ni siquiera si iba con alguien. Sólo debía buscar su rostro de porcelana, sus ojos negros.

El primer avión aún no salía, así que se apresuró a recorrer todo el aeropuerto con tal de encontrar a Mina. Al cabo de unos minutos, se cruzó con aquel rostro de porcelana y supo que era ella.

Mina tampoco parecia estar vistiendo nada en especial, estar peinada de alguna manera en específico. Parecía decaída, y Chaeyoung lo comprendía.

Esta vez se armó de valor, juntó toda la valentía que podría caber en su cuerpo de pequeña estatura, y caminó hacía ella. Sólo bastaron unos pasos para que Mina notara su presencia. Ambas se quedaron quietas, mirándose mutuamente desde lejos. La japonesa preguntándose si esto era real y Chaeyoung tomando aire para acercarse más.

─Hola, Mina... ─Pronunció Chaeyoung mientras se paraba frente a ella con una sonrisa.─ Soy yo.

Mina borró su rostro anterior y puso su mejor cara de alegría. Estaba genuinamente feliz. Sus ojos brillaron y su cuerpo decidió dejar todo lo que estaba haciendo, soltó su equipaje y dejó caer su vaso de café al suelo, para abalanzarse sobre Chaeyoung, dandole el saludo que debió darle aquella vez.

Si bien, ninguna estaba vistiendo nada en especial, ni estaban peinadas de ninguna manera en específico, ahora cada detalle se volvió especial ya que ambas guardarían este recuerdo bien pegado a sus corazones.

Mina recordaría que Chaeyoung tenia su cabello castaño en una coleta baja, estaba usando una camiseta de tirantes blanca, unos pantalones cargo desgastados de color café oscuro y una camisa a cuadros de un color verde opaco. No tenía calcetines pares, ya que uno era rosado y el otro tenía rayas celestes, blancas y rojas. Recordaría el aroma de su desodorante, el cual tenia un toque de coco. Recordaría lo calida que se sentía.

Chaeyoung recordaría que Mina llevaba su cabello largo y negro suelto, dejándolo caer por sus hombros. Que estaba usando una sudadera violeta, unos jeans holgados y algo rasgados, junto a un lindo par de zapatillas blancas. Recordaría lo lindo que se veían sus lunares en persona, y el olor de su perfume, el cual olía a lavanda. Recordaría lo frías que se sentian las manos de la japonesa contra la piel de su cuello.

De repente ese momento dejó de ser mundano y pasó a ser algo importante que recordarían para siempre, algo especial.

ʟᴜᴄɪᴅ ᴅʀᴇᴀᴍ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora