Por una noche- Pedri González

Sudadera

Se estaba poniendo el sol y con eso el calor del sol se estaba yendo y llegaba el frío.

Los chicos empezaron un pequeño partido en nuestra terraza.

Tienes frío?- me pidio Pedri viniendo hacia la mesa.

Ahora que no hay sol si- le dije- creo que voy a ir a por una sudadera- le dije levantándome.

Toma- me dijo y se quitó su sudadera de Balenciaga marrón y me la dio- yo jugando tengo calor- me dijo guiñándome un ojo y volviendo donde estaban los demás.

Yo me giré con las mejillas ardiendo y menos mal que no había nadie más, porque si mi padre llega a ver eso le hecha de casa.

La sudadera me venía enorme y olía a el.

Me volví a sentar en la sillas mirando el movil y sintiendo su mirada de vez en cuando.

Vi como mi padre hablaba con alguien en la cocina y luego venía hacia mi.

Hija ven- me dijo mi padre serio y me asusté pero le seguí a la cocina.

Hola Isabel- me saludo Xavi el entrenador del barça y nos dimos dos besos.

Hola- le salude amablemente.

Supongo que sabrás porque estamos aquí, no?- me pidio el y yo asentí.

A ver, hemos visto tus notas, tu media, hemos hablado con los sitios en los que has trabajado y también teniendo en cuenta tu familia y que tienes una buena formación- me fue explicando el- hemos estado hablando con el físico terapeuta y nos ha dicho que podría estar contigo un tiempo hasta que vea que dominas a cada chico y luego se jubilaría así que la beca es tuya.

Se me dibujó una sonrisa en la cara enorme al igual que a mi padre.

Muchísimas gracias- le dije dándole un abrazo- no te vas a arrepentir.

Eso espero- me dijo y yo me fui hacia el salon en el que estaban mis hermanas y mi madre.

Me la han dado- les dije.

El que?- me pidió Salma.

La beca- les dije- me voy a Barcelona.

Mi madre se levantó y me abrazo fuerte.

Felicidades Isabel- me dijo- te la mereces.

Voy a decirle a los chicos si se quieren quedar a cenar que ya es tarde- nos dijo y se fue.

Nos abandonas- me dijo Daniela.

Hay no seas exagerada- le dije y me senté en medio de ellas dos pasando mis brazos a cada una y acercándolas a mi- podéis venir cada finde si queréis.

Por mi vale- me dijo Salma y las dos reímos.

Dani no llores- la dije al verla secarse las lagrimas.

Es que te voy a echar de menos- me dijo

Y yo a vosotras- le dije.

Esa sudadera es nueva?- me pidió Salma- te va muy grande y no es de tu estilo. 

No es mía- le dije riendo.

Creo que te has perdido muchas cosas hermanita- le dijo Daniela- nuestra hermana tiene algo con el canario.

Pedri!- gritó ella y yo le tapé la boca.

Cállate por favor- le dije y las tres empezamos a reír.

Chicas venid a elegir una pizza- nos gritó nuestro padre desde la cocina.

Mis hermanas se levantaron corriendo hacia la cocina y yo me levante y en el camino me encontré a Pedri con las llaves del coche en la mano de camino a la puerta.

Te vas?- le pedí extrañada.

Tranquila amor- me dijo- no te abandono, solo voy a buscar una chaqueta.

Quieres tu sudadera?- le pedí- tengo las mías arriba.

Ya se que tienes arriba- me dijo y yo reí- pero te queda mejor a ti, ahora vengo- y le vi salir por la puerta y yo me fui a la cocina.

He pedido de jamas y queso para nosotras tres- me dijo Dani comiendo pan y yo asentí.

Vale fea- le di un beso y me fui a fuera.

Estuvieron contando chistes y riendo toda la cena, me sentía cómoda con ellos.

Pedri se había vuelto a sentar a mi lado pero esta vez mientras todos cenábamos el puso su mano en mi pierna, ya que iba en shorts y su sudadera, el puso su mano en mi muslo y mientras hablaba con mi padre iba moviendo su mano y subiendo cada vez más y apretándome, haciendo que tuviera que concentrarme para no perder el control.

El siguió así toda la noche mientras hablaba con los demás, de vez en cuando subiendo más la mano, mientras tanto yo estuve toda la cena callada mirando a la gente mientras hablaban.

Cuando se fueron ya eran las 12:46 de la noche ya que mañana ellos volaban a Barcelona de vuelta.

Mi hermana había estado hablando casi toda la noche con el chico que me dijo que le parecía mono, Balde, ella estaba feliz hablando con el, le brillaban los ojos, mañana hablaría con ella para que me contará de que habían hablado tanto tiempo.

Había quedado con Xavi que empezaría en dos semanas a trabajar con ellos, el se lo anunciaría a los chicos durante estos días.

Me subí a mi cuarto aun con su sudadera puesta, cuando el se iba le dije que se la llevara pero me dijo que no, que me la quedara, que asi tenia exuda para volver a verme.

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