FINAL

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5 años después

- Fer, comete la galleta cariño, luego del banquete no me va a gustar nada - le dijo Pedri a un renacuajo que correteaba por el salón

- ¡No! - gritó firme - el tito Gavi me ha prometido que me iba a dar chuches

- Pero eso es después amor, ahora te tienes que comer esto - le dije yo

Efectivamente, Pedri y Lu habían tenido un hijo, tenía 3 años, pero estaba más espabilado que nosotros si nos descuidamos.

Se llamaba Fer, como su tío real y su abuelo, aunque Pablo y yo éramos los padrinos y al vivir al lado estábamos siempre juntos, así que decía que éramos sus tíos.

Gavi más bien como su hermano pequeño, no dejaban de hacer trastadas cada vez que se juntaban.

Y hoy...

Más bien en horas, iba a convertirme en la mujer de Pablo Páez. Éramos muy jóvenes aún, lo sabíamos, pero también sabíamos que si no era con él no iba a ser con nadie, y él igual.

Por mi parte, recuperé la memoria del todo hace 3 años.

Fuimos de viaje Lu, Sira y yo con todos los chicos del equipo, fuimos a un parque de atracciones y nos tiramos todos juntos por el tobogán. Fue divertido hasta que Balde y Ferrán cayeron encima de mi, preocupados por el tremendo golpe que me di en la cabeza.

Según ellos quedé inconsciente unos segundos y cuando desperté los abracé como si el año y pico que llevaba sin memoria no hubiese pasado.

Eso sí, era imposible olvidar todo lo que Gavi me había hecho sentir.

Pero... También me acordé de otra cosa.

De las tremendas ganas que tenía ella de saber en qué momento actuaba, de cuál era mi coreografía, de que me faltase un zapato antes de salir y que ella me dejase los suyos...

Se iba a pudrir en la cárcel.

Volviendo a mi tema, Lucía y mi madre se habían encargado de echar a los chicos del salón donde estábamos, y yo fui a colocarme mi vestido.

Al salir estaban Sira y Aurora también, y al verme las cuatro, ya maquillada, peinada y con el vestido que sin duda estaba hecho para mí, casi se ponen a llorar.

- Decid algo - dije nerviosa al ver que no gesticulaban

- No podemos - dijo Sira con las manos en la boca

- Eres un ángel Juls - dijo mi mejor amiga con las lágrimas saltadas

- A mi hermano le va a dar un infarto - afirmó Aurora

- ¿Mamá? - pregunté, seguía mirándome casi sin pestañear

- ¿Te acuerdas cuando fue tu primera competición de gimnasia y ganaste con solo 3 añitos? - asentí confusa - ¿Y cuando te dije que ibas a tener un hermanito?

- Mamá no entiendo nada - sonreí nerviosa

- Brillas más que en todos los momentos bonitos de tu vida juntos, princesa - dijo abrazándome y no pudimos evitar soltar ambas unos pequeños sollozos

- Venga, ya - dijo Lu absorbiendo por la nariz - que se nos va a correr el maquillaje

Las chicas comieron algo antes de irnos a la iglesia, yo me tomé un vaso de vino, me cagaba de miedo.

El vestido era precioso, era de cuello cerrado ya que tenía la espalda al aire, tan sencillo como especial. El maquillaje sutil y llevaba el pelo con un moño bajo y un velo larguísimo.

Llegué a la iglesia y me aturdió ver al mogollón de prensa que había en la puerta. Era normal, pero me sentía agobiada.

Mantuve compostura y el padre de Pablo alzó su brazo para que me agarrase a él.

- Estás preciosa yernita - me dijo con dulzura para tratar de quitarme los nervios

Sonreí agradecida y reí por el mote que me había puesto.

La música empezó a sonar y toda la gente se puso de pie.

Mis ojos se desviaron únicamente a él.

Era tan perfecto y estaba tan tan guapo que me podría morir ahí mismo.

Aunque, casi muero de verdad cuando vi que algunas lágrimas cayeron por su mejilla al acercarme a él.

Lo quería.

Lo amaba.

El cura empezó a hablar y Gavi entrelazó nuestros dedos, y después de toda la misa sin soltarnos y del montón de sentimientos que teníamos dimos el sí quiero.

- Os declaro marido y mujer - sentenció el cura

Y todos aplaudieron y vitorearon a nuestro beso como si se tratase del último gol del mundial.

Los quería a ellos mucho también, éramos una familia.

La boda fue espectacular, ambas familias se conocían y se llevaban bastante bien, incluso Aurora llevaba varios meses tonteando con mi primo Javi, que casualmente vivía en Sevilla estos años, y creo que no iban a ser los únicos porque algo le había atado a aquella ciudad más que los estudios.

- Gracias - me susurró Gavi cuando pudimos tener algo de intimidad

- ¿Por qué amor? - pregunté

- Por hacerme sentir lo mismo que el primer día que te vi - confesó

- Ahí te caí mal - reí inocente

- Eso te hice pensar, sabía que ibas a acabar siendo mía para siempre desde que te vi sentada en ese autobús - dijo digno

Solté una pequeña risita que le hizo sonreír.

- Te amo - dije agarrando su mandíbula para mirarlo fijamente

- Te amo más - dijo acortando la poca distancia que quedaba entre nosotros

••••••

Holiiii

Me sentía fatal con lo mal y soso que había quedado el final, así que pensé en esto para que el broche final sea bonito jejejeje.

Ahora sí doy por terminada está historia, os espero en las otras dos

Osqqqqq

Olimpiadas, ¿destino o casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora