𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄𝐒 ⬳ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

30 (II)

┉┉┉┉┉┉┉𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧┉┉┉┉┉┉┉

─ Seungjin, ¿te gustaría ser mi...? No. ─dije firme cuando mis ojos vieron a una única persona.─ No, no puedo.

─ ¡Hanbin! ¿Qué estás...?

Salí de la mesa, ignorando las palabras de mi madre, y con cuidado tomé la mano de Zhanghao, sacándolo de su escondite y mostrándolo frente a las miradas atónitas de todos.

Él se veía avergonzado y cohibido, pero si no lo hacía ahora, no me perdonaría lo que pasaría después. Apreté su agarre y suspirando con pesadez al fin me digné a dar explicaciones.

─ Seungjin, eres una chica amable y linda, pero no puedo hacerle esto a la persona que en realidad amo.

Le di una sonrisa a Hao, pero este solo intentaba ocultarse observando al suelo. Si no fuera por la oportuna situación, lo devoraría a besos.

─ Bromeas, ¿no es cierto? ─la voz chillona de mi madre volvió a aparecer, pero esta vez se oía con más odio.

─ ¿Por qué bromearía con esto, mamá?

─ Me estás haciendo quedar mal. ─soltaba entre dientes, pero yo solo me reí vacilante. ¿Hablaba en serio?

─ Tú decidiste hacer todo esto para mí cuando te dije repetidamente que no lo quería. ─mis palabras solo causaron que el infierno dentro de ella se desatara.

Con toda su molestia encima, tomó lo que sobraba de la comida en su plato y comenzó a lanzarla hacia mi cuerpo, pero no reaccioné, quería verla explotar en furia.

─ Eres un desgraciado malagradecido. Me estás humillando frente a todos.

─ Sigue hablando. Tú sola buscaste quedar así.

De pronto, comenzó a lanzar comida hacia el cuerpo de Zhanghao. Vi como él intentaba permanecer quieto, luchando por no sentirse mal.

Pero no toleraría eso, no lo merecía. Inmediatamente lo puse detrás mío, siendo yo quien ahora recibía ahora sus patéticos ataques.

─ ¡Todo es tu culpa! ¡Maldito infeliz! ─con un tenedor lo señalaba, y yo solo quería reír ante lo estupido que se veía todo.

─ A él no lo metas en esto. No es culpable de tu odio sin razón.

─ ¡Cállate Hanbin! Tú bien sabes lo que soy capaz de hacer. ─amenazó, pero no me sentía intimidado en lo absoluto. Ya no le tenía miedo.

─ ¿Y qué harás? ¿Manipular sus calificaciones para que no se gradúe? ─su rostro estaba rojo por el odio acumulado, aún así seguí hablando.─ ¿O qué? ¿Acaso negarás todo lo que me dijiste?

Ella bajó su mirada tomando su teléfono; yo sabía que no iba a quedarse calmada. Ella era capaz de usar cosas a su favor; la conocía muy bien.

─ Ni pienses en hacerlo, ¿no crees que sería muy obvio? Un gran grupo de personas ya se enteró de lo que quieres hacer.

─ No puedo creerlo Hanbin, ¿ahora estás en mi contra? ─decía ofendida. Su juego no funcionaría conmigo.