Taste Of Sun ⟡ Leon S. Kennedy & Ashley Graham

1. Colaboración

Quería escribir algo rápido que no me ocupase demasiado tiempo y pensé en aprovechar mi reciente experiencia jugando a Resident Evil 4 Remake, un survival horror donde el jugador se introduce en la piel de Leon S. Kennedy, un agente especial al servicio del gobierno de los EE.UU. Al que se le es encomendada la misión de rescatar a la hija del presidente, Ashley Graham. No he podido resistirme, y es que, ¡Leon y Ashley que tienen una química tan interesante y adorable...!

- Los eventos en los primeros capítulos narrados en este fic suceden durante algunas escenas del videojuego, con la intención de llegar a la parte narrativa que me interesa y ahondar así en cada uno de ellos. También añadiré escenas nuevas durante y después de los hechos canónicos del remake del videojuego.

- Hay mucha narración. Mucha. Quiero detallar los sentimientos de ambos .

- Habrá smut, y detallado, pero tardará unos capítulos en llegar (¿no estábamos aquí para eso?) porque quiero que antes todo quede perfecto.

- Alusiones a Ada x Leon, pero son más bien para presentar las diferencias entre sus sentimientos surgidos por Ashley.

TASTE OF SUN

Fic escrito por Chispasrojaside

 1. Colaboración

Ashley se encontraba encerrada en la Iglesia desde el ocaso. Su mirada se perdía a través de los vitrales góticos de las ventanas. Todo cuanto podía oír era el violento silbar del viento, la implacable sacudida de los árboles, más la furiosa tormenta precipitándose sobre el pueblo cercano y el siniestro bosque que lo rodeaba. Estaba aterrorizada. No sabía cuándo tiempo transcurrió desde su llegada; el cielo persistía del mismo tono gris oscuro, como el cemento, anubarrado y asfixiante, como si el sol jamás asomase sobre aquel valle que apestaba a muerte y corrupción.

Esa gente se hacían llamar Los Iluminados, hablaban español y todos parecían delirantes, al borde de la locura y puede que incluso habiendo perdido el juicio. Ashley los había oído murmurar las mismas frases casi como de una oración se tratase: puedes correr, pero no te puedes esconder... Aprisa, aprisa, se escapan los corderitos... Obedeced al amo y señor, al amo y señor...

Ashley gritó, lloró y suplicó a cada uno de esos seres que parecían haber perdido la humanidad en sus ojos, hasta que llegaron a la Iglesia y la empujaron sobre el altar. Unas manos más grandes de lo habitual, y frías, sujetaron su nuca sin piedad mientras hablan en esa otra lengua. Ashley perdió la coherencia cuando vio a uno llegar con una enorme jeringuilla. El pinchazo fue rápido: detrás del cuello. La abandonaron tras inocularle el virus T en su organismo. El pavor y la sensación de náuseas treparon desde su estómago hasta la garganta y lo siguiente que conoció fue la absoluta oscuridad. Desde que se despertó, había estado sola en la Iglesia, tras una puerta que alguien había bloqueado desde fuera. Ella misma se había encargado de empujar un pesado mueble detrás la misma, pensando que así se sentiría más segura. Su siguiente movimiento de desesperación le indicaba saltar por una de esas ventanas, pero desafortunadamente se descubrió no siendo tan valiente como se esperaba de sí misma.

Todavía estaba mareada, asustada y hambrienta. Tenía las manos frías y las piernas aún más heladas a causa de aquellos dichosos pantalones cortos verdes a cuadros que tenían aspecto de minifalda. Por no hablar de las medias rasgadas, las uñas llenas de tierra y la blazer ocre manchada por el barro y fango al que trató de agarrarse, arañando todo cuanto pudo mientras la sacaban del carro.

Abrazándose los brazos y las rodillas pensaba en casa, en papá, en su mejor amiga y compañera de dormitorio de la universidad y en todo lo que a una vez había aspirado... Empezando por estar viva.