Taste Of Sun ⟡ Leon S. Kennedy & Ashley Graham

10. Misión cumplida

TASTE OF SUN

Fic escrito por Chispasrojaside

10. Misión cumplida

Siendo la primera vez que expresaba sus sentimientos, se tomó bien el hecho de que estos se convirtieran es un secreto lícito entre esas cuatro paredes y él mismo. Cuando se separasen, nada más importaría que eso. Nada. Leon permaneció en vigilia por un largo rato, su forma de descansar desde hacía casi siete años. Llevaba muchos más sin dormir con la compañía de alguien, Ada nunca había sido de ese tipo, ella se había resistido a compartir con él ese tipo de vulnerabilidad mutua. Cuando bajó hasta su subconsciente, se sintió en paz con cada centímetro de Ashley presionada a él, cálida, mansa y satisfecha, y se sintió como una novedad saber que ella siempre había sido así y seguiría siéndolo cuando despertase a su lado. La respiración de él era lenta y nivelada, y en su sueño, su agarre aflojó, si bien una de sus manos permaneció entrelazada con la de ella hasta que su conciencia le abandonó por completo.

Ashley se despertó horas después de un sobresalto. En la cama apenas se había movido un centímetro, pero bajo sus párpados una figura encapuchada con las manos extendidas saltaba tras ella, y cuando se acercaba, la luz de una llamarada incidía en su pútrido y corrompido rostro y ella lo veía un instante antes de despertar.

Parpadeando en la penumbra de la habitación con pupilas dilatadas, se tragó su aliento bajo el techo que miraba, volviéndose consciente de la gran y caliente palma que envolvía el dorso de la suya. Girando la cabeza a un lado, contempló el rostro de Leon sobre la almohada. Por primera vez, Leon permanecía profundamente dormido. Debía ser la primera vez, en todo ese tiempo, que le veía dormir de verdad. No podría recriminarle, siempre cuidando de ella, ingiriendo estimulantes sin falta, que le mantuvieran despierto y alerta allí afuera.

El flequillo le tapaba el rostro, cubriendo parte de sus párpados cerrados, de largas pestañas, y un rostro de hermosas facciones. Ashley no se atrevió a tocarlo, como si fuera una pieza de extrema fragilidad, sabiendo que lo sacaría del sueño y lamentaría haberlo hecho como nunca antes, pese a lo mucho que quería darle un beso. Con cuidado, deslizó su mano bajo la de él y se arrastró sobre el colchón muy suavemente para salir por su lado de la cama.

A través de las ventanas, el amanecer estaba a punto de irrumpir en el cielo, el aire fresco y limpio, con el azul añil prendiéndose en el horizonte de la ciudad. En el cuarto de baño, ella se lavó el rostro y contempló su propio reflejo sobre el lavabo. Estaba segura de que en esas últimas veinticuatro horas había recuperado algo del peso que perdió allí afuera, siendo sus mejillas algo más redondas, habiendo dejado aquel aspecto pálido y demacrado que remarcaba las bolsas negras bajo sus ojos. Recolocándose la ancha camiseta sobre su figura, descubrió una marca rosada en la parte inferior de su cuello y el calor le subió a la cara. Leon, maldijo en su mente, sus labios curvándose.

Saliendo del baño, pasó por la entrada del dormitorio para comprobar que Leon continuaba en su lugar, dormido como un tronco, por lo que se marchó hacia la cocina pensando en adelantarse a su desayuno. Tenían un cartón de leche, media docena de huevos y pan, cortesía del servicio del restaurante. Estaba revolviendo unos huevos con un chorro de leche en la sartén, cuando unos brazos le rodearon la cintura. Leon empezaba a acostumbrarse a hacerlo y le gustaba demasiado, sin duda.

—Me has preocupado cuando no te he encontrado en la cama —murmuró algo ronco.

Ella liberó una carcajada suave, apagando la vitrocerámica y apartando la sartén del fogón, él tarareó sobre su hombro, apartándole el pelo con una mano, y luego claramente ensimismado en su trabajo de besuquear detrás de su cuello, provocando que a Ashley le vacilara la voz.