Decir que la mañana siguiente transcurrió sin incidentes sería quedarse corto. Decir que empezó bien sería una mentira descarada. Al principio, despertarse fue bien, Yelena se despertó cuando Natasha soltó un pequeño bostezo somnoliento antes de acurrucarse más cerca. Las dos se abrazaron durante unos minutos antes de que Wanda se despertara junto a ellos, Tasha aún dormía pacíficamente aunque había comenzado a moverse un poco alejándose un poco de Yelena. Ahí fue donde comenzó el problema. Como no estaba acostumbrada a usar un yeso, Natasha soltó un pequeño gemido mientras se estiraba antes de estirar el brazo y golpear accidentalmente a Wanda en la cara. Wanda había dado un pequeño grito cuando se levantó, las manos agarrando su ahora sangrante nariz mientras la pequeña Natasha entraba en pánico a su lado.
- ¡Lo siento, lo siento, lo siento!- Gritó, acurrucándose en sí misma mientras se cubría la cabeza.
Normalmente, Wanda se habría reído, pero estaba tratando de averiguar cómo consolar a la niña mientras evitaba que le sangrara la nariz. Tasha pronto comenzó a llorar, pequeños sollozos ahogados se escaparon cuando Yelena se acercó a ella. Yelena acercó a la pequeña niña mientras le decía a Wanda que fuera con alguien que le revisara su nariz, o al menos que lo hiciera ella misma.
- Vamos, la tengo. Vuelve una vez que te hayan atendido o si necesitas ir al médico- Ordenó Lena, presionando un beso en la mejilla de Tasha mientras la mecía en sus brazos y murmuraba palabras tranquilizadoras. Wanda le agradeció antes de correr al baño, y cuando salió unos momentos después, las cosas se habían calmado un poco. Tasha todavía sollozaba miserablemente, con el pulgar en la boca mientras se calmaba. Miró hacia arriba cuando Wanda regresó antes de mirar hacia abajo con aire de culpabilidad. Wanda se acercó y se arrodilló ante ella, levantándole la cara y secándole las lágrimas con un pulgar suavemente.
- Sowwy- Tasha balbuceó, sollozando mientras caían un par de lágrimas más.
- Está bien, cariño, sé que fue un accidente. No hiciste nada malo, dulce niña, te lo prometo, así que no te vas a meter en ningún problema. Entonces, no más lágrimas, traigamos algo de comida a nuestros estómagos antes de ir al médico, ¿suena bien?- Preguntó ella, dándole una pequeña sonrisa. Tasha la miró por un momento, buscando algo y luego asintió cuando pareció encontrarlo, extendiendo los brazos para que la sostuviera. Wanda la levantó mientras se ponía de pie, dando un pequeño giro para hacerla reír. Yelena observaba desde un lado de la cama, los ojos siguiéndolos mientras sonreía ante la risa de su hermana. Ella chilló divertida al ver a Wanda lanzando un poco en el aire a Tasha mientras se dirigían a la cocina.
- De acuerdo, Rooskaya, Wanda ¿alguna idea sobre lo que queremos para el desayuno?- Preguntó Yelena mientras entraba en la cocina- No tenemos mucho ya que tenemos que ir a la tienda, pero puedes ayudarme a ver cuáles son nuestras opciones.
Wanda y Yelena hablaban mientras la rubia miraba a través de los gabinetes. Pronto se decidieron por la avena, siempre que se le añadiera azúcar de canela para que Tasha la comiera. Tasha las observó desde su lugar en los brazos de Wanda, todavía sintiéndose un poco triste por esta mañana pero tratando de ignorarlo. Wanda tenía razón, había sido un accidente. Apoyó la cabeza en la clavícula de la morena, disfrutando de la cálida piel que no cubría su camisón. Wanda notó que se tiraba un poco de la camisa y tenía una idea clara de lo que quería, pero decidió esperar hasta hablar con la Dra. Cho. La avena caliente pronto se terminó, Yelena sonrió ampliamente cuando agrego la azúcar de canela en cada tazón. Se dirigieron a la mesa, Wanda se detuvo por un minuto para traer una mamila con leche para acompañar.
El siguiente desafío vino con comer su comida. Mientras que cuando eran adulta, Tasha era ambidiestras, cuando era niña, Tasha era diestra, lo que ahora estaba fuera de servicio, lo que dificultaba comer con cubiertos. Clavó la cuchara en el tazón, tratando de sacar un bocado, pero siguió dejándolo caer en el tazón, sobre la mesa o incluso en su regazo una vez. Pronto se sintió frustrada y arrojó la cuchara con un gruñido de enojo.

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Pequeña Araña
FanfictionLuego de que una misión saliera algo mal. Los Vengadores y Yelena tienen que cuidar de una pequeña Natasha de 5 años. Yelena odia más que nunca a Dreykov por lo que le hizo pasar a su hermana a esa tierna edad, y también descubre más sobre el Condic...