𝐒𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝 𝐛𝐨𝐲┆ Tom kaulitz +18

013

"La canción"

—Mgh.—

Escuché un ruido, más bien era un quejido proveniente de Bill quien se removió.

Abrió lentamente los ojos, la mañana ya había llegado y probablemente lo que causó su despertar fueron los rayos de luz entrando por la ventana.

—¿Te sientes bien? — pregunté, por suerte tenía todo preparado para cuando se levantara, le ofrecí un vaso de agua y una pastilla por si tuviese resaca.

—Gracias.— dijo tomando el vaso de agua con la pastilla. —Perdón si causé problemas. —

Por un momento se calló ya que se dedicó a tomarse el agua y seguido de esto la pastilla.

—También hay algo de lo que tenemos que hablar. —murmuró.— Me tomé la libertad de escribir la nueva canción para la colaboración de Devilman con Tokio Hotel, ya sólo queda ensañarla y podrá ser mostrada en la próxima entrega de eventos este fin de semana. — anunció.

Esto si me tomó por sorpresa ¿Tan rápido? Ni siquiera recordaba eso.

—Tú. . Probablemente no nos quieras cerca después del problema con Tom, así que me tomé la libertad de terminar lo más rápido posible, después de la colaboración no nos volverás a ver. —

Realmente ahora si me había quedado sin palabras ¿era realmente lo que quería?

Aunque no era lo que quería, sabía mejor que nadie que era así como debía ser, tener contacto con los chicos me aseguraba que tarde o temprano también lo tendría con Tom, ni siquiera sabia cómo podría verle la cara en el evento del domingo.

Había olvidado el evento por completo, supongo que estuve concentrada en mi creciente depresión con Tom.

—Todos los chicos ya ensayaron sus partes, sólo faltas tú. — habló nuevamente, esta vez tomó ambas de mis manos, captando así mi atención.

—Claro, no los atrasaré más. — me forcé a esbozar una sonrisa.

Él dejó un rápido beso en mis mejillas y se levantó de la cama, estirando su cuerpo entumecido.

—Deberíamos ir a comer algo, supongo que los chicos ya están en el restaurante, estuvieron muy preocupados por ti toda la semana. —

Me límite a asentir y salí de la suite tomada de su mano.

Me encontraba sumida en mis pensamientos ¿realmente quería no volver a verlos?

En cuento llegamos a la mesa, los chicos se levantaron a abrazarme, dándome uno que otro regaño por asustarlos.

—Por suerte traje la letra de la canción compuesta, ¿Qué opinas ___? ¿Verdad que es genial? — dijo Devon dándome un par de hojas.

Me tomé el tiempo para leer la letra, era una canción realmente conmovedora.

me ponía los pelos de punta de sólo pensar lo profunda que era, sin duda no esperaba que Bill pudiese escribir canciones así.

—Es. . Diferente a nuestro estilo, pero sin duda es buena. —

¿Lo bueno? La letra era fácil de aprender.

¿Lo malo? El sólo leerla me hacía recordar a Tom.

Entregué las hojas de vuelta a Devon, quien sonrió triunfante.

—Bill definitivamente hizo un buen trabajo. — añadió Matthew.

—¿Ya comieron? — pregunté evadiendo el tema, más tarde me preocuparía por ensayar, el día de ayer ni siquiera dormí y no quería que lo primero que pensara fuera en eso.

—Nena, ya hasta estábamos por irnos. — Dijo Thomas entre bromas.

Bueno, entonces nos quedaría comer sólo a Bill y a mi.

Bill enseguida pidió una pasta italiana y yo sólo una ensalada.

—¿Estarás bien con asistir al evento? Recuerda que Tom estará ahí. — añadió Gustav de la nada, se notaba preocupado.

No sabía que ya todos sabían la situación, aunque era obvio que pasaría.

—¿Qué dices? Soy la vocalista de Devilman, además este proyecto ya se atrasó más de lo debido, incluso si no fuera por Bill se hubiera atrasado aún más, estaré bien, tranquilos. — esbocé mi mejor sonrisa y todos asistieron más tranquilos, aunque se notaba aún su desconfianza.

Bill se removió incómodo en su lugar.

Lo que la Evans no sabía, es que la canción no exactamente la había compuesto Bill.

De hecho, la había compuesto Tom especialmente para ella, era una vieja canción que Tom tenía escrita para ella, pero que por sus propios problemas, nunca se la pudo entregar.

Y hace un par de días Tom había acudido a su gemelo, entregándole canción y diciéndole estrictamente que no podía dejar que su chica supiera que esa canción era escrita de él para ella, ya que seguramente la rechazaría al instante.

Aunque muy en el fondo de su corazón el Kaulitz mayor quería decirle que era de él, que él siempre la amó pero por motivos que aún no quería revelar, en el pasado tuvo que alejarla.

A día de hoy la relación de estos dos era una completa montaña rusa, en un momento subían hasta lo alto, aferrándose a promesas lastimosas, jurándose amor y cosas que sabían nunca cumplirían.

Y al otro estaban peleando, odiándose a muerte y deseando nunca haberse conocido.

Ambos estaban conscientes de que se hacían daño, pero no querían soltarse.

Aunque ___ no sabía el motivo de las acciones de Tom, aún trataba de comprenderlo, quería aferrarse a que él realmente no era así, que algún día podrían estar juntos y todo sería un mal sueño.

Quería aferrarse a la idea de que Tom, su Tom, realmente no era tan idiota como ella veía, sólo por esta vez.

Mientras que a ciencia cierta, ni siquiera Tom sabía el por qué de sus acciones, cuando menos se daba cuenta ya estaba jodiendo todo de nuevo, dañando a la chica a la que juraba no amar, más sin embargo cada que veía sus ojos lamentables, no podía evitar que su pecho doliera.

Ambos eran un caos que se complementaba tan bien, antes de que todo comenzara, de las traiciones, antes de que Tokio Hotel comenzara a tener fama, su relación era envidiable.

Muchos pensaron que finalmente Tom había dejado de ser aquel "mujeriego insensible" pero a sorpresa de todos, él lo volvió a hacer nuevamente, era un ciclo de nunca acabar, lo hizo cuando tenían dieciséis y lo volvió a hacer tres años después.

Sin duda, ambos serían la perdición el uno del otro, ambos se destruirían.