015

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¿Te quedarías conmigo?

Thomas, quita tus jodidos pies de mi cara. — dije aduras penas.

Eran al rededor de las cuatro de la tarde y apenas despertaba, ya que si no mal recordaba llegamos a las seis de la madrugada, todos decidimos quedarnos en la suite de Devon ya que era la más cercana y sinceramente no teníamos ganas de caminar después del caos que hicimos ayer en el antro.

—¿Qué hora es? — preguntó Gustav quien estaba tirado en el piso.

—Las cuatro. — confirmé al ver el reloj colgado que había en la pared de el frente.

—Mgh, ya tenemos que levantarnos. — dijo Devon adormilado aún a lo que le dí la razón.

Esperamos unos minutos y poco a poco todos comenzaron a levantarse y una vez levantados cada uno fué a hacer sus tareas asignadas al día de hoy.

Unos fueron a sus habitaciones a ducharse, otros prefirieron comer primero mientras que otros preferían volver a ensayar para la noche.

Por mi parte necesitaba una refrescante ducha así que me fuí directamente a mi habitación a darme una larga ducha.

Pov's Tom

—¿Entuendes lo que tienes que hacer? — preguntó por onceava vez Bill.

—Si, sí, comprendí. — dije ya estresado— ahora me iré a dar una ducha, el evento no tarda en comenzar.

—¿Ensayaste? — preguntó Bill.

—La canción es mía, no hace falta, me la sé de memoria desde hace tres años. — dije como si no fuera obvio.

—Presumido.— bromeó Bill.

—Cierra la boca, Macky. — me burlé yo esta vez a lo que Bill alzó sus manos, sacando los dedos medios y dedicándome una mirada letal.

—Jódete.—

Reí antes de meterme a la ducha, el plan era sencillo, pero aún así no debía fallar, no tenía por qué fallar.

Pero ¿y si lo hacía?

No, joder Tom, no era momento de pensar en algo como eso en este instante.

Sólo necesitaba pensar que todo saldría como lo planeamos, que todo estaría bien.

Tomé una corta ducha de quince minutos y salí cuando me sentí lo suficientemente listo, tomé la ropa que me había dejado Bill sobre la cama y me cambié, incluso me eché un poco de loción y guardé aquella pequeña cajita que estaba sobre el tocador, en mi bolsillo.

Decidí dormir pues aún faltaban tres horas y no quería pensar en nada en lo absoluto, sinó me pondría aún más nervioso de lo que estaba.

Cuando se llegó el momento, Bill me levantó diciendo que ya era hora de irnos y así lo hicimos, subimos al auto que nos llevaría directo al lugar donde sería la entrega de premios.

El camino realmente se me hizo eterno, aunque sabía que era sólo mi mente auto-saboteándome.

Bajé del carro y automáticamente las fans comenzaron a gritar mi nombre y el de mi hermano, nos adentramos al lugar y a los lejos vimos a los chicos quienes nos esperaban.

𝐒𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝 𝐛𝐨𝐲┆ Tom kaulitz +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora