𝐒𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝 𝐛𝐨𝐲┆ Tom kaulitz +18

025

“last day in paradise”

—Si tuvieras que elegir entre la fama y nosotros, ¿qué elegirías? — Preguntó Thomas.

—¿Qué clase de pregunta es esa? , obviamente los elegiría a ustedes. — suspiré tomando la mano de Tom cuando ví que hizo una mueca de desagrado. —

—¿Tan importantes son para ti? — preguntó Tom con recelo. —

—Si no fuera por ellos no existiría nuestra fama, así que sí. — Me sinceré. —Seguramente Tokio Hotel es tan importante para ti, como lo es para mi Devilman.

—Seguramente sí.—

—Ya está oscureciendo, deberíamos hacer una fogata cerca del mar para, pasar el rato. —Propuso Bill y todos pensamos que era buena idea.

—Tom y yo iremos a buscar un poco de madera o algo que pueda mantener el fuego. — propuso

—Devon, Thomas y yo iremos por malvaviscos y aperitivos a la casa. — hablé.

—Matthew, Gustav y Georg, ustedes busquen un buen lugar. — avisó Bill y todos nos separamos nuevamente para hacer lo que teníamos planeado.

—Creo que no te ves tan feliz con Tom como antes. —Soltó Devon de la nada. —

—Es cierto, por alguna razón no se ven tan entusiasmados como al principio. — Thomas le dió la razón y yo voltee a verlos, sólo eran alucinaciones de ellos ¿no?

—Si algún día no quieres seguir más con esto, con él o con la banda... Puedes irte tan lejos como quieras, nosotros te apoyaremos ¿sabes? Lo importante siempre será tu bienestar. —

—Es cierto, de todas formas... Tenemos el dinero suficiente como para vivir cómodamente el resto de nuestra vida, incluso si decidimos retirarnos ahora, no pasaría gran cosa. — Thomas apoyó las palabras dichas por Devon, lo cual me dejó pensando.

—Estoy... Estoy bien con él, ¿de acuerdo? Soy feliz a su lado, y estoy agradecida de que por primera vez en la vida, no estámos discutiendo cada semana, todo va bien, quédense tranquilos. — dejé de hablar solamente para mantener aire y volví a decir entonces. —Además, si nos retiramos ahora les dejaríamos el camino libre a Tokio Hotel como la primer banda representante de Alemania. — Bromeé.

—De acuerdo, de acuerdo, pero la oferta siempre estará en pie. —

Asentí y sin darme cuenta ya estábamos parados fuera de la puerta de la gran casa que había alquilado Tom.

Abrí la puerta y todos fuimos directamente a la cocina, Thomas revisaba los cajones de la cocina en busca de los malvaviscos y Devon buscara en la nevera una que otra bebida.

Por mi parte fuí a la alacena a buscar unas cuentas bolsas de galletas y papitas.

—Devon ¿quieres que lleve chocolate? — pregunté alzando una mano para que pudiera visualizar las barras de chocolate en mi mano.

—Que clase de preguntas haces, es obvio, el chocolate es lo mejor. — Me arrebató las barras de la mano, abriendo una barra de chocolate y llevándola a su boca.

—En serio moriría si no existiera el chocolate. — Habló Devon.

—No hables mientras comes, idiota. — reí.