Peligrosa Obsesión

Capitulo Uno

Samael

Estaba caminando por el Benson Sculpture Garden, un parque que tiene muchas esculturas, de varios artistas internacionales. Es una zona repleta de árboles, plantas que están en perfectas condiciones.

Hasta que en mi caminata frené enfrente de una de esas estatuas que tenía forma de una mujer sosteniendo una canasta de esas que son de mimbre bajo su brazo derecho.

Fue cuando de repente la vi a ella, una chica de piel morena con pelo castaño oscuro, unos labios rojos gruesos, una nariz respingada y sus ojos, esos ojos que llamarían la atención de cualquier persona en ese lugar, eran de color grises oscuros.

Su forma de caminar era única, tenía unos jeans negros que le quedaban bastante bien para ser sinceros, un buzo de lana blanco que le combinaba con sus zapatillas del mismo color.

Por un momento cruzamos la mirada, y pareció una eternidad, como si me hubiera hechizado tan solo verla. Justo en ese momento me di cuenta de que era la chica más hermosa en todo el lugar.

Luego de un momento, ella paso por al lado mío como si nada, y yo no pude evitar darme la vuelta para admirarla una última vez, por si no volvía a verla.

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En esa misma tarde, fui directo a casa a bañarme, estaba cansado pero tenía ganas de ver a los chicos, así que les mandé un mensaje por el grupo a ver si querían hacer algo más tarde en la noche.

-Que onda, ¿les pinta que hagamos algo más tarde?- le pregunté, enseguida obtuve una respuesta de todos.

-Sisi, vayamos a un bar- me dijo Carter, mi mejor amigo. Un chico de 1,85 de altura, pelirrojo, pecas alrededor de toda su cara, labios carnosos rosados y unos ojos color verde con destellos de miel.- capaz hasta encontramos con quién pasar la noche.

En ese momento solo me reí, mientras le decía en qué bar y a qué hora ir.

Minutos más tarde entré en la ducha, necesitaba una ducha relajante para tan movido día, no tarde ni un segundo en volver a acordarme de la chica de ojos grises, en cómo caminaba y hasta en cómo me miraba.. no entendía por qué sentía que esa chica me encendía algo por dentro.

Terminé de prepararme y fui a buscar las llaves de la moto, así ya podía ir al bar donde me encontraba con los chicos.
Me puse un jogger negro, una chomba negra con una raya blanca en el cuello y unas zapatillas blancas, acompañado de un abrigo de jean negro para combinar.

Llegué al bar Death & Co. Denver, al entrar note un bullicio de voces, había mucha gente dentro del lugar, me costó mucho encontrar a Carter y a los demás.

En cuánto los vi, me dirigí hacía ellos, pero en un momento todo se frenó y la vi otra vez, la chica de ojos grises. Estaba bailando al compás de la música y se movía muy bien.
Quedé como un bobo mirándola fijamente, hasta que finalmente caí de ese trance gracias a Carter, que vino a buscarme. Y lo agradezco, no se por cuánto tiempo había mirado a la chica.

Carter se acerco a mi y me dijo.

-Hasta que al fin t dignas a aparecer, te estábamos esperando.- Carter movió la mirada en donde la mía estaba puesta- Ya veo por qué te tardaste tanto amigo mío. Es muy bonita, pero no para ti, diría que es más… adecuada para mi.-dijo en tono burlón, yo lo fulmine con la mirada, antes de seguir sus pasos hacia la mesa.