Capitulo Tres

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Ellie

Marco salió muy enojado del departamento.

Y por primera vez no quise salir a buscarlo, ya estaba cansada de que aparezca tan tarde por casa, pero hoy cruzó un límite.

Capaz llegaba tarde pero nunca llegó ni alcoholizado y mucho menos drogado. Hoy cruzó todos mis límites ya no pienso seguir aguantándolo de esa manera.

Yo también necesito divertirme o pasarla bien, pero con él así, no podría. Últimamente me viene complicando todo.

Yo a él lo amo, con locura. El jamás entendería cuánto lo amo, no se da una mínima idea. Pero yo ya no aguanto está situación, no puedo seguir pasando por cosas así.

Mi pobre corazoncito no podría aguantar otra ruptura. Ya con lo que pasó con Ezra, tenía suficiente.

Como dolía pensar en él, siempre va a ser una herida sin sanar.

Creo que si tendría que salir a buscarlo.

O capaz estoy pensando de más y estoy muy cansada para pensar ahora, mejor me voy a dormir un rato, mi cabeza ya no da más y mi garganta está adolorida por los gritos de hace un rato.

Me puse el pijama más cómodo que encontré, y me adentré en la cama. Era raro no tener a Marco al lado mío, no abrazarlo o sentir su calor. Dios santo ya lo extraño, capaz fue demasiada la reacción que tuve, capaz tenía que estar más tranquila.

Mejor voy a dormirme, no puedo seguir pensado o me largaría a llorar ahora mismo, y mañana no quiero ir a trabajar con los ojos súper hinchados.

A los minutos mis ojos se iban cerrando de a poco y terminé sumida en un sueño profundo.

Ashley

Al fin terminé de limpiar todo, eran como la una y media de la madrugada y recién terminaba de hacer todo.

Menos mal que Jaime me dejó quedarme a dormir sino no sabría cómo volver a casa. Era demasiado peligroso tomarme un taxi y el bus tardaría horas en llegar, así que Jaime me dejó quedarme en el segundo cuarto.

Apenas terminé de acomodar el último vaso, le escribí a Samael.

-Hey no sé si estarás despierto, pero no pude hablarte por qué estaba limpiando todo en casa de mi hermano y recién pude terminar, perdón. - sé que el perdón debe de estar de más, pero siempre pido perdón cuando no contesto los mensajes.

Espere y espere, hasta que se hicieron las dos de la mañana y nunca llegó la respuesta así que pensé que ya se había ido a dormir. No iba a molestarlo con otro mensaje.

Al fin de cuentas yo también debería de irme a dormir, mañana tengo un largo día de trabajo. Y lo peor de todo es que tengo el turno de mañana y solo tengo unas pocas horas para dormir.

Me puse una remera larga de Jaime y me metí en la cama y no batalle con el sueño, deje que está vez el ganará. Y finalmente quedé dormida.

Samael

-Ay pedazo de hijo de...

Mi cuerpo empezó a caminar con furia, pero mi mente todavía no había procesado lo que había pasado, y una vez que lo hizo, frene de golpe.

¿Por qué un desconocido iría a pegarle a alguien que estaba entrando a un motel? Así que pensé con claridad.

Marco no tiene ni la más mínima idea de quién soy yo, no estaría entendiendo el motivo del por qué yo le pegue. Entonces me mantuve al margen, no puedo meterme, no todavía.

Peligrosa ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora