CAPÍTULO 7 - Siguiendo el rastro

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Revisó varias veces la dirección en el papel con la del postal, y sí, era ahí. Le costaba creer que ese era el lugar, pero era la única pista que le quedaba, así que no vio otra manera más que investigar.

El edificio estaba maltrecho, arruinado y abandonado. Seguía sintiendo que estaba en el lugar equivocado. La zona era bastante insegura y el lugar no daba indicio de que pudiese vivir alguien, sin embargo entró.

Revisó el interior del edificio y estaba en las mismas condiciones que afuera. Miraba a los costados mientras apuntaba con la linterna. Lo único con vida que podía ver eran las ratas que salían de los agujeros del suelo.

Claire estaba desesperada por encontrar cualquier indicio que la llevara hacia el hombre que buscaba. Su nombre aparecía sutilmente en una larga vista de invitados sonde supuestamente  debía pasar desapercibido, pero ella pudo dar en el clavo. Entre los datos de un hombre llamado Kalvinski había algo que no encajaba.

Su nombre estaba registrado como representante dimplomático del gobierno de Penamstan, un lugar que Claire conocía bastante bien, sin embargo registraba una lista de viajes alrededor del mundo en los últimos dos años y ninguno era con destino o partida desde el lejano país de Oriente. Además lo que encontró sospechoso es que el hombre registró una dirección como lugar de estadía el mismo edificio donde se encontraba Claire, donde no vivía nadie.

Traía suerte tener de su lado a Moira Burton, sobre todo si tiene un padre con acceso a la base de datos de la B.S.A.A. Sin bien ella no estaba de acuerdo con Claire sobre su plan, no le tomó mucha molestia tomar el teléfono y llamar a Barry.

Nada sobresaltaba en ese lugar hasta que finalmente encontró algo. Caminó hasta el fondo del salón de la planta baja y encontró apoyado en la pared un cable negro. Se agachó para tocarlo y sintió que estaba caliente. «Me alegra tener razón», pensó.

Siguió el cable por unos metros que la llevó hasta un pasillo largo con puertas que daban a más caminos. Llegó hasta el fondo por donde seguía el cable y este bajaba por unas escaleras hasta el sótano.

Mientras más bajaba más escuchaba ruidos. A los lejos no significaban nada pero mientra más cerca estaba reconocía sonidos de máquinas. Una luz verde salía desde una puerta doble de metal que llamaba la atención. Cuando entró no pensó que esa luz provenía de tal cosa.

La habitación asemejaba a un laboratorio, cubierta entermante de blanco y luces coloradas iluminando el lugar. Estaba repleta de capsulas de vidrio gigantes con dentro criaturas espeluznantes. Eran escamosos, brazos largos con garras afiladas, sobre todo el brazo izquerdo que parecía ser más grande que el otro. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, Claire no había visto nada similar en su vida, y ella podía decir que ha visto mucho.

Encontró una computadora al costado de una cápsula y caminó hasta ella. La pantalla mostraba una serie de datos correspondientes a las criaturas. "Hunter" eran sus nombres. Hurgó en la pantalla y siguió leyendo. Parece ser que había una lista de datos correspondientes a los Hunters y un registro sore su producción. A Claire no le gustaba nada saber que había un laboratorio escondido lleno de esas cosas listas para ser usada. Recién caía en la idea de que se encontraba en un almacén clandestino de B.O.W.'s.

Miró a su izquierda y notó que había una enorme puerta eléctrica al fondo de la sala. Cuando se paró en frente de ella sintió que un ruido extraño venía del otro lado. Apoyó la oreja en el metal y reconoció que eran voces, y que cada vez se hacían más cercanas. Inmediatamente fue a esconderse para que no la vieran. La puerta se abrió de ambos lados y salieron dos hombres vestidos con trajes aislantes desechables, uno de ellos empujando un carrito grande. Mientras estaba escondida Claire no pudo hacer otra cosa que escuchar la conversación.

Resident Evil - Héroe CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora