Las cirunstancias no se habían dado como esperaba pero tenía lo que quería. Estaba solo con Wilson, quien seguía parado frente suyo apuntándole con el arma para poder cerrar esa historia definitivamente.
Se escuchó un temblor en el suelo. Miró alrededor y veía que todo se movía, eso quería decir una cosa. «Tengo que apresurarme», pensó; en efecto Sherry ya había programado la fuente de energía para sobrecargarse y ya empezaba a hacer efecto su trabajo.
—Parece que nos estamos quedando sin tiempo— comentó Wilson.
—Cierto, pero sigue siendo suficiente para que me digas la verdad.
—¿La verdad?
La verdad. Leon sentía la necesidad de preguntarle y sabía con seguridad que se la iba a responder. Se desabrochó algunos botones de la camisa y dejó al descubierto la cicatriz que tenía en el pecho.
—¡¿Qué fue lo que me hiciste?!— le preguntó con furia.
—Oh, eso— Wilson esbozó una sonrisa—. Deberías saber Leon que eso es el resultado de un trabajo que iba a revolucionar toda la industria de las armas biológicas. Aún no lo sabes pero estabas destinado a cambiar todo, ibas a ser el principio de una nueva era, lástima que tengas que morir aquí. No importa, si lo conseguí contigo podré hacerlo con otros.
«¿Hacer qué?». Cada palabra que salía de la boca de Wilson le generaba fastidio. No se iba a permitir que ese hombre lo usara como conejillo de india y que además lo matara sin cargo ni culpa. Quería hacer algo pero estaba entre las cuerdas.
—Hasta luego, señor Kennedy— le dijo, y luego Leon escuchó el disparo.
Cerró los ojos ni bien apretó el gatillo preparado para recibir la bala, pero nada sucedió. Abrió los ojos y se palmó el pecho en busca de una herida. No encontraba nada así que levantó la cabeza: Wilson tenía la cara perpleja, pero más interesante fue ver el pecho que se le llenaba de sangre. Una mancha roja apareció en el medio del traje y cada vez se hacía más grande, todo eso mientras caía de espalda al suelo.
Leon, sin comprender del todo lo que sucedía, miró para atrás a ver de donde venía el disparo y se encontró con Claire empuñando el arma. Ella bajó las manos y caminó rápida hacia Leon hecha una furia.
—Vaya, de no ser que estabas aquí yo no...— no terminó de decir la frase pues había una Claire enojada que lo abofeteó.
—¡Eres un imbécil, Leon! Te dije que estamos juntos en esto, no vuelvas a hacer eso, ¿entendiste?
Nunca la había visto así de enojada, ni tampoco creyó que llegaría el día en que lo abofetearía. Tenía la mano en la mandíbula, de verdad le había dado un golpe certero.
—¿Cómo lograste bajar del tren?
—Había una ventanilla en el techo. Tuviste suerte de que la encontré a tiempo o de lo contrario no habría podido llegar.
—Gracias.
—Sí, como no— le respondió Claire con sarcasmo, desinteresada.
—No, de verdad, me salvaste la vida— le reiteró Leon.
—Sí, bueno, supongo que te lo debía, siempre eres tú el que me salva a mí.
Ese comentario lo hizo sonreír.
—¿Eso es lo que soy, tu salvador?
—Más bien mi ángel guardián.
«Tal vez es eso lo que eres para mí», pensó luego ella.
El enojo en el rostro de Claire desapareció y en su lugar apareció una sonrisa. No sabía cómo pero Leon siempre la hacía sonreir, le hacía bien. Tenía miedo de volverlo a perder y no se iba a quedar de brazos cruzados a que ocurra de vuelta, y acertó en su decisión ya que le salvó la vida.
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Resident Evil - Héroe Caído
FanfictionTodos los derechos de los personajes pertenecen a Capcom. Fanfic. Meses después de los eventos de Resident Evil: Vendetta, Claire Redfield sigue trabajando para TerraSave tratando de hacer el mundo un lugar mejor, pero luego de un atentado ella se v...