Resident Evil - Héroe Caído

CAPÍTULO 13 - Se cae la máscara

—Muy bien, hora de que hables: ¿Quién eres y qué hiciste con Claire?

—No conozco ninguna Claire, solamente me dijeron que vaya a ese edificio y estuviera atento a una pelirroja.

—Esa pelirroja es mi hermana, así que ten mucho cuidado con lo que dices— amenazó Chris.

Trataba de responder todas la preguntas que le hacían lo mejor posible. Tuvo que dominar sus nervios para no dejarse sobrellevar y así terminar ese asunto lo más rápido posible. Estaba sentado en un banco en una plaza pública con Leon y Chris parados delante suyo pidiendo explicaciones.

—Tranquilo Chris— le comentó Leon y luego miró a Coulson—. ¿Por qué no comienzas desde el principio y me dices cómo te involucraste en todo esto?

—Miren, yo no soy ningún criminal, soy un simple virólogo. Estaba en mi oficina como siempre cuando recibí un llamado. No sabía quienes eran pero me habían dicho que tenían una propuesta para hacerme. Me prometieron una gran inversión para mis investigaciones a cambio de mis servicios. Por supuesto acepté, pero luego de eso las cosas se pusieron intensas. Empezaron a pedirme cosas que iban más allá de mi trabajo. Obviamente me negué, pero ahí fue cuando todo se fue al carajo. Uno de ellos me inyectó con un virus extraño y me dijeron que si yo no recibía algún tipo de inhibidor me iba a transformar en una de esas cosas, ya saben, como las que aparecen en televisión.

Ni bien escucharon ambos agentes cruzaron miradas. Ellos más que nadie entendían.

—¿Tienes alguno de esos inhibidores?— preguntó Leon.

El hombre asintió y de uno de los bolsillo internos del saco sacó un contendeor con un líquido adentro. Extendió el brazo y se lo dio a Leon.

—¿Cuántos hay en tu misma sitaución?

—No lo sé, pueden ser veinte de nosotros.

—Escucha, tal vez pueda ayudar. Contáctate con la Doctora Chambers y dile que vienes de parte de Chris Redfield, explícale la situación y ella sabrá como curarte.

—¿En serio? Muchas gracias.

Chris asintió y luego Coulson se levantó y se fue.

—¿Y bien?¿Qué piensas?

—La cosa no pinta bien, solo conozco una persona que tiene este método de trabajo, y si de alguna manera está involucrado en el secuestro de Claire, entonces ella está en una situación más peligrosa de lo que había pensado- le respondió Leon.

—¿Qué vamos a hacer?

—Descuida, ya sé como encontrarla.

✱✱✱

La tenían tomada entre dos hombres mientras un tercero se acercaba con una jeringa. Trataba de moverse con el inutil intento de evitar que le saquen sangre, pero fue en vano. En cuanto sintió la aguja en su cuello se quedó quieta y dejó que hicieran su trabajo. Una vez terminado le liberaron los brazos pero ella seguía atrapada.  Le habían puesto esposas en las muñecas, y éstas estaban enganchadas a una cadena que estaba conectada con un aro en la mesa. Estaba atrapada pero por lo menos se sentía libre de moverse un poco.

No dejaba de mirar hacia adelante. Esta vez se alegraba de poder tener cara a cara al hombre que la había secuestrado. Aún seguía sin poderle ver el rostro, estaba lo suficientemente alejado para que la luz que iluminaba la sala interrogatoria no pudiese mostrar su rostro.

—Espero que el servicio que le brindamos haya sido de su agrado, señorita Redfield.

—Liberame de estas esposas y te mostraré mi gratitud.