Contratar emociones complejas - En el amor verdadero no necesita aplicarse

Capitulo 21

"Eres muy engreído, ocupando tanto el tiempo de Lord Luo" se burla la chica de la túnica dorada. "Él se cansará de tus berrinches con el tiempo, y entonces, ¿dónde estarás?"

Shen Jiu la mira de arriba abajo; tardíamente, se da cuenta de que en realidad nunca supo su nombre. Su anciano receloso padre era demasiado pretencioso para dar su nombre en su informe, solo refiriéndose a su título nobiliario. Ella es tan anónima para él como débil ante las mareas cambiantes del harem.

A pesar de sus palabras, puede detectar la tensión subyacente en su tono. El que se está quedando atrás no es él y ella lo sabe.

"Quizás deberías preocuparte más por tu propia posición. Escuché que Lady Ning no tomó amablemente tu interferencia con su jardín ayer" dice Shen Jiu.

Las otras mujeres alrededor de la mesa se ríen y la chica se pone colorada, apoplética. Por un lado, Shen Jiu entiende su búsqueda de favores; atrapada aquí, es todo lo que tiene. Pero, de nuevo, ella es un poco una perra colosal, por lo que realmente no se siente tan mal.

Las esposas han sido... cautelosas con él, desde su intento inicial de fuga. Tal vez sientan el enfoque cambiante de la obsesión de Luo Binghe. En primer lugar, nunca fueron demasiado amigables con él, excluyendo a algunas de las mujeres más audaces con las que se ha aliado, pero ahora la forma en que sus miradas se deslizan de su rostro habla de un tipo diferente de distancia. Deferencia, respeto, aunque sea fingido. Él no puede leerlo tan bien como ellas, pero ha habido un cambio definitivo en la jerarquía del harem.

Una víctima desafortunada de esto ha sido su amistad con Ning Yingying. Él sospecha fuertemente que tiene más que ver con la censura de Luo Binghe después de que ella trató de ayudarlo a escapar, pero la nueva capa de precaución entre ellos es palpable.

Shen Jiu está cara a cara con Luo Binghe y nadie más. El sentimiento es a la vez alienante y embriagador.

"Absurdo", dice la chica dorada, pero sus murmullos son pura fanfarronería.

Aunque esto es evidente para Shen Jiu, una de las esposas más tranquilas de la facción de las chicas dice: "Tal vez sea mejor no enemistarse tanto con Lord Shen"

(Escuchar su nombre tan a menudo, después de semanas sin él, es extraño)

"¿Y por qué es eso?" la chica canta, arrojando un mechón de cabello sobre su hombro. "¿Pataleará fuerte? ¿Hará pucheros, resoplara y amenazará con huir si no le rendimos todas las reverencias? No soy la hija de un campesino. No reverenciare ni me inclinaré ante un cazador"

Shen Jiu resopla. La esposa que habló se estremece corporalmente, como si él la hubiera amenazado; luego se inclina y susurra algo al oído de la chica.

Sea lo que sea, debe ser bastante sorprendente, piensa Shen Jiu, levantando las cejas mientras observa el parpadeo de la expresión de la chica. Hay verdadero miedo en sus ojos ahora, incluso mientras educa su expresión. Su agarre en su taza se ha vuelto demasiado fuerte para ocultarlo. Sin preocuparse por la esposa que temerosa se aferra a su manga y la hace callar, la chica se vuelve hacia Shen Jiu.

"¿Es verdad? ¿Has matado a una de nosotras? ella exige.

Shen Jiu parpadea. "Sí, al comienzo de mi estadía. Fue un accidente"

La mesa se queda en silencio. Debajo de su maquillaje, muchas caras se han vuelto terriblemente pálidas. Se pregunta si el conocimiento sobre esa pobre mujer alguna vez se difundió o no; parece que su pequeño cambio en el poder ha soltado las lenguas de las chicas que tuvieron que limpiar el cuerpo, y los rumores corren. ¿Cuál es el hecho más perturbador, reflexiona, el hecho de que Shen Jiu realmente sea un asesino entrenado, o que Luo Binghe haya dejado que sucediera? Tampoco son pensamientos terriblemente acogedores para ellas, está seguro.

"Si ayuda, realmente me siento mal por eso" ofrece.

La chica, antes tan fierabrás, ahora lo mira boquiabierta como un gran koi dorado. Alguien en la habitación está sollozando frenéticamente. De hecho, parece que su posición en el harem (porque él es parte de el, odia admitirlo) ha sufrido un cambio levemente radical.