Capitulo 12

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Shen Jiu duerme mal algunas noches y fantástico otras.

A veces, la oscuridad lo atrae. Sueña con su estómago tan vacío que puede sentir cómo se devora a sí mismo, con duros adoquines debajo de sus rodillas, con escalofríos punzantes y calores abrasadores. Sus noches están atormentadas por la llamada de una voz profunda y resonante que siempre está demasiado lejos, siempre hablando con alguien más y nunca llega cuando Shen Jiu pide ayuda a gritos. Visiones de una mano, tan familiar, extendida. Arrancada en el último momento.

Sueños que le recuerdan a Shen Jiu por qué es como es, que le recuerdan que no tiene a nadie en quien confiar más que a sí mismo. Las mañanas que tiene esos sueños (mucho más común e intenso que fuera del castillo, probablemente provocado por el estrés) se encuentra más cruel e irritable que otros días.

Pero también hay noches en las que duerme tan profundo y pesado que cree que nunca se despertará. El sol no lo despierta hasta que está alto en el cielo, llenando su habitación con una luz cálida. Su cuerpo siempre se siente más suave, más letárgico; como si no perteneciera a un hombre que ha estado en modo de supervivencia durante más de tres décadas. No cree que sueñe en absoluto en esas noches, simplemente flota en la niebla de su mente hasta que el mundo lo despierta una vez más. Es lo más tranquilo que se ha sentido nunca y lo más descansado.

Probablemente dice mucho sobre su personalidad que no puede decidir qué fenómeno es peor.

Contratar emociones complejas -  En el amor verdadero no necesita aplicarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora