CAPITULO 8

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En abril Voldemort trató de plantear los beneficios de otra forma. Consciente de las dudas y preocupaciones de Helena, decidió abordar el tema con tacto y persuasión. En una de sus reuniones le presentó su propuesta con una mezcla de seguridad y sutileza. Explicó que, en lugar de competir por el dominio absoluto, podrían establecer una estructura de poder dual, donde ambos tendrían su propia esfera de influencia.

Lord Voldemort argumentó que, al compartir el poder y dividir las responsabilidades, podrían gobernar de manera efectiva sin socavar el equilibrio de su alianza. Propuso que cada uno se convirtiera en líder supremo de una facción específica: Helena lideraría y protegería a los hijos de muggles y a aquellos que, independientemente de su ascendencia, compartieran su visión de un mundo mágico unificado mientras que el se encargaría de la administración y el gobierno de los magos de sangre pura.

A medida que reflexionaba sobre la propuesta, Helena se dio cuenta de que la visión de Lord Voldemort no solo satisfacía sus propias ambiciones de dominio, sino que también abordaba una de las principales preocupaciones que tenía en cuanto a su relación con los hijos de muggles. Aceptar la propuesta de Lord Voldemort significaría dar un paso hacia una alianza basada en la igualdad y el beneficio mutuo pero en lugar de responder afirmativa cuestiono porque no podían hacerlo sin incluir el matrimonio.

¿Porque Lord Voldemort quería tanto que se casaran?

Reconoció que esta era una oportunidad para romper con los viejos paradigmas y forjar un camino nuevo y audaz para el futuro de la comunidad mágic, almenos así lo verían todos aquellos que supieran la identidad de Lord Gaunt, de todas formas al final del camino probablemente todos sabrian quien era Gaunt. La unión entre ellos representaría un cambio revolucionario, un ejemplo de cómo dos personas aparentemente opuestas podrían encontrar un terreno común y trabajar juntas para lograr objetivos compartidos.

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Luego de su repetida negativa , Lord Voldemort decidió cambiar de táctica y optó por una estrategia de cortejo sutil. Pronto comenzó a mostrar una faceta seductora y encantadora hacia Helena.

Voldemort, experto en el arte de la manipulación, sabía cómo jugar con las emociones y los deseos de los demás. Comenzó a enviarle regalos exquisitos, desde elegantes joyas hasta libros raros y objetos mágicos de gran valor. Cada regalo estaba cuidadosamente seleccionado para impresionar a Helena y seducirla poco a poco.

Además de los regalos, Lord Voldemort desplegó todo su encanto y carisma. Con elocuencia y persuasión, elogió las habilidades y cualidades de Helena, halagando su inteligencia, su valentía y su belleza. Utilizó su habilidad para leer a las personas para encontrar sus debilidades y deseos más profundos, y los aprovechó para hacerla sentir especial y deseada.

Helena, siendo una novata en el ámbito de las relaciones y cortejos, se encontraba desconcertada pero también intrigada por los avances de Voldemort. Su inexperiencia y el hecho de que no había experimentado antes un interés romántico tan intenso la hacían vulnerable a sus encantos. Poco a poco, empezó a ceder a las atenciones y a disfrutar de la atención que recibía.

A medida que Voldemort intensificaba sus avances, Helena comenzó a sentirse cautivada por su presencia magnética y sus palabras elocuentes. La emoción y la incertidumbre se mezclaban en su interior, mientras se debatía entre la atracción que sentía y las advertencias que le susurraba su intuición.

Sin embargo, a medida que los días pasaban, Helena empezó a notar pequeñas inconsistencias en las acciones y las palabras de Voldemort. Había momentos en los que parecía sinceramente interesado en ella, pero luego surgían momentos de frialdad y distancia. Aunque su inexperiencia en las relaciones dificultaba su interpretación de estos comportamientos, Helena comenzó a sentir un ligero escepticismo y a preguntarse si esta era otra de sus formas de convencerla para que se casaran.

Porsupuesto que era.

La historia de Helena y Voldemort continuaba siendo un complejo juego de seducción, poder y engaño. La inexperiencia y la vulnerabilidad de Helena se enfrentaban a la astucia y los  motivos de Voldemort. Solo el tiempo revelaría que sería de ellos al final.

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La realización golpeó a Lord Voldemort como un rayo, dejándolo atónito y perplejo. Aquello que comenzó como una estrategia calculada y manipuladora para asegurar una alianza, había despertado en él sentimientos genuinos hacia Helena. El hombre que una vez fue incapaz de experimentar el amor o cualquier emoción positiva, ahora se encontraba enfrentando emociones desconocidas y abrumadoras.

Voldemort se vio confrontado con un dilema interno, una batalla entre su deseo de poder y su creciente atracción hacia Helena. La frialdad y la indiferencia que había caracterizado gran parte de su existencia habían dado paso a una sensación de vulnerabilidad y anhelo que le resultaba desconcertante.

Los pensamientos contradictorios se agolpaban en la mente de Lord Voldemort mientras luchaba por comprender la magnitud de sus sentimientos. ¿Cómo podía alguien como él, alguien sumido en la oscuridad más profunda, encontrar belleza y amor en medio de su caos interior? ¿Cómo podría reconciliar su necesidad de poder con la presencia de una mujer que amenazaba con desafiar su visión del mundo?

A medida que Voldemort exploraba sus propios sentimientos, también se encontraba evaluando los impactos y las implicaciones de esta revelación. Sabía que ceder a estos sentimientos podría debilitarlo y distraerlo de sus objetivos. Sin embargo, también comprendía que negarlos por completo podría llevarlo a perder algo valioso y único en su vida.

La presencia de Helena en su vida había desafiado todas sus expectativas y había despertado una parte de su ser que creía haber perdido para siempre. Había algo en ella que lo cautivaba, algo que le recordaba la humanidad que tanto había reprimido. La idea de renunciar a ese sentimiento parecía una tortura.

Lord Voldemort, atrapado en el torbellino de sus emociones, se encontraba en una encrucijada. Por primera vez en su vida, debía enfrentarse a la posibilidad de que el amor y el poder no fueran incompatibles, sino más bien fuerzas que podían coexistir y fortalecerse mutuamente.

La historia de Helena Potter y Lord Voldemort, que comenzó como una estrategia calculada, se había convertido en un desafío emocional inesperado. Ahora, ambos se encontraban en una encrucijada, enfrentando las consecuencias de sus actos y preguntándose si podrían encontrar un equilibrio entre sus deseos de poder y sus sentimientos emergentes. El destino de su alianza y el rumbo de sus vidas pendían en la balanza, esperando a ser determinados por las decisiones que tomarían a continuación.

Helena, después de un profundo proceso de reflexión y exploración de sus propios sentimientos, llegó a una sorprendente conclusión: casarse con Lord Voldemort ya no parecía una idea tan descabellada. A medida que conocía más a fondo al hombre detrás del Señor Oscuro, Helena comenzó a descubrir una complejidad y una humanidad que no esperaba encontrar.

Aunque Voldemort había sido una figura de terror y oscuridad en el mundo mágico, Helena había vislumbrado otra faceta de su personalidad. Comenzó a darse cuenta de que, debajo de su apariencia temible, existía un hombre complejo y, quizás, incluso roto.

La conexión que había surgido entre ellos se volvió cada vez más profunda e intensa. Helena descubrió que Voldemort la entendía en formas que nadie más había logrado y que sus objetivos en común iban más allá del poder y la dominación. Encontró en él una persona con la que podía conversar y debatir sobre ideas y planes, alguien que la impulsaba a crecer.

Aunque muchos considerarían esta relación como inaceptable o incluso peligrosa, Helena se permitió explorar sus propios deseos y necesidades. Se dio cuenta de que el amor y el compromiso no siempre seguían los patrones convencionales, y que el destino de su corazón no podía ser dictado por las expectativas de los demás.

Decidió seguir su propio camino, aceptando que casarse con Lord Voldemort podía ser una elección legítima.

CARTAS AL ENEMIGO: El Oscurecimiento de tu alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora