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En el comienzo de cada año escolar en Hogwarts, Tom y Helena, vestidos con sus imponentes ropas, llegaban a la majestuosa escuela de magia y hechicería. Su presencia generaba un aire de anticipación y emoción entre los estudiantes y el personal.

Durante el banquete de bienvenida en el Gran Comedor, Tom y Helena se sentaban en la mesa de honor, flanqueados por profesores y dignatarios. Su presencia imponente y carismática llenaba la sala, y los estudiantes no podían evitar sentir una mezcla de admiración y temor hacia la poderosa pareja.

Luego del banquete, Tom y Helena se dirigían a la Sala de Estudios para dar inicio a su tradicional ceremonia. Allí, frente a los estudiantes de último año y aquellos que estaban a punto de graduarse, pronunciaban un discurso cargado de promesas y elogios hacia los logros de los jóvenes magos y brujas.

Pero detrás de esa aparente benevolencia, Tom y Helena tenían planes mucho más oscuros. Utilizando el amuleto de sumisión, cada estudiante que se acercaba para recibir su bendición y felicitaciones era sometido a su voluntad. Los ojos de Tom y Helena brillaban con malicia mientras aprovechaban la oportunidad para implantar ideas y lealtades incondicionales en las mentes de los jóvenes.

A medida que los estudiantes recibían las palabras de Tom y Helena, sentían un extraño y poderoso vínculo con la pareja. Un amor y admiración incondicionales hacia ellos se arraigaban profundamente en sus corazones y mentes. Los jóvenes magos y brujas se volvían leales seguidores de la pareja, dispuestos a hacer cualquier cosa para cumplir sus deseos y asegurar su dominio.

Incluso aquellos que en algún momento habían albergado dudas o cuestionamientos hacia Tom y Helena, quedaban completamente convencidos de su grandeza y se sometían a ellos sin reservas. Los estudiantes sentían una mezcla de temor y fascinación por la pareja, anhelando su aprobación y buscando cumplir sus deseos sin titubear.

Una vez que la ceremonia concluía, los estudiantes se retiraban a sus respectivas casas, llevando consigo la influencia y control de Tom y Helena. Sin saberlo, se habían convertido en piezas en el juego de poder de la pareja, instrumentos de su ambición y manipulación.

Así, año tras año, Tom y Helena asistían a Hogwarts para reforzar su dominio sobre los estudiantes que estaban a punto de abandonar la escuela y enfrentar el mundo mágico. Con el amuleto de sumisión como su arma principal, aseguraban que aquellos jóvenes magos y brujas estuvieran bajo su influencia, listos para servirles en la expansión de su poder y control absoluto.

CARTAS AL ENEMIGO: El Oscurecimiento de tu alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora