¿ODIO O AMOR?

4.UNA ESTRAÑA SENSACIÓN

CARLOS DE GALES

Mi mente se mantenía en las palabras que había mencionado diana, las cuales fueron las últimas que escuché por parte de ella, ya que después de decirlas ella salió del lugar. Sabía que ella aún me amaba, pero ahora estaba dispuesta alejarse y no se la razón por la cual eso me causaba molestia, porque no la amo, se que no la amo, mi amor esta posado en Camila y si eso es así ¿porque me disgusta tanto lo que diana dijo?

Puede ser mi egoísmo, la idea de que ella esté con alguien más no me agrada en lo absoluto. Tenía un enredo total en mi cabeza, no amaba a diana, pero me disgustaba la idea de que ella esté con alguien más, ¿como se le puede llamar a eso?

—llegamos alteza—la voz de mi chófer hizo que levantara la cabeza y dejara de apoyarla en mi mano por primera vez en todo el camino.

Mire a mi lado y me pude dar cuenta de que estábamos frente a la casa de Camila, estar con ella seguramente me ayudará.

Mire al chófer abrir mi puerta, salí del auto y me acerque hasta la puerta.

No fue necesario golpear, Camila abrió la puerta antes de que llegara, la pude ver parada frente a la misma con un rostro no muy animado.

—¿que tanto hiciste para hacerme esperar de esta manera? Sabes que tenemos poco tiempo para vernos y no podemos desaprobecharlo—dijo y se acercó a darme un beso una vez estuve cerca, no correspondi por una extraña razón y finalmente entre al lugar.

—¿tus hijos?

—fueron con su padre donde sus abuelos paternos, sabes que no me llevo con ellos así que fue la excusa perfecta para quedarme sola y poder vernos—ella se acercó por la espalda y quito la chaqueta del traje.

Cerré los ojos y tome un respiro sin muchos ánimos.

—estaba con mi madre—le dije mientras me sentaba en uno de los muebles.—y diana, nos vamos a separar de habitación.

Vi su rostro iluminarse cundo pronuncie la palabra "separar" pero se esfumó cuando termine la oración.

—Carlos por favor, pensé que por fin te separarias de esa mujer, si lo haces podríamos estar juntos finalmente.

—no se si eso alguna vez pueda suceder—dije con sinceridad.

—¿por qué? Si lo dices por Andrew, yo me separare de él y...

—el divorcio no es una opción para diana y para mi, mi madre lo dejo muy en claro—mencionó y noto como una frustración muy familiar se hace presente en su rostro.

—deja de buscar escusas y acepta que eres tu el que no quiere divorciarse—ella dice alterada y casi gritando.

—¡No es una escusa, es la verdad! Y créeme lo que más anhelo es divorciarme de diana, para que nosotros podamos estar juntos—digo levantándome y acercándome a ella.

—perdón, se que debo comprenderte pero esto se me está haciendo eterno—ella pone una de sus manos sobre mi hombro y por una extraña razón, su muestra de afecto no me agrada del todo.—se que quieres estar conmigo y claro, dejar de diana pueda estar con alguien más eso es l...

—no—digo en una respuesta rápida y pronto siento una sensación de disgusto recorrerme.—no...no es una opción.

—¿que te pasa? ¿Tanto te disgusta pensar que diana pueda estar con alguien más?—pregunta ella quitando su mano de mi hombro.

—es mi esposa después de todo.

—¡una esposa a la cual odias, ella es la culpable de que no podamos estar juntos y es la culpable de que seas tan infeliz!—suelta Camila con notable molestia y recordándome todo lo que representaba diana para mi.

La odiaba.

Muchas veces había dicho eso y aseguraba que ese era el único sentimiento que tenia hacia ella, porque era su culpa todo este infierno, porque gracias a ella estaba atada a un matrimonio sin amor e infeliz, porque para mí ella representaba la cruda realidad de mi vida, mientras que Camila se suponía era mi escape, había pensado todo eso y creo pensar que aún sostengo eso, pero ahora mismo, no se que es lo que me pasa. Pero se que no puedo sentir celos, no de diana, simplemente porque no la amo y se supone que sin amor y sin interés no existen celos.

—tu amor esta puesto en mi, apesar de todo aún seguimos juntos Carlos—dice y se acerca nuevamente, pero esta vez me da un beso, el cual nuevamente no me nace corresponder.

En un segundo miles de imágenes se hacen presentes en mi mente y odio que todas ellas sean de diana.

—por esa razón estaremos separados, después de todo un matrimonio no lo define un papel, si no lo que pase dentro de él—hago una pausa al reflexionar sobre mis propias palabras.—y en el mío con diana pasa todo lo contrario a lo que dicta un matrimonio.

—sabes, aveces pienso en que pasaría si tu y yo tuviéramos un hijo—menciona Camila y vuelve a darme un beso.

—quítate esa idea de la cabeza, tu y yo no tendremos ningún hijo, eso ya no es posible.

—¿y que tal si estoy embarazada?—lo dice con tanta seguridad que hace que una risa sea provocada en mi.

—en ese caso no sería mío, desde que me case con diana, me he cuidado siempre al estar contigo—digo con seguridad.

—eso es realmente lo que no entiendo, se supone que nos amamos Carlos, ¿cual sería el problema en que tengamos un hijo?—ella pregunta confusa.

—el problema es que no quiero un hijo bastardo—mi respuesta la hace desconcertar, noto la confusión pasar por su rostro.

—no sería bastardo, sería el producto de nuestro amor.

—para la sociedad es un bastardo.

—¡para la sociedad soy tu amante! ¿En serio me consideras eso para ti?

Estuve apunto de dar una respuesta que se que no le gustaría, así que guarde silencio unos segundos antes de volver a hablar.

—es mejor que me vaya, suficiente discuto con diana como para venir a soportar discusiones aquí.

—responde a mi pregunta.

La ignoro por un momento antes de tomar mi abrigo.

—esta bien, lo siento—dice ella.—se que no vienes en busca de peleas si no de paz, no te vayas, disfrutemos de este momento a solas.

Ella me besa y finalmente correspondo, necesitaba un respiro y sabía que camila me lo daría al ver que me encaminaba hacia su habitación.

Finalmente pase la noche con Camila, pero una culpa por primera vez me invadió y no sabia la razón, más cuando Camila estuvo recostada a mi lado, porque ni siquiera dejé que se recostara en mi pecho, pues las imágenes de diana se hicieron presentes en toda la larga noche.