"no es solo miedo, es la vida"

12 3 0
                                    

El líder criminal, enfurecido y sediento de venganza, eleva su voz al máximo, rompiendo el silencio que envuelve al pueblo. Su grito retumba en las calles estrechas, reverberando en cada rincón y despertando el temor en los corazones de quienes lo escuchan.

"¡¿Quién osa desafiar mi autoridad y humillar a mis hombres?!", brama el líder con una mezcla de ira y desprecio. Su voz, llena de poder y amenaza, se extiende por el aire como un eco ominoso, provocando escalofríos en los presentes y sumiendo al pueblo en un estado de tensión palpable.

Los habitantes, atemorizados por el enojo desatado del líder, se apresuran a refugiarse en sus hogares y locales, cerrando puertas y ventanas como si eso pudiera protegerlos de la violencia que se avecina. El pueblo entero se paraliza, conteniendo el aliento mientras el líder continúa su búsqueda implacable.

En medio de la furia que emana de su figura imponente, el líder dirige su mirada hacia Criss, quien permanece sereno e imperturbable ante la provocación. Los ojos del líder, llenos de una mezcla de admiración y arrogancia, escudriñan al inmortal guerrero, como si buscara descifrar los secretos de su fortaleza.

"Admiro tus habilidades, guerrero", murmura el líder con una sonrisa retorcida en los labios. "Sería un honor contar con alguien como tú en mis filas, alguien capaz de doblegar a mis enemigos y sembrar el terror en sus corazones".

Criss, sin inmutarse por las palabras del líder, se levanta lentamente, su mirada penetrante y llena de determinación. Sabe que no puede dejarse arrastrar por la arrogancia del enemigo, que su misión va más allá de aliarse con criminales y opresores.

"No busco alinearme con aquellos que siembran el caos y la desesperación", responde Criss con voz firme y serena. "Mi camino es diferente, y no permitiré que se manche con la sangre de los inocentes".

El silencio pesa en el aire mientras el líder criminal aprieta los puños, su rostro reflejando una mezcla de resentimiento y respeto por la firmeza de Criss. "No te equivoques, inmortal. Tarde o temprano, te arrepentirás de haberme desafiado. Haré que pagues por cada vida que has tomado, por cada enemigo que has derrotado".

La tensión en el pueblo se eleva a un nivel casi insoportable. Los habitantes, desde sus escondites, observan en silencio, temerosos de que cualquier chispa pueda desencadenar una catástrofe. Saben que el enfrentamiento entre estos dos poderosos seres puede cambiar el destino de sus vidas de forma irrevocable.

con Criss y el líder criminal enfrentándose con la mirada, cada uno consciente de la peligrosidad y el poder del otro. El pueblo, sumido en el miedo y la incertidumbre, aguarda con el corazón en vilo el desenlace de esta confrontación, consciente de que el futuro de todos está en juego.

El líder criminal se aleja del lugar, dejando tras de sí un rastro de miedo y desolación. Mientras camina con paso desafiante por las calles del pueblo, una risa malévola escapa de sus labios. El sonido retumba en el aire, lleno de oscuridad y perversidad, y llega a los oídos de los habitantes, enviando escalofríos por sus espaldas.

"El pueblo ya me tiene miedo", susurra el líder criminal con una risa maliciosa. Cada palabra que pronuncia está cargada de un poder siniestro, capaz de sembrar el caos y la desgracia a su paso. Su presencia es suficiente para hacer temblar a cualquiera, recordándoles que desafiarle es un camino sin retorno hacia la ruina.

Mientras camina por las calles, la gente se aparta de su camino, evitando cruzar su mirada penetrante y llena de maldad. Susurros de temor se propagan entre ellos, alimentando el miedo colectivo que envuelve al pueblo. Las expresiones de angustia y aprensión se dibujan en los rostros de quienes presencian su paso, conscientes de que cualquier acto de rebeldía podría desencadenar la furia despiadada del líder.

Con cada risa malevolente, el líder criminal se deleita en su posición de poder. Sabe que controla las vidas y destinos de aquellos que le temen, y esa sensación de dominio le resulta embriagadora. Su corazón se llena de satisfacción al ver cómo sus acciones y palabras infunden terror en la población, convirtiéndolos en meros títeres de su juego retorcido.

El líder criminal se regocija en el caos y la desesperación que sus actos provocan. Su mente maquiavélica se deleita en imaginar el sufrimiento y la ruina que puede desatar sobre el pueblo indefenso. Cada uno de sus movimientos está imbuido de crueldad y sadismo, alimentando su ego y su sed insaciable de poder.

Criss, el inmortal guerrero, camina por las calles del pueblo con una carga pesada en su corazón. A medida que avanza, puede sentir la indiferencia y el miedo en las miradas de las personas que lo rodean. El aire está cargado de un silencio incómodo, roto solo por sus propios pasos firmes y determinados.

A su paso, algunos habitantes evitan cruzar su mirada, mientras que otros susurran entre ellos, lanzándole miradas de desprecio. El murmullo se convierte en una voz colectiva que se alza en su contra, como una tormenta de reproches y acusaciones.

"¡Por tu culpa, nos ha condenado a todos!", grita una voz desde la multitud, seguida por un coro de voces que asiente en señal de acuerdo. "No valemos nada para él. Sacrificaríamos nuestras vidas y las de nuestros seres queridos por un hombre que solo trae destrucción y caos".

El pueblo se ha cerrado en sí mismo, encerrando su compasión y solidaridad bajo el yugo del miedo. Cada individuo prioriza la seguridad de su familia y su propia supervivencia por encima de cualquier otra consideración. Han decidido no enfrentarse al líder criminal y se han refugiado en la indiferencia hacia Criss, culpándolo injustamente por las desgracias que han caído sobre ellos.

Criss siente la pesadez de su carga emocional mientras continúa caminando, desafiando la hostilidad y el rechazo. Sabe que luchar contra las percepciones distorsionadas del pueblo será un desafío aún mayor que enfrentarse al líder criminal. Pero también sabe que la verdad y la justicia no pueden ser sacrificadas en nombre del miedo y la supervivencia.

A medida que el sol se oculta en el horizonte, Criss se detiene en un lugar apartado. Levanta la mirada hacia el cielo estrellado y respira profundamente, buscando fuerzas para continuar su lucha solitaria. Sabe que su misión va más allá de los juicios y opiniones del pueblo. Su propósito es proteger a los inocentes, incluso cuando ellos mismos no sean conscientes de su propio sufrimiento.

Con cada paso que da, Criss se aleja de las miradas acusadoras y se adentra en la incertidumbre de lo desconocido. Sabe que el camino que ha elegido no es fácil, y tendrá que pelear si o si.

THE END OF NIGHTMARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora