"almas a fuego ardiente"

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Criss y Maximus se encontraron en medio del caos, atrapados en aquel lugar inhóspito y misterioso. Sus miradas se cruzaron, y un destello de reconocimiento y fascinación iluminó sus rostros.

Criss quedó impresionado por la presencia imponente de Maximus. Su figura robusta y su mirada desafiante denotaban la confianza de un guerrero consumado. Era evidente que Maximus había visto muchas batallas y que su habilidad en el combate era algo digno de admirar. Criss no pudo evitar sentir una mezcla de asombro y respeto hacia él.

Maximus, por su parte, se sorprendió por la agilidad y la astucia táctica de Criss. Sus movimientos elegantes y precisos mostraban un dominio absoluto del arte de la lucha. Maximus no podía evitar sentir una mezcla de asombro y curiosidad ante las habilidades de su compañero. Admiraba su destreza y la forma en que parecía anticipar cada movimiento del enemigo.

Maximus apretó los puños con fuerza, sus ojos llenos de furia contenida y dolor profundo. Las heridas de su pasado se abrieron mientras relataba su historia.

"Criss, déjame contarte la verdad detrás de mi existencia", dijo Maximus con voz entrecortada. "Mi hija, mi razón de ser, fue arrancada de mis brazos de la manera más cruel. Fue un acto de puro sadismo y maldad. Aquellos responsables de su muerte creyeron que podrían escapar impunes, pero estaban equivocados".

Una sombra oscura cubrió el rostro de Maximus mientras recordaba cada detalle de aquel fatídico día. La rabia ardía en su interior mientras hablaba. "Busqué a los culpables sin descanso, sin importar los peligros que enfrenté. Pero el destino parecía burlarse de mí, negándome la justicia que tanto anhelaba. Las sombras se movían en la oscuridad, evadiendo mis pasos y dejándome con las manos vacías".

Maximus cerró los puños con fuerza, su mandíbula tensa y los ojos inyectados de ira. Con voz ronca, comenzó a contar su historia, cada palabra cargada de dolor y rabia.

"Hace años, mi vida cambió para siempre", comenzó Maximus, su voz temblorosa por la intensidad de sus recuerdos. "Aquella noche maldita, llegué tarde a casa. El destino jugó en mi contra y me arrebató a mi hija, a quien más amaba en este mundo".

Sus puños apretados temblaban mientras recordaba el dolor de aquella pérdida. "Recorrí cada rincón de aquellos oscuros callejones, buscando a aquellos responsables de tan atroz acto. Mi furia ardía en mi interior, consumiéndome por dentro. Juré vengarme y hacerles pagar por lo que le hicieron a mi pequeña".

Maximus cerró los ojos por un momento, tratando de contener su ira. "Pero en mi búsqueda, solo encontré sombras y desesperación. Los responsables se escondían, como ratas en la oscuridad. No importaba cuánto me adentrara en los abismos más profundos, ellos siempre lograban escapar".

El guerrero dejó escapar un suspiro cargado de amargura. "Esa búsqueda implacable me cambió. Me volví frío, decidido. Me prometí que no descansaría hasta que cada uno de ellos pagara el precio por sus actos. No importa cuánto tiempo tome, ni cuántos obstáculos encuentre en el camino, los encontraré y les haré pagar".

Criss permanecía en completo silencio, sus ojos fijos en Maximus mientras absorbía cada palabra. Podía sentir el torrente de emociones que emanaba de su compañero, el peso de su dolor y la furia que lo impulsaba.

El silencio reinó durante unos instantes mientras Maximus recuperaba el control sobre su ira. Sus ojos se encontraron con los de Criss, transmitiendo una mezcla de desafío y vulnerabilidad. Sabía que había compartido una parte íntima de su pasado, algo que muy pocos conocían.

Criss rompió el silencio con voz suave pero firme. "Maximus, entiendo el dolor que llevas dentro. No puedo imaginar el sufrimiento que has enfrentado y la búsqueda incansable que has emprendido.

THE END OF NIGHTMARESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora