Prólogo - parte 1

840 50 7
                                    

Una vez más me encontraba frente a la misma situación: una nueva misión por cumplir. Aunque para algunos podría ser una situación conflictiva, para mí era ordinaria. En lugar de sentir miedo o cobardía, esperaba con entusiasmo volver a mi trabajo como Lycoris con la mayor celeridad posible.

Cada misión era una oportunidad para demostrar mi valía y habilidades, y estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Mika: Ustedes dos, estén atentas. El ladrón que buscamos no sigue patrones convencionales, por lo que debemos estar preparados para cualquier situación imprevista.

Chisato: No se preocupe, sensei. Somos imbatibles, no hay ladrón que se nos resista.

Hablé con confianza y Takina asintió en señal de acuerdo y, con entusiasmo, rodeé su cuello con mi brazo, y aunque pude sentir su encubierto enfado, no me detuve, estaba emocionado por mi nueva oportunidad en la vida con mi nuevo corazón. Me sentía más energizada que nunca.

Después de liberar a Takina, me recosté en el asiento del auto y levanté los brazos con entusiasmo. Grité "¡Vamos por ti, ladrón!" con determinación. No descansaría hasta que se hiciera justicia y el obejtivo fuera capturado.

Luego de veinte minutos en movimiento, Mika detuvo el auto y abandonamos el vehículo a dos calles del objetivo. Podríamos haber ido directo a su hogar, pero considerando el solitario lugar, es sospechoso que un auto negro se estacionara afuera de tu casa, así que tuvimos que caminar la distancia faltante por prevención.

Al llegar a nuestro destino, vimos una amplia residencia blanca en el centro de una colonia de clase baja. Era como si el ladrón quisiera ser encontrado.

Mika: Muy bien. ¿Están listas?

Asentimos. Este delincuente había acabado con la vida de un grupo de Lycoris y era un peligro constante para los ciudadanos inocentes. Debía ser capturado cuanto antes.

Ahora, habiendo discutido nuestra estrategia con anterioridad, Mika se alejó y se ocultó en un oscuro callejón, listo para neutralizar al objetivo en caso de escape.

Mientras tanto, Takina y yo avanzamos con cautela, pegándonos a la pared de la residencia y manteniendo nuestras armas en alto.

Observamos a nuestro alrededor en silencio. La tranquilidad que nos rodeaba generaba una sensación de incertidumbre. También era extraño que la puerta de la residencia estuviera abierta de par en par, en otras ocasiones la cerrarían con todo lo que encontraban a mano para evitar que dos Lycoris entraran.

Takina entrecerró los ojos al ver la puerta abierta.

Takina: No hay duda de que es una trampa, quiere que entremos por ahí. Está aguardando nuestra llegada.

Chisato: Si. Ciertamente es sospechoso.

Sin duda, ella tenía razón, es como si nos estuviera dando una cordial bienvenida a su casa, sería inseguro ir por ahí, así que ambas decidimos buscar otra entrada.

Exploramos el patio de la residencia con atención hasta hallar una ventana sin seguro. La abrimos con facilidad y saltamos adentro.

Al entrar, la casa estaba oscura y solo unos rayos de sol iluminaban el lugar. A pesar de esto, podía verse que el ladrón tenía mucho lujo. Me enojaba pensar en cómo consiguió todo ese dinero a través de sus delitos de robo, pero intentaba mantener la calma.

Takina: Voy al segundo piso.

Chisato: De acuerdo, me encargo del primero.

Con una sonrisa, le di un pulgar arriba a mi compañera y ella, con su semblante profesional, subió las escaleras con cautela sin decir nada más, al mismo tiempo que yo empecé a revisar el primer piso.

Chisato y Takina en Classroom of the EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora