Volumen 1 - parte 3

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Parte 1
Unión para el problema

Dejando a un lado el pequeño tropiezo en forma de puntos perdidos, el día de clases no tuvo mayores novedades. Tan aburrido como el día anterior.

Justo después de clases, Hirata se subió al podio del salón, listo para encender la chispa del debate. Con su carisma innato, había logrado reunir a la mayoría de mis compañeros de clase, quienes aún se mostraban confusos y algo molestos por la reciente debacle de puntos de la Clase D.

El inicio del debate estaba a minutos de distancia, y siguiendo el acuerdo previamente acordado con Hirata, Takina y yo esperábamos con paciencia.

Chico: Ayanokouji.

Ayanokouji: ¿E-eh?! ¿Qué pasa?

Chico: Compra esto por 20,000 puntos, ¡por favor!

No pude evitar echar una mirada a mis espaldas y vi cómo uno de los chicos que antes había hablado mal de mí y mi amiga ahora se asomaba como un duende entre las piernas de mi compañero, intentando venderle una consola de videojuegos a Ayanokouji.

Chico: Lo harás, ¿verdad? Es un buen trato.

Ayanokouji: Si lo bajas a 1,000 puntos lo haré.

Eso es una rebaja del 95%. No sé quién aceptaría eso.

Al final de esa discusión, el chico no logró convencer a mi compañero de atrás, y finalmente se rindió. No le di mucha importancia, hasta que el chico puso la consola de videojuegos en mi mesa.

Chico: Am... Haruki Yamauchi. Encantado de conocerte. ¿Puedes comprar la consola a 22,000 puntos, por favor?

Chisato: Espera, ¡¿Qué?!

Este chico acababa de aparecer y presentarse de la nada, y encima, ¿tiene el descaro de subir el precio del producto 2,000 puntos más? Vaya estafa. Aunque, siendo sincera, no me sorprende, después de todo, todos saben que tengo 100,000 puntos recién depositados.

Tenía la sensación de que debía rechazarlo, pero al ver la consola de videojuegos, mis ojos se iluminaron como si estuvieran llenos de estrellas. Esta era una de las consolas que siempre quise y por la que incluso estaba ahorrando. ¡Nunca creí que este mundo la tuviera!

Yamauchi: ¡Por favor! Tal vez no lo entiendas, pero es demasiado difícil para los que no tenemos puntos.

Noté que Yamauchi había captado mi interés en la consola y, aprovechando eso, ahora había puesto su mejor cara de cachorro, con unos ojos llorosos que, combinados con mi interés en la consola, me hicieron tomar una decisión.

Chisato: ¡Tenemos un trato!

Le di un dulce guiño, pero de repente escuché una fuerte palmada por parte de Takina, quien se había golpeado la cara al ver que acepté la clara estafa de Yamauchi. Vamos, Takina, no todo es tan serio, hay a divertirnos un poco. Incluso podríamos jugar juntos después de la escuela.

Yamauchi me explicó con entusiasmo lo de la transferencia de puntos y, en un abrir y cerrar de ojos, ¡la consola ya era mía!

Kushida: Vaya, debe ser un gran problema para quienes no tienen puntos. Eres un sol por ayudar a Yamauchi-kun.

Kushida me agradeció con una sonrisa y se acomodó en mi mesa, lo cual no me molestó en absoluto. Esta chica tiene un gran carácter.

Le eché un vistazo de reojo mientras mi emoción por tener por fin la consola de videojuegos que había deseado durante un mes me hacía vibrar de alegría.

Takina: Chisato.

No, no, no... Aquí viene de nuevo, algo espeluznantemente divertido: un sermón de Takina.

Chisato y Takina en Classroom of the EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora